CRIANZA

Las 5 frases tóxicas que, aunque no lo parezcan, hacen daño a los niños

Estas son las 5 frases tóxicas que una experta recomienda evitar decir a los hijos, especialmente a los pequeños

Las 5 frases tóxicas que es mejor no decir a los hijos
Las 5 frases tóxicas que es mejor no decir a los hijos

La comunicación es el pilar fundamental en cualquier relación, y la que establecemos con nuestros hijos lo es más aún. Reem Rouda, experta en la crianza consciente, ha identificado las 5 frases tóxicas que desconciertan y dañan instantáneamente a los niños.

En ese ámbito, se ha evidenciado que estas frases, aparentemente inofensivas, pueden resultar nocivas. Esto llevará a los niños a reducir su disposición a escuchar. Entender el impacto de estas frases y aprender a sustituirlas por alternativas más constructivas es esencial, para así fomentar una comunicación respetuosa y efectiva.

Las 5 frases tóxicas a evitar para no dañar a los hijos

Madres con hijos pequeños
Madres con hijos pequeños
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La crianza consciente que defiende Rouda se centra en el desarrollo de una relación empática y respetuosa con los hijos. Se reconoce su individualidad y se fomenta su autonomía temprana. En este contexto, cada palabra y cada interacción moldean la percepción que los niños tienen de sí mismos y del mundo que les rodea.

Por ello, identificar y erradicar patrones de comunicación negativos resulta en un paso crucial hacia una crianza más armoniosa y efectiva. Una donde los niños se sientan escuchados, comprendidos y valorados.

La experta ha señalado 5 frases tóxicas, tradicionales y muy habituales por parte de las figuras paternales y maternales. Estas son las siguientes, con sus respectivas alternativas sugeridas por ella:

  • “Date prisa”

Invalidar el ritmo del niño y generarles ansiedad nunca es buena idea. Presionarles sólo empeorará las cosas.

Alternativa: Explicar por qué la situación requiere más rapidez, y ofrecerle ayuda.

  • “Lo puedes hacer mejor / Sabes hacerlo bien”

El niño se siente culpado o avergonzado al decirle algo así. Rouda apuesta por el acercamiento.

Alternativa: “Hay algo que no te ha dejado hacerlo bien en este momento. Podemos ver por qué, si quieres”.

  • “Deja de llorar”

Un niño al que se le silencian las emociones no hará mucho caso ni se sentirá con confianza hacia su padre o madre.

Alternativa: “Veo que estás mal. ¿Quieres contarme qué te pasa?”

  • “Si no me escuchas, perderás / te quitaré / no te daré…

Aunque se dice para generar autoridad y/o límites, el niño se lo puede tomar a la defensiva y sentir resentimiento.

Alternativa: “Cuando estés listo para escucharme / hacer (…), entonces puedes (…)”.

  • “Qué bien lo haces” (sin especificar el qué)

Un cumplido genérico a un hijo no suele ser tan bien recibido como se puede pensar. La experta apuesta por especificar siempre las felicitaciones.

Alternativa: “Qué bien has hecho (…) / Me encanta cómo has (…)”

Conclusiones en base a la teoría de Reem Rouda

No es fácil ser consciente de tratar de emitir mensajes positivos en todo momento. Lo más importante de todo es recordar que la perfección no es el objetivo, sino la intención de mejorar. El objetivo es reemplazar las frases tóxicas por alternativas respetuosas y empáticas.

Así, no solo mejoramos la comunicación con nuestros hijos, sino que también contribuimos a su desarrollo emocional, a su autoestima y a su capacidad para afrontar los desafíos de la vida. Nuestras interacciones diarias con los pequeños son clave, y se debe buscar transformar la dinámica familiar hacia un espacio de mejor comprensión y respeto mutuo.

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