Amor imposible

“Make America Hot Again”: Las solteras de MAGA no ligan en Washington

En la ciudad más liberal de EE UU, los seguidores de Trump se enfrentan a un panorama sentimental marcado por la polarización

Washington, la ciudad considerada el epicentro del progresismo estadounidense, se ha convertido en un terreno hostil para los seguidores del movimiento MAGA que buscan pareja. Lo que para muchos sería un asunto personal, en la capital se ha transformado en un reflejo extremo de la polarización política del país. Los nuevos solteros conservadores que llegan con la Administración de Donald Trump enfrentan un panorama sentimental casi desolador.

En una ciudad donde el 92,5% votó por Kamala Harris en las últimas elecciones presidenciales, las posibilidades de encontrar una cita compatible parecen mínimas. Las políticas adoptadas por Trump, como el despliegue de tropas y agentes federales en las calles, solo han agudizado la distancia emocional y cultural entre los bandos. Para muchos habitantes de Washington, los recién llegados de la esfera MAGA son intrusos, cuando no enemigos ideológicos. Según los testimonios recopilados, los conservadores son percibidos con desconfianza e incluso con temor. Como explicó para The Washington Post Susan Trombetti, directora ejecutiva de Exclusive Matchmaking, “es como si fueran los aldeanos de Frankenstein”.

Trump
El Capitolio de los Estados Unidos en Washington
Efe

Antes de la era Trump, el tema político rara vez influía en la búsqueda del amor. “Antes de 2016 ni siquiera tenía una pregunta sobre política en mi formulario de ingreso”, recordó Michelle Jacoby, fundadora de DC Matchmaking para el medio estadounidense. “Era simplemente un no-problema”. Pero hoy, los filtros ideológicos dominan incluso las aplicaciones de citas. Trombetti relató que durante los despidos federales impulsados por el Departamento para la Eficiencia Gubernamental, un cliente progresista le pidió explícitamente no emparejarlo con “ningún conductor de Tesla”, en alusión al papel de Elon Musk en ese contexto.

La tensión llega al extremo de que algunas mujeres liberales, tradicionalmente abiertas a conocer a cualquiera, rechazan de inmediato a un republicano. “Tengo un hombre realmente abierto, y ellas dicen: ‘¿Qué? ¿Es republicano?’ Y automáticamente pasan a: ‘¿Participó en la insurrección?’”, contó Trombetti. Las sospechas y el prejuicio se imponen sobre la posibilidad de una conexión genuina.

Los conservadores, por su parte, tampoco lo tienen fácil. Una joven republicana de 27 años lo resumió así: “Se habla mucho de la palabra ‘fascismo’ y de personas de izquierda que llaman ‘fascistas’ o ‘nazis’ a los de derecha. Si alguien pensara eso de verdad, probablemente no querría salir conmigo. Pero mi pareja no puede pensar que soy fascista. Sería una locura”.

Donald Trump camina por el jardín sur de la Casa Blanca antes de abordar el Marine One en Washington
EFE/EPA/KENT NISHIMURA / POOL

Hombres conservadores…

Entre los testimonios recogidos por The Washington Post, destaca el de Morgan Housley, una joven de 29 años que se mudó a la capital en abril por motivos laborales. Su ideal de pareja es claro: un hombre que “ame al Señor”, que disfrute de ir a la iglesia y sea capaz de “proveer y proteger, emocional, física y espiritualmente”. Sin embargo, su búsqueda ha sido infructuosa. Los hombres que encuentra, según ella, son “poco en forma, adictos al trabajo y que no se toman en serio la idea de encontrar esposa”.

Un sentimiento extendido entre los solteros conservadores es la falta de hombres “masculinos” dentro del propio movimiento. “Pensé que en la política conservadora habría más hombres así”, confesó Housley.

La frustración también alcanza a mujeres como Taylor Hathorn, contratista de defensa y comentarista política de 33 años, que ha tenido cerca de 56 citas en seis años sin encontrar un compañero con valores cristianos y conservadores. A pesar de haber celebrado con entusiasmo la victoria de Trump, esperaba que “habría muchos más hombres aquí con los que estuviéramos de acuerdo políticamente”, pero la realidad le ha demostrado lo contrario.

Casa Blanca

“Make America Hot Again”

Ante el rechazo del entorno liberal, muchos conservadores han optado por organizar sus propios espacios de encuentro. La consultora Raquel Debono promueve en Nueva York los eventos “Make America Hot Again”, mientras que en Washington, la víspera del regreso de Trump a la Casa Blanca, una fiesta patrocinada por TikTok reunió a cientos de simpatizantes. “Digamos las cosas como son —admitió Debono—: muchos tuvieron suerte esa noche. No sé si alguien se casó, pero sí, la gente tuvo sexo. Para mí, eso es un éxito”.

Sin embargo, no todos buscan aventuras efímeras. Otros prefieren círculos más tradicionales, como los eventos del DC Social Collective, fundado por Christopher Byrne en 2021. Byrne, católico y votante de Trump, organiza bailes como el “Harvest Moon Hoedown” o el “Strawberry Soiree”, donde dice haber visto surgir varias parejas. Pese a ello, él mismo admite haber tenido “experiencias muy desalentadoras” en sus 40 o 50 citas recientes.

En una de ellas, una conversación casual bastó para arruinar la química. Su acompañante mencionó que había ayudado a organizar un evento de drag, Byrne sintió “un nudo en el estómago” y decidió no continuar. “Nada en su contra”, aclaró, “pero no tuvimos una tercera cita”.

Incluso en los bares y locales frecuentados por conservadores —como Jane Jane en la 14th Street o Scarlet Oak en Navy Yard— el romance está condicionado por un tipo peculiar de “interrogatorio”. Ya no se pregunta por ex parejas o destinos de vacaciones, sino por la opinión sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero. De esa respuesta depende si una noche prometedora termina o no en desencuentro.