De Rubén Castro a Rafa Mir: ¿Ha cambiado la actitud de las aficiones ante una denuncia por violencia machista?

El pasado fin de semana se interrumpió un partido por los gritos al jugador acusado de violación, Rafa Mir. No es la primera vez que sucede. ¿Está cambiando algo en el fútbol?

Futbol
Las aficiones cada vez afean más la conducta de jugadores acusado de violencia machista
KiloyCuarto

Rubén Castro alé, Rubén Castro alé. No fue tu culpa. Era una puta, lo hiciste bien”. Hace diez años, en febrero de 2015, el jugador de fútbol canario recibió todo el apoyo de la afición del Betis, donde jugaba, tras haber sido acusado de malos tratos por su pareja. Unos gritos que acabaron en sanción y coparon portadas internacionales. El pasado fin de semana, en cambio, Rafa Mir, procesado hace unos días por violación con violencia a una joven, recibió insultos desde la grada y el partido del Elche contra el Alavés se tuvo que interrumpir.

El futbolista Rafa Mir llega escoltado por la Guardia Civil al juzgado n. 8 de Llíria (Valencia)
EFE

No es la primera vez que ocurre. Raúl Asencio, jugador del Real Madrid, procesado por difundir un vídeo sexual no consentido de una menor de edad, también se ha enfrentado a la rabia de aquellos aficionados que le han afeado su acusación hasta el punto de tener que parar el partido. Una década después de los gritos de apoyo a Rubén Castro, ¿está cambiando algo en el mundo del fútbol? ¿Las aficiones ya no perdonan a un jugador acusado de delitos de violencia machista?

El fútbol es un reflejo de la sociedad

Isabel Hidalgo, periodista deportiva, cree que los campos de fútbol y las aficiones son un reflejo de la sociedad y que al estar cada vez más sensibilizada y más concienciada con la violencia de género, la actitud ante ciertas acusaciones se refleja en los estadios. “Insultos ha habido toda la vida y están normalizados. Es horrible que sea así. La gente va al fútbol a desahogarse y se piensa que es un espacio en el que se puede sentir completamente libre de insultar, pero independientemente, la temática de los insultos va variando en función de la sociedad y lo sensibilizada que está con ciertos temas”.

Todas las hinchadas no reaccionan igual y su postura está ligada a cómo estén de posicionadas política y socialmente sus seguidores. “Hay equipos que no pasan ni una, por así decirlo, son aficiones más combativas, como el Rayo Vallecano, estadios donde estas respuestas son más habituales como Anoeta (Real Sociedad) o Mendizorroza (Alavés)”, explica Hidalgo.

Pitar al fichaje estrella

¿Las aficiones pitan a sus propios jugadores si han sido acusados de un delito machista o es solo una excusa para atacar al rival?

La periodista deportiva recuerda el reciente caso del futbolista Thomas Partey a quien el Villarreal fichó este verano días después de que le imputasen cinco violaciones con penetración y una agresión sexual. Parte de la afición comenzó una campaña en redes criticando el fichaje y demandando que no se materializase. Pues bien, la afición del Villarreal ha pitado a Partey, a su propio jugador.

“No es lo mismo un jugador recién fichado que uno que lleva diez años en el club, que ya tenga un sentimiento de pertenencia y de complicidad con la afición, pero ha pasado”, insiste Hidalgo.

El jugador Thomas Partey
EFE/EPA/CHRISTIAN BRUNA

Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la Violencia Machista aplaude la coherencia de la afición del Villarreal, pero duda de que se haya materializado un cambio tan palpable en los campos de fútbol y alude a una de las estrategias del machismo en estos casos, la del chivo expiatorio. “Es decir, cuando pillan a uno -acusado de violencia machista– hay que machacarlo porque es la manera de evitar que miren al resto. No me fío mucho de esas críticas”, apunta.

“Quizá no es tanto una forma de criticar al jugador como de criticar a través de él al equipo por tener a un jugador de esas características, entonces, no sé, no es tan directo. Evidentemente, creo que hay mayor grado de concienciación, que hay mayor rechazo, pero habría que esperar para analizarlo para no confundir con la fase del chivo expiatorio. La sociedad es muy callada, pasiva, totalmente a la merced del género, pero pero cuando pillan a uno se concentran alrededor del cuartel de la guardia civil a decirle, ‘asesino, asesino’ y el resto del tiempo callan“.

Con todas las cautelas, algo parece haber cambiado en el mundo del fútbol si no ya se corea el nombre de las mujeres que acusan y se pita al acusado.

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