El clásico del siglo XX que casi nadie ha leído e inventó las redes sociales muchos años antes de que existiesen

Una novela de 1977 predijo las redes con inquietante precisión. 'Michaelmas', de Algis Budrys, imaginó Facebook y Twitter décadas antes

Michaelmas - Cultura
Un fragmento de la portada de 'Michaelmas', la novela de Algis Budrys
Blackstone

En 1977, cuando Internet aún era un proyecto rudimentario vinculado a usos militares y académicos, el escritor lituano-estadounidense Algis Budrys publicó Michaelmas, una novela que anticipó con escalofriante precisión la existencia de un sistema global de comunicación e información que hoy identificaríamos como redes sociales.

No es una exageración decir que Michaelmas imaginó Facebook, X (antes Twitter) o TikTok mucho antes de que ningún programador soñara siquiera con ellos. Y sin embargo, este clásico del siglo XX permanece prácticamente olvidado.

La trama de ‘Michaelmas’: entre la inteligencia artificial y el control informativo

En el centro de Michaelmas se encuentra Laurent Michaelmas, un prestigioso periodista mundial que oculta un poder que nadie sospecha: domina una red global gracias a una inteligencia artificial llamada Domino. Este sistema, creado por él mismo, se infiltra en cualquier circuito electrónico del planeta.

Controla bases de datos, monitoriza comunicaciones y accede a información reservada. En esencia, Michaelmas imagina una red conectada al mundo entero y gestionada desde la sombra.

Gracias a Domino, el protagonista puede manipular titulares, anticipar conflictos geopolíticos e influir en la opinión pública sin dejar rastro. El periodista no solo narra la actualidad: la dirige. En este contexto, la obra de Algis Budrys anticipa los efectos que hoy atribuimos a las redes sociales, como la fabricación de narrativas, la filtración selectiva de datos y el poder invisible que emana del control informativo.

Una visión pionera del poder digital

La novela va más allá de la simple especulación tecnológica. Budrys no solo predice un sistema interconectado de comunicaciones, sino que dibuja las consecuencias éticas y políticas de entregar el control de la información a una sola entidad, por muy bienintencionada que sea.

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La portada de una edición de ‘Michaelmas’, la novela de Algis Budrys
Open Road Media Sci-Fi & Fantasy

El protagonista de Michaelmas no es un tirano. De hecho, sus intervenciones buscan evitar conflictos, estabilizar gobiernos y proteger la vida humana. Pero el precio es alto: la libertad informativa queda supeditada a su juicio.

En este punto, Michaelmas aborda el mismo dilema que hoy enfrentamos con los algoritmos de las redes sociales. ¿Quién decide lo que se muestra? ¿Qué ocurre cuando la verdad es gestionada por un intermediario invisible?

Al repetir constantemente el nombre de Michaelmas, Budrys convierte su obra en una advertencia adelantada a su tiempo. Una fábula digital escrita antes de que el mundo se volviera digital.

El legado oculto de ‘Michaelmas’

Resulta llamativo que una novela como esta haya pasado tan desapercibida incluso en los círculos de la ciencia ficción. No tiene el estatus de culto de Neuromante de William Gibson. Ni tampoco la visibilidad académica de 1984 de George Orwell, aunque comparta con ambas su capacidad para anticipar realidades futuras.

Parte de este olvido se debe a que Michaelmas fue publicada antes de que existiera un lenguaje para describir lo que proponía. El término “red social” no existía. La informática aún era un terreno esotérico. En este sentido, Budrys escribió sobre un mundo que no tenía aún referentes para ser comprendido.

El clásico del siglo XX que casi nadie ha leído e inventó las redes sociales muchos años antes de que existiesen
La ciencia ficción siempre ha ido un paso por delante

Y, sin embargo, lo hizo con una precisión que asombra: una red invisible, omnipresente y vulnerable a ser usada como herramienta de control.

Releer Michaelmas en 2025 es un ejercicio de arqueología profética. Las páginas de la novela parecen hablarnos desde el futuro, con una claridad que incomoda. No es una historia de ciencia ficción cualquiera. Es, posiblemente, la primera novela sobre el poder real de las redes sociales. Mucho antes de que estas existiesen.

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