Viajar sola: ¿riesgo o libertad? España, referente mundial en turismo femenino independiente

España se ha consolidado como uno de los países más seguros y atractivos para las mujeres que viajan solas, con una puntuación de 89 sobre 100 en el índice internacional de seguridad

‘Viajar’ ya no sólo se limita a desplazarse de un lugar a otro. Mucho menos aún para las mujeres que deciden hacerlo solas. El concepto ahora reúne más significados, como la libertad de decidir, marcar tus propios límites y conectar de forma más auténtica con cada destino. Sin embargo, junto a todas esas sensaciones de independencia surge una cuestión que nunca pierde vigencia: ¿es realmente seguro?

En los últimos años, la respuesta está cambiando de forma positiva, y España se ha consolidado como uno de los países más seguros y atractivos para las viajeras solitarias, situándose en el podio mundial, solo por detrás de Estados Unidos y Reino Unido en volumen de este tipo de turismo.

Una tendencia en alza

Según un análisis conjunto de Mabrian y The Data Appeal Company, el 14 % de la demanda turística femenina corresponde ya a mujeres que viajan sin pareja, familia o amigos. España no solo es un destino de referencia, sino también uno de los principales países emisores de viajeras independientes.

Las españolas que viajan sin acompañante muestran una clara preferencia por salir al extranjero: Un 48 % eligen destinos internacionales, una cifra muy superior a la de las italianas (36 %) o las japonesas (34 %). Además, datos de plataformas especializadas indican que, en 2023, las reservas de mujeres que viajaron solas desde España ya alcanzaban más de la mitad (54,3 %) de las que se registraron en todo 2019. Entre 2018 y 2021, estas mismas plataformas contabilizaron cerca de 150.000 desplazamientos de este tipo.

Además, estas viajeras cuentan con un perfil muy definido: Casi la mitad (45 %) tienen entre 18 y 30 años, seguidas de mujeres de 31 a 45 años (35 %). El resto lo componen viajeras más veteranas, que cada vez encuentran más facilidades para moverse solas gracias a la digitalización, la oferta turística adaptada y la creciente cultura de seguridad. Estas viajeras no buscan únicamente cambiar de aires. Según datos de agencias y comunidades de viajeros como Gruppit, este segmento prefiere experiencias culturales, viajes personalizados y rutas fuera de temporada alta. Junio y septiembre se han convertido en meses predilectos, cuando el calor es más moderado y la presión turística desciende.

El rechazo a los viajes organizados masivos es evidente: muchas apuestan por diseñar su propia ruta, elegir actividades que les interesan y moverse a su propio ritmo. La sensación de autonomía y el contacto directo con el entorno son, para muchas, más importantes que el simple descanso.

La seguridad, sin embargo, es una condición no negociable. Factores como el urbanismo, la iluminación, el transporte público y la actitud de la población local influyen en la elección del destino. Por eso las grandes capitales europeas, Madrid, Barcelona, Londres, París, siguen en los primeros puestos, combinando oferta cultural, conectividad y entornos relativamente seguros.

España, líder en seguridad

La percepción de seguridad no es una simple intuición: un estudio de Everly Life Insurance, publicado en mayo de 2025, situó a España como el país más seguro del mundo para viajar sola, con una puntuación de 89 sobre 100. El índice combina datos de criminalidad, seguridad nocturna y actitudes sociales hacia las mujeres.

Este reconocimiento internacional es clave para el turismo. Un entorno seguro no solo atrae más visitantes, sino que fomenta que las propias españolas exploren su país o se aventuren a destinos lejanos con mayor confianza.

Sin embargo, como señalan algunas voces, no todo es perfecto. En rutas muy transitadas como el Camino de Santiago se han registrado casos de acoso a peregrinas, especialmente en tramos aislados. Las autoridades han respondido con protocolos específicos y herramientas como la aplicación AlertCops, pero los incidentes recuerdan que la seguridad debe seguir siendo una prioridad.

El peso de las cifras

En 2023, las mujeres representaron el 70 % del turismo en solitario, cifra que asciende al 80 % en viajes organizados por agencias. El crecimiento ha sido constante: entre 2023 y 2024 el número de viajeras en solitario aumentó un 20 %, duplicándose respecto a 2022. Las proyecciones apuntan a que en 2025 cerca del 40 % de las mujeres planeará un viaje sola, un 8 % más que el año anterior.

¿Riesgo o libertad?

La pregunta inicial sigue abierta, pero con matices. Viajar sola conlleva riesgos, como cualquier desplazamiento, y requiere preparación: conocer el destino, tomar precauciones, informar a familiares o amistades, y confiar en la intuición. Pero los datos y las experiencias demuestran que la libertad, el empoderamiento y el enriquecimiento personal que aporta superan, para muchas, las posibles incomodidades.

España, gracias a su seguridad, riqueza cultural e infraestructura turística, se ha convertido en un referente. El desafío es mantener y reforzar estas ventajas, no solo para atraer visitantes, sino para que cualquier mujer que viaje sola, ya sea a Granada, Tokio o Buenos Aires, lo haga con total confianza. Más que preguntarnos si viajar sola es peligroso, deberíamos cuestionarnos si como sociedad garantizamos que una mujer pueda recorrer el mundo con la misma tranquilidad que un hombre. Si la respuesta es sí, no hablamos solo de turismo, sino de un cambio cultural real.