Después de varias jornadas marcadas por la inestabilidad, Jorge Rey vuelve a lanzar un aviso sobre el tiempo en España. El joven divulgador meteorológico, conocido por su uso del método tradicional de las cabañuelas, advierte de un nuevo episodio que podría afectar de forma significativa al país en los próximos días. Esta vez, el protagonista no será la lluvia ni las tormentas, sino un repunte térmico que promete dejar huella.
Según Rey, estamos a las puertas de un cambio brusco en el patrón atmosférico. El calor se intensificará en buena parte del territorio, dejando atrás los chubascos que aún sobreviven en algunas regiones del norte y del interior. Este ascenso térmico podría derivar en una nueva ola de calor, con temperaturas que superarán los umbrales normales para esta época del año.

Calor fuera de temporada
Aunque todavía queda verano por delante, el contraste térmico se hará notar. Mientras algunas zonas seguirán bajo cierta influencia de la humedad y la nubosidad, en otras los termómetros podrían dispararse hasta rozar o superar los 35 grados. Esta situación no solo afectará al sur peninsular, donde el calor suele ser más intenso, sino también a áreas del norte y del centro, como el valle del Ebro o la meseta norte.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirma parte de este escenario: se espera que el anticiclón vuelva a tomar el control en buena parte del país, lo que favorecerá cielos despejados y un incremento de las temperaturas, sobre todo en el interior y en los archipiélagos.
Una advertencia que invita a la precaución
Rey insiste en que el calor no será pasajero. De hecho, podría prolongarse durante varios días, con noches tropicales que dificulten el descanso y temperaturas mínimas que no bajen de los 20 grados en muchas ciudades. Este fenómeno podría adelantarse al patrón habitual del verano, generando efectos similares a los de una ola de calor oficial, aunque sin que se haya declarado aún como tal.
Aunque no se descartan chubascos dispersos en zonas de montaña —como el Pirineo o la Ibérica oriental—, estos serán puntuales y localizados. Lo realmente preocupante, según Rey, es el impacto del calor acumulado, especialmente en zonas urbanas donde el efecto isla térmica agravará la situación.
¿Cuándo llegará este fenómeno?
Las previsiones apuntan a que el cambio se notará a partir este jueves. Ya desde el jueves se espera que las altas presiones dominen la escena meteorológica, frenando la formación de nubes y favoreciendo un aumento progresivo de las temperaturas máximas y mínimas.
La AEMET señala que las temperaturas podrían superar los 36 grados en áreas del sur, el valle del Guadalquivir y partes del centro peninsular. En Canarias, los vientos alisios se mantendrán activos, aunque también se notará un ascenso térmico.
¿Qué podemos esperar?
Lo que Jorge Rey plantea es un fenómeno de acumulación de calor que podría tener consecuencias más allá de lo climatológico: impacto en la salud, en la agricultura e incluso en la demanda energética. Un escenario que, aunque no trae consigo lluvias torrenciales ni tormentas eléctricas, puede ser igual de desafiante.
Así que no se trata de paraguas, sino de sombrillas. El verano todavía tiene mucho que decir, y según Rey, el sol va a hablar más alto que nunca en los próximos días.