La investigación de nuestra compañera Aurora García Mateache que desvela cómo se gestionan las denuncias por acoso y agresión sexual en las Fuerzas Armadas ha dejado mudos a los ministerios de Igualdad y Defensa. Ni una palabra desde que este lunes Artículo14 publicase la primera entrega de este especial.

“Hacer lo que fuera necesario”
Sí se ha manifestado, sin embargo, su socio de Gobierno, Sumar. En los pasillos del Congreso este miércoles, el diputado en la cámara baja por Baleares, Vicenç Vidal Matas, aseguraba en declaraciones a este periódico que “todas las víctimas de violencia de género que puedan sentirse acosadas, que denuncien, que no se dejen pisar, que defiendan sus derechos. Donde se produzca un acoso, cuando haya violencia de género se tiene que denunciar”, apuntaba. Además, el diputado ofrecía todo el apoyo de su formación a estas víctimas se ofrecía y mostraba a su entera disposición para hacer lo que fuera necesario”.
“Las denuncias no pueden archivarse para proteger la imagen de la institución”
Por su parte, Amanda Andrades, la secretaria de Feminismos de Sumar, también ha querido opinar sobre las dudosas actuaciones de los responsables de velar por la seguridad de las víctimas de violencias machistas en el Ejército.
Andrades considera que “las Fuerzas Armadas no pueden estar separadas de la sociedad y sus avances. Ningún integrante de ellas debería escudarse en la protección de la imagen y la reputación de la institución militar para ocultar los casos o peor aún para que las denuncias se queden archivadas en un cajón sin dar respuesta a las víctimas”.

La obligación de contar con protocolos efectivos
La secretaria de Feminismos de Sumar recuerda al Ministerio de Defensa que lidera Margarita Robles que las Fuerzas Armadas “están tan obligadas a contar con protocolos y mecanismos efectivos para juzgar a los agresores y reparar a las víctimas como cualquier otra institución”.
“Deben encarnar los valores democráticos”
Del mismo modo, Amanda Andrades se muestra convencida de que “acabar con el acoso sexual y con la impunidad es fundamental en cualquier ámbito de la sociedad, también en las Fuerzas Armadas. Estas, como cualquier otra institución, tienen que representar y encarnar los valores democráticos. Y la igualdad y el derecho a unas vidas libres de violencia son parte sustancial de ellos”.
Este lunes, Artíclo14 daba voz a la capitán Lourdes Cebollero que va a llevar su caso al Tribunal Europeo de Estrasburgo. Algo nada sencillo porque la corte internacional sólo admite el 3 por ciento de las denuncias particulares que le llegan.
La capitán Cebollero alza la voz
Los problemas para la capitán comienzan en el año 2016 cuando un desencuentro por el uso del vestuario de mujeres como párking de bicicletas y gimnasio para que civiles hicieran pruebas físico deportivas escaló. “Durante un mes nos quedamos sin un vestuario para cambiarnos, donde poner nuestro uniforme reglamentario, no nos dejaban hacer deporte porque no teníamos un lugar donde ducharnos. Le llegué a pedir a mi comandante la llave de su baño”, explica. “Era surrealista, el cuartel tiene un polideportivo”.
Robles entregó datos confidenciales
Cebollero informó al comandante, y planteó el problema al delegado de Defensa en Aragón del momento, Félix Allo Flores, dado que el delegado, era el responsable del cuartel. Lo que parecía un problema sencillo acabó con su carrera y con un “trastorno adaptativo ansioso depresivo” que el Ejército sigue sin reconocer como una enfermedad contraída en un acto de servicio. El objetivo de Cebollero es “demostrar la farsa de la UPA” –Unidad de Protección frente al Acoso“- del Ministerio de Defensa.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, avaló la entrega de los datos confidenciales de Cebollero a sus presuntos acosadores. Supo que no se había respetado la privacidad de la denunciante antes de abrir un proceso judicial, como establece la ley, y lo justificó.