El contacto con el bebé es una práctica reconocida por sus múltiples beneficios, tanto para el recién nacido como para la madre. Ahora bien, el contacto piel con piel en verano, puede generar preocupaciones sobre el confort del bebé con las altas temperaturas.
Desde la regulación térmica hasta la promoción de un sueño más tranquilo, el este tipo de contacto se convierte en una herramienta clave para garantizar el bienestar del lactante incluso durante los meses más calurosos del año.
Beneficios del contacto piel con piel en verano

Uno de los principales beneficios en época estival del contacto piel con piel es su capacidad para regular naturalmente la temperatura del bebé. Los recién nacidos, especialmente los prematuros, tienen dificultades para mantener su calor corporal estable.
El cuerpo de la madre actúa como un termostato natural, adaptándose a las necesidades del bebé. Ayuda a prevenir tanto el sobrecalentamiento como el enfriamiento excesivo, según indican en Pediatríasalud.
Esta práctica también favorece significativamente la lactancia materna, según los expertos de Quirón Salud. Tiene un papel crucial durante el verano, cuando los bebés necesitan mayor hidratación. El contacto directo estimula la producción de leche y facilita un agarre espontáneo al pecho. Además, promueve la liberación de oxitocina, hormona clave en el proceso de lactación.
Asimismo, los pediatras indican que el contacto piel con piel ayuda a reducir el estrés tanto en bebés como en padres durante los calurosos meses de verano. Hay estudios que demuestran que disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés). A su vez, aumenta la producción de endorfinas, generando sensación de calma y bienestar. Esto resulta especialmente beneficioso para el sueño del pequeño.
Beneficios emocionales y recomendaciones

En cuanto al desarrollo emocional, la práctica del piel con piel en verano fortalece el vínculo afectivo entre padres, madres e hijos, según la OMS. Ayuda a crear un ambiente de seguridad y apego realmente efectivo. Asimismo, el contacto piel con piel aumenta la confianza en las habilidades de cuidado de las figuras paternales. Así que todo son ventajas con este método.
Para bebés prematuros, indican en Quirón que el método canguro (variante del contacto piel con piel, cogiendo al bebé como un canguro) resulta particularmente beneficioso incluso en climas cálidos. Señalan que puede ser más efectivo que las incubadoras tradicionales, reduciendo además el estrés del recién nacido y acelerando su tiempo de recuperación.
Al practicar el contacto piel con piel en verano, se recomienda hacerlo en ambientes frescos y bien ventilados, utilizando ropa ligera y transpirable. Es fundamental mantener al bebé hidratado, especialmente si está en periodo de lactancia. Con estos sencillos consejos, el calor no será un impedimento para disfrutar de este agradable ratito con el pequeño.
Esta sencilla pero poderosa práctica, avalada por numerosos estudios científicos, ofrece múltiples beneficios para la salud y el desarrollo infantil durante los meses más calurosos del año. Desde la regulación de la temperatura hasta el fortalecimiento del vínculo emocional, sus beneficios son incontables.