En una jornada electoral marcada por la elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York, las mujeres protagonizaron una ola de victorias históricas en distintos estados del país. Virginia, Nueva Jersey, Washington y Massachusetts se convirtieron en escenarios de cambio político y social, con candidatas que reconfiguraron el mapa de poder demócrata.
En Virginia, Abigail Spanberger hizo historia al convertirse en la primera mujer gobernadora del estado, en una elección que algunos medio estadounidense describen como “un referéndum sobre el presidente Donald Trump”. Su triunfo sobre la republicana Winsome Earle-Sears —57,2% frente a 42,6%— marcó un giro azul en el sur de Estados Unidos y consolida un modelo demócrata centrado en la economía y los derechos reproductivos. “En 2025, Virginia eligió el pragmatismo sobre el partidismo. Elegimos nuestro estado por encima del caos”, declaró Spanberger emocionada ante sus simpatizantes.

Su victoria no llegó sola. Ghazala Hashmi, también demócrata, fue elegida vicegobernadora, convirtiéndose en la primera mujer musulmana en ocupar un cargo estatal en todo el país. Junto a ella, Jay Jones se impuso como fiscal general, siendo el primer afroamericano en alcanzar ese puesto en Virginia. El trío es una renovación política diversa y plural, reforzada por el hecho de que los demócratas conservaron el control de la legislatura estatal.
Spanberger, exagente de la CIA y madre de tres hijas, evitó centrar su campaña en el género. Pero en su discurso de victoria reconoció la dimensión histórica del momento: “Las niñas y las mujeres jóvenes que conocí a lo largo de la campaña ahora saben con certeza que pueden lograr cualquier cosa”. Sus palabras resumen el espíritu de una noche que muchos interpretan como un punto de inflexión para la representación femenina en la política estadounidense.
Nueva Jersey, Seattle, Boston,…
Mientras tanto, en Nueva Jersey, la también demócrata Mikie Sherrill derrotó al republicano Jack Ciattarelli, respaldado por Trump. Su victoria garantiza la preservación del acceso al aborto en el estado, frente a un rival que había prometido restringirlo para menores y recortar la financiación de Planned Parenthood. Sherrill —expiloto de la Marina y congresista— representa la corriente moderada del Partido Demócrata, y su éxito refuerza la tendencia de mujeres con perfiles de seguridad nacional que logran conectar con el electorado independiente.

En la costa oeste, Erika Evans se convirtió en la primera mujer afroamericana en asumir el cargo de fiscal de Seattle, tras vencer a una candidata del ala MAGA. Evans, antigua abogada del Departamento de Justicia que renunció por motivos éticos durante la era Trump, representa el rechazo a la politización de la justicia y el resurgir del progresismo cívico. En la vecina Bellevue (Washington), Naren Briar logró un escaño en el Concejo Municipal, desplazando a un veterano de 32 años y convirtiéndose en la primera mujer kurda-estadounidense elegida para un cargo público.
También Michelle Wu, en Boston, revalidó su mandato como la primera mujer y primera alcaldesa asiático-estadounidense de la ciudad. Su gestión centrada en vivienda asequible, sostenibilidad y oposición a ICE la ha convertido en una de las voces urbanas más influyentes del país.
Solo el 37 % de las mujeres votó por Mamdani
Por otro lado, la victoria más comentada de la jornada —la de Zohran Mamdani en Nueva York— evidenció las limitaciones del voto femenino hacia los candidatos de izquierda. Según AtlasIntel, solo el 37 % de las mujeres votó por Mamdani, frente al 45 % que respaldó a Andrew Cuomo. Aunque Mamdani, el primer alcalde musulmán y socialista de la ciudad, se impuso con un 50,4 % de los votos, su electorado fue mayoritariamente masculino y joven.

La noche electoral del 4 de noviembre de 2025 quedará registrada como una victoria de las mujeres y la diversidad. No solo por los nombres y cargos alcanzados, sino porque refleja un cambio en la cultura política de Estados Unidos. Las victorias de Spanberger, Sherrill, Hashmi, Evans y Wu muestran que las mujeres se siguen abriendo paso en los cargos de poder estadounidense.


