Desde Génova 13

Feijóo se sacude los complejos frente a Abascal

El líder del PP asume la línea de Ayuso y entra de lleno en la competición por los votantes de Vox, también endureciendo el discurso migratorio. El sector moderado queda en minoría

Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal.
Artículo14

Cuando Isabel Díaz Ayuso plantó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la ronda de reuniones que protagonizaron los presidentes autonómicos hace un año, en la cúpula del Partido Popular se llevaron las manos a la cabeza. “No acudir era perder la institucionalidad”, repetían en los despachos de la sede de Génova 13. Alberto Núñez Feijóo llegó a verbalizar que él “sí iría” a esa reunión en la Moncloa. Ayuso no acudió porque no quería “normalizar lo que no era normal”, según verbalizó la propia líder madrileña. En ese PP, de septiembre del 2024, había dos velocidades. Dos maneras de hacer oposición que ahora se han mimetizado.

Así, esta semana ha sido Feijóo quien ha dado un paso cualitativo en su forma de enfrentarse al Gobierno. El presidente popular ha utilizado el mismo argumento que Ayuso utilizó por entonces para justificar su plantón en el inicio del Año Judicial: no querer normalizar lo que no lo es.

Feijóo no ha querido avalar con su presencia los ataques de Pedro Sánchez a parte de la judicatura ni la situación judicial del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. “Es un inmenso error que un fiscal general procesado se atreva a decir que hay que cumplir las leyes”, argumentaba Feijóo desde Arganda del Rey en el inicio de curso político del PP madrileño. A la misma hora exacta García Ortiz intervenía en el Tribunal Supremo.

Lo cierto es que ha recibido algunas críticas por preferir estar presente en el pistoletazo de salida del curso político de Ayuso y no en el arranque del Año Judicial. Una decisión algo incoherente con su “trazabilidad” y su perfil institucional que maduró como presidente de la Xunta, se ha escuchado en privado. Se le ha acusado, desde el Gobierno, de “dejar tirado” al Rey Felipe VI que, por deber constitucional, debe presidir la apertura en el Supremo. “Nosotros no le hemos fallado (al Rey) y no le fallaremos nunca. Jamás. Sabemos cuáles son nuestras responsabilidades”, ha contestado Feijóo.

La bendición de Ayuso a Feijóo

La realidad es que el jefe de la oposición no tiene una labor constitucional obligatoria para estar presente, pero desde sectores más moderados del partido creen que la ausencia de Feijóo “conlleva algunos riesgos”, como informó este periódico. “Se puede leer como una ruptura de la institucionalidad“, reflexiona un destacado líder territorial del PP. Pero tampoco han existido grandes críticas internas a la decisión de Feijóo. “Claro que hay que romper la institucionalidad cuando se corre el riesgo de blanquear lo injustificable”, defiende un destacado miembro del PP madrileño.

Es más, con la determinación que ha demostrado el líder popular, se ha llevado la bendición de Ayuso y del sector más duro del partido. “Gracias por estar aquí y por no estar en ningún otro sitio (…) somos más ordenados, cumplidores y dignos que los que hoy te quieren dar lecciones. Gracias por no normalizar lo que no es normal”, dijo Ayuso, alabando a su jefe. Juntos, atacaron ferozmente al presidente del Gobierno con un discurso totalmente acompasado. “Antes de Sánchez, el único que creía que las elecciones eran un incordio era Franco”, espetó Feijóo.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la líder del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso.
Europa Press

La lucha por el voto de VOX

Esta intervención es solo un ejemplo de cómo se ha endurecido el discurso y el tono del líder de la oposición. Feijóo ha entrado de lleno en competencia con VOX. En Génova, consideran que -desde el punto de vista electoral- es lo más adecuado.

En este punto, una foto de Feijóo en la apertura del Año Judicial habría sido gasolina para los de Abascal, según interpretan en Génova. “Una imagen de él con García Ortiz nos habría dado material para atacar”, explican también en la sede de la calle Bambú. De hecho, han criticado a Feijóo sin haber acudido, acusándole de repartirse los jueces y el Tribunal Constitucional con el Gobierno.

En los últimos cinco meses el partido de Santiago Abascal ha quitado un millón de votos al PP y la tendencia es clara. Así lo reflejan los últimos sondeos. VOX ha dado con la tecla: un discurso que afecta a las emociones. Utilizan la inseguridad y el empleo para llegar hasta las entrañas de la clase trabajadora. Y les está funcionando.

Migrantes: objetivo de la derecha

Así, si hay algo que ha caracterizado al arranque del curso político es el más que evidente endurecimiento de la derecha en materia migratoria. Feijóo está tratando de extremar su discurso para tratar de competir por los votantes más radicales y ha vuelto a vincular inmigración con inseguridad y delincuencia. “España tiene que abrir las puertas para quien viene a vivir legalmente, pero tiene que cerrarlas a aquellos que no aceptan ni cumplen las leyes españolas y que vienen a delinquir”, ha afirmado el líder del PP.

Hace poco más de un año VOX se salió de todos los gobiernos autonómicos utilizando la cuestión migratoria como excusa. Supieron leer bien cómo iba a afectar al votante del bloque de la derecha. En los sondeos se visualiza una derechización de la sociedad española al estilo de Francia, Alemania e Italia.

En los cuarteles del PP y VOX tienen claro que la inmigración será una de las cuestiones principales de voto en las elecciones generales. El problema para Feijóo es convencer al electorado de que su discurso en la materia no es una simple copia del de la extrema derecha. Porque ya saben lo que se dice sobre la copia y el original.