Apertura del año judicial del alto voltaje. Las últimas críticas de Pedro Sánchez a ciertos jueces han provocado la indignación de los togados, que han pedido respeto al poder ejecutivo. Extremo que se suma a la situación de Álvaro García Ortíz, camino al banquillo de los acusados, y que no cuenta con el apoyo de la mayoría de sus compañeros. Una bomba de relojería, admiten fuentes jurídicas, en víspera del acto de este viernes que estará presidido por el jefe del Estado e Isabel Perelló, la presidenta del Poder Judicial.
Además, el Rey Felipe VI recibirá este mismo miércoles a García Ortiz. Como cada año, el fiscal general hará entrega de la memoria del Ministerio Público sobre “la evolución de la criminalidad, la prevención del delito y las reformas convenientes para una mayor eficacia”. García Ortiz acude a la Zarzuela estando a un paso del banquillo de los acusados por haber cometido presuntamente uno de esos delitos que persigue la institución que preside.
El encuentro será el preámbulo para ese gran acto en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo al que la Fiscalía acude dividida. “Hay muchos indignados, otros queriendo abuchearle, otros negándose a asistir y otros muchos dispuestos a aplaudirle fervorosamente”, resumen fuentes fiscales a este periódico.
La situación de García Ortiz ya hacía presagiar un acto muy tenso, tal y como avanzó este periódico. Gran parte de la cúpula fiscal acudirá por “honor al Rey” para mostrarle “su apoyo de manera expresa” frente a los que quieren depreciar “al Tribunal Supremo, a la Justicia y al propio Rey”, según el sector crítico.
Entre los apoyos con los que cuenta el fiscal general está el Gobierno de Pedro Sánchez. Sin ir más lejos, este lunes en una entrevista en TVE, el jefe del Ejecutivo reiteró su plena confianza en el fiscal general porque asegura “es inocente”, y se apoyó para justificar esta idea en el voto particular del magistrado Andrés Palomo. Frente a la opinión de los otros dos magistrados de la Sala de Apelaciones, Palomo consideró que no había pruebas suficientes para concluir que García Ortiz fue el que filtró el expediente fiscal de Alberto González Amador, la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

Para añadir más tensión al evento del viernes, Sánchez arremetió también contra los jueces que llevan las causas que afectan a su mujer y a su hermano. “Es un caso palmario de pena de telediario. Están pagando personas solo por ser familiares míos”, dijo. “Hay jueces haciendo política. Son una minoría, pero hacen un inmenso daño a la justicia”, sentenció en TVE.
Palabras que causaron un enorme revuelo en la judicatura. Desde la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), una de las asociaciones de jueces mayoritarias, su presidenta, María Jesús del Barco, criticó que Sánchez “no conoce el respeto por el Poder Judicial”. Su portavoz Alejandro Gómez Mariscal de Gante lamentó que, con sus declaraciones, el presidente no estaba respetando la independencia judicial al “atribuir intencionalidad política a un juez”.

Por su parte, desde la Asociación de jueces Francisco de Vitoria, su portavoz Sergio Oliva defendió: “Los jueces en España cumplen con la ley y trabajan con profesionalidad”. Y añadió: “El Estado de derecho exige respeto a la independencia judicial y confianza entre las instituciones. Si alguien cree que un juez actúa mal, existen causas legales”.
La única asociación progresista de jueces también dejó claro su malestar. Su portavoz Edmundo Rodríguez reconoció que Sánchez se equivocó en las formas. “Quizás no corresponda al presidente del Gobierno realizar estas manifestaciones”, dijo, aunque apoyó el contenido ya que considera “indudable la instrumentalización de ciertos procedimientos judiciales por razones claramente partidistas”.