Maltrato

El laberinto judicial en Italia del caso Juana Rivas

El juicio penal por maltrato a sus dos hijos comienza este 18 de septiembre en el Tribunal de Cagliari, que será una primera audiencia preliminar

Francisco Arcuri
KiloyCuarto

El pequeño Daniel, tras la entrega el viernes pasado en los Juzgados de Granada, ha vuelto a Italia, a la isla de Carloforte, donde reside con su padre Francesco Arcuri, tal y como había determinado la justicia de este país y había ratificado la española. El caso que durante los últimos 10 años ha entrelazado la magistratura de los dos países se encuentra una vez más ante un escenario complejo. El próximo 18 de septiembre se celebrará la primera audiencia preliminar contra Arcuri tras haber sido imputado por maltrato a sus dos hijos, tras años de denuncias que en Italia han sido archivadas. Finalmente la vía de lo penal juzgará los presuntos hechos que ocurrieron en el país transalpino cuando ambos hijos, bajo la custodia del padre, residían en Cerdeña.

Juana Rivas a su llegada al Punto de Encuentro Familiar de Granada donde debía entregar a su hijo Daniel
EFE/ Pepe Torres

Esto coloca al caso ante un nuevo escenario. Por primera vez, la apertura de la vía penal podría cambiar las cosas y tener un efecto sobre la custodia, un caso aún no resuelto por completo. A mayores, en este año, podría progresar el recurso que ha presentado Juana Rivas a la Casación, Tribunal Supremo italiano, y todo el caso civil podría realizarse por tercera vez con un juez diferente. Pero, como decimos, el contexto ahora es diferente, aunque los precedentes ya eran claros: sobre Arcuri pesa una condena de la justicia española de 2009 por violencia de género, que en la cronología de este caso civil ha sido minimizada, aspecto que contrasta con las indicaciones de la Convención de Estambul, que lo ve como una línea roja. Además, está también el deseo del menor de permanecer en España junto a su madre, pero sobre todo, junto a su hermano mayor. Y, como señala la abogada Diana Bandiu, experta italiana en materia civil, el derecho de familia nunca se cierra definitivamente, puede cambiar la decisión dependiendo del devenir de los hechos.

Aunque la defensa de Arcuri ha siempre insistido que las diferentes denuncias por maltrato en sede italiana no han prosperado, y que la justicia española ha acogido la posición del país transalpino, contrastando eso sí con el deseo expresado por el pequeño Daniel, es innegable que el juicio penal en marcha cambia el escenario. Cuando en unas semanas se celebre la audiencia preliminar de la imputación penal a Arcuri, dada la importancia del caso y con la resolución de la custodia y la vuelta a casa de Daniel tan reciente, fuentes jurídicas italianas señalan que el contenido de la misma que debería conocerse ese mismo día, 18 de septiembre, y que podría tener ya peso y ser un importante indicio para entender qué recorrido tendrá esta vez.

Aun así, el procedimiento puede durar años. La complejidad del caso lo demuestra: para la Fiscalía los testimonios de maltrato a los menores y las pericias son indicios suficientes para imputar al padre. Sin embargo, esos mismos hechos, han sido analizados en sede civil durante este tiempo con una perspectiva completamente opuesta. A la hora de conceder la custodia del menor al padre se ha argumentado siempre que Juana Rivas habría manipulado a sus hijos en contra de Arcuri, invalidando el testimonio de la madre pero también de los menores durante años, causado, dice la Corte de Apelación de Cagliari, de contradicciones en el testimonio.

Una manifestante sostiene una pancarta sobre Juana Rivas
EFE

Con las opiniones tan diversas de la Corte de Apelación de Cagliari y la Fiscalía es difícil prever el recorrido penal y civil del caso Juana Rivas, pero, una vez más, el contexto puede arrojar luz. Marianna Santonocito es psicóloga de un Centro Antiviolencia en Italia y ha publicado en 2023 junto a Marichiara un trabajo de investigación de la Universidad de Trieste en la revista Violence and Victims donde analiza la metodología y conocimiento de los expertos que trabajan para valorar las custodias infantiles en Italia. La conclusión es que las carencias son mayúsculas, según ha explicado para Artículo 14.

“En las numerosas entrevistas realizadas con estos operadores hemos percibido fuertes prejuicios contra las mujeres víctimas de violencia de género, que habitualmente se presentan como culpables, uso de modelos de razonamiento controvertidos como el síndrome de alienación parental y, en general, un conocimiento pobre de las leyes de la materia”, explica. Entre ellas, dice, de la Convención de Estambul, el marco normativo de referencia en la UE para prevenir todo tipo de formas de violencia contra las mujeres. “Existen las leyes, pero no actúan de forma adecuada, falta formación para estas personas que están en contacto con los menores víctimas de situaciones de violencia. No se pone en el centro el interés del menor”, añade. Dice, además, que por su experiencia sabe que en muchas ocasiones se concede la custodia compartida sin saber que el padre tiene un caso abierto por maltrato en sede penal.

El contraste con España

En la prensa italiana hay muy poco rastro del ir y venir judicial de este caso, pero en los últimos meses llama la atención la toma de posición de la prensa local en Cerdeña a favor de Arcuri y también un reportaje del programa televisivo ‘Le Iene’ que reconstruye el caso utilizando el testimonio del padre, intentando que Juana responda en España, sin éxito, y haciendo menciones a la “manipulación de la mente frágil del menor”, usando incluso audios del menor en conversaciones con su padre y fotos, pixeladas, de su vida en Italia. Olvidando, una vez más, la protección al menor.