Con la Franja de Gaza todavía sumida en la destrucción y la fase 2 del plan de paz de Trump sin vistas de entrar en vigor, vuelven a reflotar ideas grandilocuentes para convertir el devastado enclave costero en un gran resort de lujo y un nuevo epicentro tecnológico de Oriente Medio. Mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visita Mar-A-Lago este lunes, el proyecto vuelve a ponerse encima de la mesa.
“Construyendo una nueva y unificada Gaza”, reza el subtítulo del “Proyecto Amanecer”, una propuesta presentada por Jared Kushner -marido de Ivanka Trump y hombre de confianza del presidente estadounidense– a inversores y gobiernos del mundo. Por ahora, la implicación de actores extranjeros en la Franja es casi nula: ni se desplegaron tropas internacionales para reemplazar a Hamás y garantizar la seguridad en las calles; ni se inició la urgente reconstrucción del territorio, con casi todas sus infraestructuras civiles dañadas por la ofensiva israelí.
La ciudad de los rascacielos
Jared Kushner, junto al enviado especial de EE UU a Oriente Medio Steve Witkoff, presentaron un documento de 32 páginas, donde sueñan con una Franja de Gaza convertida en una modernista metrópolis. Los rascacielos pretenden sustituir las precarias tiendas de campaña, donde los gazatíes afrontan un duro invierno marcado por el frío y las inundaciones. Pasar de la pobreza a la prosperidad es lo que proponen las diapositivas del PowerPoint.
Por ahora no hay detalles sobre qué países o empresas desarrollarían el plan. Los dos hombres que lideran las políticas de Trump en Oriente Medio mantienen jugosos intereses empresariales en países como Qatar o Arabia Saudí, y no es secreto que buscan expandir sus negocios. El objetivo es involucrar a inversos de estas monarquías árabes, así como Egipto o Turquía. El “Proyecto Amanecer” tampoco aclara donde se reubicaría a los dos millones de gazatíes mientras se construyen los grandilocuentes rascacielos.
Según el Wall Street Journal, funcionarios estadounidenses que revisaron el plan ven serias dudas sobre su aplicación. Ni vislumbran la rápida desintegración de Hamás, ni la fugaz reconversión del territorio. “Reimaginando Gaza como una ciudad inteligente con servicios y gobiernos impulsados por la tecnología”, reza un eslogan, con una fotografía con trenes de alta velocidad, puentes, autopistas y un skyline al estilo Dubái o Singapur.
“Pueden presentar todas las diapositivas que quieran. Nadie en Israel cree que se vaya a ir más allá de la situación actual, y todos lo aceptan”, consideró Steven Cook, analista especializado en Oriente Medio del Council on Foreign Relations. Y aclaró: “Nada ocurrirá mientras Hamás no se desarme, y no se desarmará. Nada ocurrirá”.
“La Administración Trump continuará trabajando con determinación con nuestros socios para asegurar una paz duradera y preparar el terreno para una Gaza pacífica y próspera”, insistió un funcionario de la Casa Blanca. El golpe sobre la mesa de Trump permitió detener la guerra y la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás, pero el grueso del contenido del plan de paz de 20 puntos está lejos de aplicarse. Es más, este lunes en Florida, Trump insistirá a Netanyahu para que lo ponga en práctica.
La Riviera de Oriente Medio de los Trump
El coste total del “Proyecto Amanecer” es de unos 112,1 mil millones de dólares, que deberían invertirse en 10 años. Como actor central, EE UU se comprometería a aportar 60 mil millones en subvenciones y garantías sobre la deuda. Posteriormente, Gaza debería ser capaz de autofinanciar proyectos en los años posteriores, e incluso pagar las deudas gracias a los beneficios generados por la nueva industria local.
El plan, diseñado por Kushner, Witkoff y otros altos oficiales estadounidenses, ha sido elaborado durante 45 días de consultas, que incluyeron aportaciones de oficiales y contratistas israelíes. Quienes apoyan el plan insistir en que mantener la situación actual en Gaza es mucho peor, por lo que insisten en que la visión de convertir el territorio en la “Riviera de Oriente Medio”, tal como soñó Trump, es una mejor alternativa.
La destrucción de Gaza
La logística es otro gran obstáculo. Gaza es ahora una gran montaña de ruinas, con más de 68 millones de toneladas que deben ser retiradas. Se estima además que al menos 10.000 cadáveres yacen bajo los escombros. El terreno es tóxico y está lleno de bombas sin estallar. Bajo suelo, miles de combatientes de Hamás siguen operando en la extensa red de túneles.
Los impulsores creen que el plan puede entrar en vigor en tan solo dos meses. Pero el secretario de Estado, Marco Rubio avisó: “No se convencerá a nadie para invertir dinero en Gaza si creen que otra guerra ocurrirá en dos o tres años”. No obstante, Rubio insistió en que ”lograremos tener donantes para los esfuerzos de reconstrucción y el apoyo humanitario a largo plazo”. Kushner y Witkoff se reunieron con oficiales de los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Qatar en Miami la semana pasada para supervisar los desarrollos en Gaza.
En primera línea de playa
En otra diapositiva del plan, se dibuja el proceso para retirar edificios destruidos y los túneles de Hamás, mientras se aportan refugios temporales a civiles y hospitales de campaña. Posteriormente, se planea la construcción de casas, clínicas, escuelas, mezquitas, carreteras, terrenos agrícolas o cañerías. Finalmente, la construcción de lujosas propiedades a primera línea del Mar Mediterráneo. Sería un proceso de sur a norte, empezando por Rafah y culminando en Ciudad de Gaza.
Desde que dejó la Casa Blanca en 2021, Jared Kushner se centró en invertir en múltiples negocios. Fundó Affinity Partenrs, una empresa en Miami que recaudó más de 3,5 mil millones de dólares, mayormente de fondos de inversión de Oriente Medio. También está involucrado en múltiples proyectos inmobiliarios. Oficiales estadounidenses dicen que el “Proyecto Amanecer” muestra que la Administración Trump ahora está involucrada directamente en la construcción de una nueva nación en Gaza. La incógnita es si los palestinos también recogerán sus frutos.