Gervasio Deferr, cuando aplauden a tu abusador y le hacen una serie

Una mujer que asegura que ella y, al menos, otras tres víctimas sufrieron violaciones, maltrato físico y psicológico cuando eran menores por parte del gimnasta reacciona en una carta al estreno de la teleserie

Imaginen guardar un secreto durante décadas. Un trauma silenciado que te ocurrió cuando no tenías edad, fuerza o entendimiento para comprender y que, de pronto, a tu mayor pesadilla, que ha marcado tu vida, que la ha hecho peor,  la homenajeen en forma de serie con unos de los actores del momento. Es lo que le ha ocurrido a L., una mujer que asegura que sufrió abusos sexuales por parte de Gervasio Deferr cuando ambos entrenaban en el Centro de Alto Rendimiento y que ahora se enfrenta quiera o no, a entrevistas, vídeos, fotos constantes de su agresor porque han estrenado la dichosa teleserie.

Gervasio Deferr

 

Se pusieron en contacto con la productora

Todo comenzó a finales del año pasado, cuando la productora Diagonal TV anunció el estreno de El gran salto, protagonizada por Óscar Casas que iba a narrar la vida de Gervasio Deferr. L. decidió que era el momento de parar lo que consideraba una gran injusticia. Por eso, a través de su abogado, se pusieron en contacto con la productora para explicarles lo que, seguramente, la cinta iba a omitir, al estar basada en un libro plagado de falsedades, y el sufrimiento que iba a provocar en ella, en otras tres chicas y tres jóvenes más que se sospecha que también padecieron violaciones, maltratos físicos y psicológicos cuando todas eran menores de edad.

Los delitos han prescrito

Un infierno, el que describen, que quedará impune porque los hechos han prescrito y si se presentase una denuncia quedaría archivada. Nunca se le juzgará, ni ellas obtendrán justicia.

Diagonal TV decidió, a luz del testimonio de L. y otras mujeres, aplazar el estreno de la película. Sin embargo, parece que solo ha esperado a que pasase el tiempo para cambiar de opinión al respecto, que el tema se apagase y promocionar la historia.

Para ellas ha sido demoledor. Tal ha sido el sufrimiento que L. ha decidido escribir un comunicado en el que se vacía y dice “basta” al entender que como sociedad, no podemos permitir que se eleve a los altares a un acusado de abusos sexuales a menores.

Se le presenta como un ejemplo de superación personal

“Como víctima de abusos sexuales sufridos durante mi infancia por parte del gimnasta y
medallista olímpico, Gervasio Deferr (…) me veo obligada a romper nuevamente el silencio ante el inminente estreno de una serie televisiva que lo presenta como un ejemplo de superación personal, a la vez que omite por completo los delitos de violación, y maltratos físicos y psicológicos que éste ha cometido contra mi persona y otras mujeres, algunas de nosotras siendo menores de edad en aquel entonces”, arranca el comunicado.

“Durante años guardé silencio por muchas razones: el miedo a no ser creída, a ser señalada, el temor a un agresor violento y agresivo. Sentí vergüenza, quise proteger a mis seres queridos del dolor, me invadió la culpa ante la idea de que mi testimonio pudiera llevar a la cárcel al que hasta entonces era a los ojos de todos un compañero y truncar su participación en unos Juegos Olímpicos. Me encontraba tan mal que apenas podía sostenerme a mí misma, y mucho menos enfrentar un proceso judicial que probablemente sería largo y doloroso”, explica L..

Memoria, verdad, integridad, empatía, respeto y responsabilidad

Pide que se escuche su voz ahora que es lo único que le queda y que se escuche su relato. “También me paralizaba la enorme desigualdad entre el poder de un personaje público —que se siente con total impunidad— y la voz de una niña rota, asustada y silenciada (…) No busco venganza, sino memoria, verdad, integridad, empatía, respeto y responsabilidad. Exijo que no se glorifique a quien ha causado daños irreparables en vidas humanas. Reclamo que no se construyan relatos de redención sin antes escuchar a las víctimas. Y pido que no se silencien ni se omitan hechos de tal gravedad”.

“La violencia sexual y los malos tratos físicos y psicológicos —estos últimos reconocidos por él mismo en una entrevista pública a pesar de ser delitos penados con cárcel que parecen haber sido ignorados al idolatrarlo— dejan heridas profundas y permanentes en quienes los sufren. No importa cuántos años hayan pasado ni cuántos premios se hayan acumulado. Lo que está a punto de estrenarse, si no se consigue detener, no es una serie de superación, sino una bofetada para quienes hemos vivido en silencio el horror causado por esta persona. Esta carta no busca venganza, sino defender el bien, y la bondad e inocencia de aquellas niñas que fuimos. Busca una justicia, aunque sea simbólica. Busca dar voz a nuestro silencio. Y reclama el derecho a decir: BASTA Firma: “Víctima de abuso sexual por parte de Gervasio Deferr“, concluye.