En tiempos de precios disparados y carritos cada vez más caros, encontrar un supermercado donde ahorrar de verdad se ha convertido en una pequeña hazaña. Sin embargo, en plena era de la inflación, un nuevo modelo de tienda está ganando adeptos a ritmo vertiginoso. Se llama Sqrups y su propuesta es tan simple como eficaz: vender productos de marca a precios de derribo. Tortillas a 0,99 €, pizzas por 2,99 € o refrescos a 50 céntimos son solo algunos ejemplos de lo que puede encontrarse en sus estanterías.
Nacida en Madrid en 2014, la cadena Sqrups ha ido expandiéndose con fuerza y ya cuenta con más de un centenar de tiendas repartidas por toda España. En los últimos meses ha desembarcado también en Barcelona y Valencia, llevando su concepto de “supermercado outlet” a tres de las principales ciudades del país. Y cada apertura es igual: largas colas, estanterías que se vacían en horas y una clientela que va desde estudiantes y familias hasta jubilados que buscan estirar el presupuesto sin renunciar a la calidad.

Una segunda vida para los productos
El modelo de negocio de Sqrups se apoya en una idea sencilla y sostenible: dar salida a excedentes y productos con defectos menores que las grandes cadenas o fabricantes ya no pueden vender. Se trata de artículos en perfecto estado —bebidas, alimentos, productos de limpieza, material escolar o cosmética—, pero que llegan al consumidor a un precio hasta un 80 % más bajo que en los supermercados tradicionales.
El truco está en el tipo de producto: envases con una etiqueta mal impresa, pequeños golpes en el embalaje o ediciones descatalogadas. Todo lo que en otro lugar sería un descarte, aquí se convierte en una oportunidad de ahorro. “Nada se desperdicia”, explican desde la empresa, que defiende su papel en la economía circular y la lucha contra el despilfarro alimentario.
En Sqrups, la oferta cambia constantemente. Los productos llegan en pequeñas partidas y desaparecen igual de rápido. No hay un surtido fijo, y eso forma parte del atractivo: cada visita es diferente, casi como una caza del tesoro. Un día se puede encontrar una marca de pasta premium a mitad de precio y, al siguiente, cajas de cereales o detergentes rebajados a una fracción de su valor original.
Tortillas a 1 €, pizzas a 3 € y chollos que vuelan
Entre las gangas más comentadas destacan las tortillas de patatas a 0,99 €, las pizzas a 2,99 € y una gran variedad de snacks, dulces y platos listos para comer que cambian cada semana. También hay productos de higiene, artículos de papelería o limpieza doméstica. En una misma cesta pueden convivir unas galletas por céntimos, un champú de marca y un cuaderno escolar. El ambiente de la tienda recuerda a una mezcla entre bazar, ultramarinos y supermercado de barrio, pero con el añadido de la sorpresa. Los clientes recorren los pasillos con la sensación de estar cazando oportunidades: lo que hoy cuesta un euro, mañana puede no estar. Esa rotación constante convierte cada visita en una experiencia distinta.
Una fórmula de éxito con sello español
Detrás de este modelo se encuentra José María Cayuela, fundador y actual director de Sqrups. Su objetivo inicial era doble: ofrecer precios bajos al consumidor y reducir el desperdicio de productos perfectamente válidos. Con esa filosofía, la compañía ha pasado en apenas una década de un pequeño local en Madrid a una red de más de 100 tiendas en toda España, con presencia creciente en grandes ciudades y áreas metropolitanas.
Su éxito demuestra que es posible combinar sostenibilidad y ahorro. En un momento en que los hogares ajustan cada céntimo, Sqrups se ha convertido en un refugio para quienes buscan llenar la despensa sin vaciar el monedero. Pero también en un ejemplo de cómo el consumo puede adaptarse a los nuevos tiempos: más consciente, menos derrochador y, sobre todo, más accesible.


