El joven meteorólogo Jorge Rey ha vuelto a convertirse en tendencia con una advertencia que no deja indiferente a nadie. Según sus previsiones, el final de septiembre traerá consigo un cambio radical en el tiempo que podría pillar desprevenidos a millones de personas en toda España.
Y no es una alerta cualquiera. Hablamos de lluvias torrenciales, tormentas intensas y temperaturas que marcarán contrastes difíciles de asimilar.
Para Jorge Rey, lo que está en camino no es un simple episodio aislado, sino una serie de fenómenos que podrían convertirse en protagonistas de los últimos días del mes. Tal y como ha señalado, el tiempo va a dar un giro brusco. Dejará atrás la estabilidad que muchos daban por sentada tras un verano largo y caluroso.
Las Cabañuelas, el método que respalda a Jorge Rey
Uno de los aspectos más llamativos del discurso de Jorge Rey es su confianza en las Cabañuelas, ese sistema de predicción ancestral que nunca deja de generar debate.
Según este método, septiembre es un mes especialmente propicio para lluvias repentinas y tormentas de gran magnitud. El propio Jorge Rey insiste en que no deberíamos subestimar la capacidad de estas herramientas tradicionales para anticipar escenarios que la ciencia meteorológica confirma después.
Lo cierto es que la experiencia está dando la razón a Jorge Rey. Lo que parecía un final de verano estable se está transformando en un tiempo cambiante, cargado de nubosidad y descargas de agua que llegan sin previo aviso.
La coincidencia con la AEMET
Lo más inquietante de las previsiones de Jorge Rey es que no van en solitario. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha publicado un informe que coincide, punto por punto, con las advertencias del joven meteorólogo.
Según el organismo oficial, el paso de varios frentes atlánticos provocará lluvias intensas en el noreste peninsular y en el área mediterránea norte.
Los avisos hablan de precipitaciones localmente muy fuertes en Cataluña, norte de Castellón y este de Teruel, así como chubascos generalizados en otras zonas de la mitad norte. Además, las Islas Baleares tampoco quedarán al margen, con episodios de tormentas que podrían desbordar cualquier previsión.
Tormentas repentinas y un riesgo real
Para Jorge Rey, el problema no es únicamente la intensidad de las lluvias, sino la velocidad con la que llegan. Septiembre siempre ha sido un mes traicionero en este aspecto.
Basta una tarde para que se acumulen cientos de litros de agua, generando inundaciones repentinas que ponen en jaque tanto a infraestructuras como a actividades cotidianas.

Esa rapidez es lo que hace que Jorge Rey insista en la necesidad de estar preparados. Porque aunque se activen las alertas, muchas veces no hay margen para reaccionar. Lo que parece un cielo tranquilo puede transformarse en cuestión de minutos en un escenario de caos.
Subidas y bajadas de temperatura: un cóctel explosivo
Otro punto clave que resalta Jorge Rey es el contraste térmico. Mientras que en algunas zonas del Guadalquivir las máximas superarán los 35 grados, en otras regiones del norte se esperan descensos notables. Este choque de masas de aire no solo complica la previsión, sino que alimenta la formación de tormentas violentas.
En el Mediterráneo, además, las mínimas no bajarán de 20 grados. Eso se traduce en noches tropicales que siguen aportando humedad a la atmósfera. Un caldo de cultivo perfecto para que cualquier frente pueda desencadenar tormentas severas.