Una de las combinaciones más estresantes, frenéticas, disparatadas o cualquier otro adjetivo que se nos ocurra es la de un hijo novato al volante y la madre de copiloto. Lo dicen las encuestas y damos fe de ello. La llave gira, el motor arranca y nuestro “niño”, que hace nada iba en su sillita de seguridad, toma el volante. La madre, de copiloto y con el corazón acelerado, aprieta fuerte el agarradero que tiene a su lado y más de una discusión acaba con uno de los dos volviendo a casa a pie.
Es el peaje de la mayoría de edad que ahora la UE adelanta a los 17 años inaugurando una etapa de acompañamiento obligado durante un año. ¿Resistirá nuestra paciencia o se avecina un nuevo cisma? La Unión Europea busca armonizar las normas de conducción y fomentar una transición gradual hacia la plena autonomía al volante. Dejando al margen cualquier escena familiar anecdótica, la medida desata algunos recelos en los profesionales de la conducción.
Qué cambia
El Parlamento dio luz verde el martes 21 de octubre a la actualización de las normas de la UE sobre los permisos de conducir. La medida de mayor impacto es el adelanto de la edad para conducir coches, camiones y furgonetas. La nueva normativa entra en vigor 20 días después de su publicación en el boletín oficial de la Unión Europea y los Estados miembros tendrán tres años para transponer las normas a su legislación y un año adicional para preparar su implementación. Es posible España tarde un par de años desde que se empiece a aplicar.
Una vez que el menor tenga su carnet de conducir, podrá circular hasta su mayoría de edad acompañado de un adulto de más de 25 años, con cinco años de experiencia al volante y que no haya sido objeto de una prohibición de conducir en los últimos cinco años. Fernando Lara, CEO de Autoescuelas Lara, indica que el proceso para obtener el carnet será el mismo. “El joven deberá prepararse en la autoescuela y examinarse para obtener el carnet. Además, las sanciones serán más severas con las tasas de alcohol o el cinturón de seguridad. Son cosas positivas, como lo será también el permiso de conducir digital que evitará que muchas de las infracciones cometidas en otros países queden impunes por no poder identificar al autor”. El empresario cree también acertado que los conductores mayores de 65 años deban renovarse el carnet cada cinco.
Impulsividad, alcohol y otros riesgos
Uno de los objetivos de la nueva normativa es baja la siniestralidad en la carretera. En España los jóvenes representan un grupo de alto riesgo en accidentes de tráfico, la primera causa de mortalidad entre personas de 18 a 24 años. Uno de cada cuatro fallecidos en la carretera tiene menos de 25 años. Ocurren, sobre todo, los fines de semana y en entornos urbanos, con gran incidencia asociada al consumo de alcohol y drogas, presentes en casi la mitad de los accidentes mortales, según la Dirección General de Tráfico (DGT).

Entre los consultados por Artículo 14 se encuentra Jaime González, director de la Escuela de Conducción de la Fundación CEA, con 27 años de experiencia como formador de conducción. Su opinión no es muy favorable: “Creo que adelantar la edad a los 17 años no es muy correcto, por la falta de madurez, que ya de por sí demuestran muchos chavales con 18, el exceso de confianza y la falta de responsabilidad”, dice.
Por su parte, Letizia Amarilla Jaraiz, psicóloga especializada en emergencias, crisis y catástrofes, lo ve beneficioso si se entiende como una educación vial integral. “Que abarque conciencia de riesgo y gestión de la impulsividad y asegure el acompañamiento prolongado bajo ciertas condiciones y restricciones hasta los 18 años de edad”.
En su opinión, este paso se realiza con el fin de que los adolescentes ganen experiencia antes de conducir solos, aunque advierte que, en el caso de España, se tendrán que revisar los desarrollos legislativos en esta materia para ver el cómo y el cuándo. “Un joven de 17 años muestra gran capacidad intelectual, aunque su cerebro está en desarrollo y la corteza prefrontal que se encarga de regular la planificación, autocontrol y regulación emocional está madurando”, explica. El modelo de acompañamiento por un adulto le parece bien a modo de figura mediadora en este proceso pedagógico para el menor. “Siempre que ofrezca seguridad y orientación, y que sea pedagógico en el sentido de mostrar factores de riesgo y de protección”.
Un rodaje práctico en un entorno supervisado
Las estadísticas son claras. Existe un mayor comportamiento de riesgo en la carretera en torno a los 18, que es la edad en la que los conductores en España pueden, de momento, obtener su carnet. Precisamente este argumento lleva a Amarilla Jaraiz a pensar que la nueva normativa podría permitir una transición más segura y un rodaje práctico en un entorno supervisado. Aunque el pleno desarrollo llegará a los 25 años de edad, asegura que a los 17 años el joven es capaz de entender normas e interiorizarlas. “La capacidad de anticipar riesgos o resistir ciertos impulsos está en proceso de consolidación, habría que ver cada caso. Gana en autonomía, se va definiendo su identidad personal a través de las decisiones que van tomando como los estudios, ir o no a la Universidad, trabajar o no en verano para ahorrar dinero, entre otras”.

Así piensa también la psicóloga Josefina Cutillas que, además de participar en nuestro debate, añade una reflexión: “Creo que todo pasa por una prevención y formación. La mayoría de las conductas son aprendidas y no determinadas biológicamente. Por tanto, la conducta de conducir y sus implicaciones tiene mucho de aprendido y ese debería ser el foco”.
Mientras se implanta en España, podemos mirar a países como Alemania o Austria, donde el modelo ya funciona con buenos resultados y la siniestralidad entre jóvenes ha bajado. La sociedad no admitiría un paso atrás en la meta de alcanzar cero muertes en carretera en 2050, impulsada por la Unión Europea y adoptada a nivel nacional en España.




