Con el aparente fin de la guerra en Gaza, surgen las grietas en el sistema político y militar israelí. En un movimiento sin precedentes en la historia del estado judío, la fiscal militar principal, Yifat Tomer-Yerushalmi, anunció en la mañana del viernes su renuncia al cargo, tras reconocer que fue la responsable de filtrar vídeos a la prensa en que soldados israelíes aparecen abusando de un preso palestino en 2024.
El epicentro del escándalo es la prisión de Sde Teiman, al sur de Israel, donde cientos de gazatíes fueron encarcelados tras la matanza del 7 de octubre perpetrada por Hamás y el inicio de la ofensiva bélica israelí en la Franja. En el centro penitenciario se encerraron a terroristas, pero también a civiles gazatíes capturados durante la ofensiva terrestre. Testimonios recogidos por el medio digital +972 Magazine revelaron agresiones sexuales, humillaciones o asaltos con perros, entre otras graves situaciones.

Los motivos de la fiscal israelí
“Filtré materiales a la prensa para detener la propaganda mentirosa contra quienes intentan hacer cumplir la ley militar. Asumo plena responsabilidad de los contenidos publicados en la prensa salidos desde mi unidad”, indicó la fiscal militar en la carta de renuncia presentada al comandante en jefe del Ejército israelí.
Se espera que en los próximos días Yifat Tomer-Yerushalmi sea investigada por sospechas de falsificación, obstrucción de acciones investigativas, dar información falsa al tribunal, conducta inapropiada, abuso de confianza y otros delitos incluidos en la ley militar, cuya pena máxima es de tres años de prisión. Cuando el escándalo de Sde Teiman salió a la luz, la derecha israelí alegó que revelar estas informaciones en plena guerra contra Hamás debilita la unidad y la moral de los combatientes.
Ataques personales y amenazas
En su carta de renuncia, la fiscal militar se refirió a la investigación en marcha por el abuso sobre un preso gazatí. “Nuestro deber es investigar cuando hay indicios de actos violentos contra un preso. A mi pesar, hay indicios de actos prohibidos, pero no convencen a todos”, indicó. En los últimos dos años, Tomer-Yerushalmi actuó contra la “deslegitimación” impulsada contra su unidad. Acorde a la versión de la exfiscal, “oficiales de la fiscalía sufrieron ataques personales y amenazas”.

Antes de reunirse personalmente con Eyal Zamir, comandante en jefe del ejército, el ministro de Defensa Israel Katz avisó que la fiscal “no volverá a ocupar su cargo dada la gravedad de las sospechas contra ella”. En breve, se pondrá en marcha el proceso para buscarle reemplazo. Katz alertó: “haré lo posible para que se haga justicia contra quienes esparcieron líbelos de sangre contra los soldados en el caso Sde Teiman”.
El ministro de Defensa consideró que Tomer-Yerushalmi priorizó a los “terroristas de Hamás” antes que sus propios soldados, por lo que no “merece vestir el uniforme militar y su lugar es la prisión”. El ministro de Defensa avisó que todos los que cooperaron con la fiscal militar también serán ajusticiados. Desde el ejército avisaron que la renuncia de Yomer-Yerushalmi no afectará a la capacidad operativa de las tropas, a quienes se exige luz verde del departamento legal para realizar operaciones sobre el terreno.

La polémica se desató a inicio de semana, cuando el Ejército comunicó que la Policía abrió una investigación para aclarar cómo se filtraron los materiales visuales sobre los abusos a gazatíes en Sde Teiman a la prensa. El vídeo fue revelado en agosto de 2024 en el canal 12, y conllevó la detención de cinco militares reservistas, que fueron acusados en febrero pasado de abuso agravado y sabotaje grave del detenido.
La investigación
La causa contra los soldados apuntó que golpearon al detenido, lo tiraron al suelo, lo pisotearon, y le agredieron con una pistola eléctrica. Uno de los investigados fue acusado de apuñalar al preso en la nalga y dañar su ano. El preso acabó con costillas rotas y en muy mal estado de salud.

Tras la publicación del vídeo, ministros de la extrema derecha exigieron investigar la causa de la filtración, y organizaron concentraciones junto al domicilio de la fiscal militar. Cuando los soldados acusados fueron detenidos, decenas de manifestantes ultras asaltaron el centro de detención de Sde Teiman, acompañados de varios parlamentarios. El ministro de Seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, presume de haber endurecido las condiciones de encarcelamiento de los presos palestinos, y exige aplicar la “pena de muerte a los terroristas”.


