El ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, ahora en prisión preventiva, ha asegurado en una entrevista publicada este martes en La Vanguardia que es “inocente” y que no ha hecho “nada” de lo que la UCO le atribuye en el informe entregado al magistrado que instruye el caso en el Tribunal Supremo. También ha asegurado que ha sufrido “muchas presiones” para que cambiara su línea de defensa, aunque sin explicar nada más al respecto.
Una estrategia, como se refleja en las respuestas al cuestionario formulado por el periódico catalán, que sigue teniendo como principal línea argumental la negación de la autenticidad de los audios grabados por el exasesor ministerial Koldo García: “No los reconocemos”. Asimismo, Cerdán continúa cuestionando la procedencia de estas grabaciones que García guardaba en su domicilio: “Es muy extraño realmente. No suena bien que grabara incluso su intimidad, es sospechoso. Y si como él dice, no grabó; quiero saber quién o cómo se han generado estos audios“.
El expolítico investigado en la causa de las presuntas mordidas en obras públicas del Ministerio de Transportes también se ha defendido de las acusaciones sobre su implicación en la trama al aseverar que “de ninguna manera” influyó en las concesiones de dichas obras públicas. En relación a ese supuesto amaño de licitaciones, Cerdán ha indicado que “no podría ni aunque hubiera querido porque no tenía acceso ni poder para hacerlo”.
En la entrevista también ha negado la existencia la denominada trama navarra: “Las obras de las que se habla en la causa de Navarra son de particulares o de un período en el que el PSN no tenía poder alguno”. Una presunta trama en la que la empresa Servinabar habría adquirido un papel muy relevante. Cabe recordar que, según la Guardia Civil, esta sociedad habría recibido millonarios contratos a cambio del pago de comisiones al grupo que presuntamente dirigió Cerdán, el cual también estaba integrado por el exministro José Luis Ábalos y el propio Koldo García.
Asimismo, Servinabar estuvo muy ligada a la familia Cerdán. Por una parte, el exdirigente socialista firmó un acuerdo con su administrador único, Antxon Alonso, para hacerse con el 45% de la empresa -aunque el exdiputado asegura que esta firma no tuvo efecto legal ninguno-. Por otra, la hermana de Cerdán habría cobrado 258.000 euros de la constructora a través de una cooperativa opaca, mientras que uno de hermanos de la esposa de Cerdán habría percibido un total de 61.669 euros de la citada sociedad. Sin embargo, el ex secretario de Organización no ha dicho nada en relación a las acusaciones ligadas a su familia.
Financiación del PSOE
Preguntado sobre si el PSOE se ha financiado ilegalmente, Cerdán no se ha mostrado tan tajante: “Que yo sepa no”. De igual manera ha contestado al ser cuestionado sobre si en la formación socialista ha habido pagos que no se hayan justificado ante el Tribunal de Cuentas.
Y es que en el pasaje de la entrevista cuando habla sobre la dirección del que fuera su partido, Cerdán marca ciertas distancias. Por ejemplo, en relación a la “contundencia” mostrada por Pedro Sánchez el día en el que fue imputado, el ex secretario de Organización lanza un dardo: “Las valoraciones las juzgará el tiempo; con lo que me conoce Pedro pensé que lo tendría claro“.
Asimismo, el exdiputado ha asegurado que siente “mucho” el daño que se le ha hecho al Partido Socialista, pero más el que “se me ha hecho y se me está haciendo a mí”. “Si no hubiera sido secretario de Organización, no me hubiera visto en esta”, ha añadido. El exdirigente socialista también ha reconocido que quiere “pasar página y no volver nunca más a la política“.
Relación con Leire Díez
Otra de las cuestiones que se le plantea en la entrevista es si era conocedor de las reuniones de Leire Díez, la conocida como fontanera de Ferraz, con el empresario Javier Pérez Dolset para, presuntamente, conseguir información sensible sobre guardias civiles o fiscales. Sobre ello Cerdán se ha limitado ha responder que les conoce porque “vinieron a Ferraz a contarnos lo de Villarejo y lo del caso de los ERE, y lo pusimos en manos de los abogados”.
Preguntado por si, como asegura Pérez Dolset -con el que comparte abogado-, se siente una víctima de las denominadas “cloacas del Estado”, no ha respondido sí o no, pues se ha limitado a señalar que “yo sé de mí”. Una cuestión que le ha llevado a afirmar que “ha habido muchas presiones para que cambiara mi línea de defensa”, sin explicar nada más al respecto.