Hace poco más de una semana, se anunciaba en redes sociales que la joven ilustradora Mai Egurza había fallecido. Tras empezar su carrera en 2011, en 2014 llegó su primera gran obra como dibujante y colorista, El paseo de los sueños.
Esta fue publicada en España por Norma Editorial, y también se editó en Francia y Bélgica. La historia corre a cargo de Benoît Drousie, Zidrou, uno de los autores del cómic francófono más exitosos del tiempo actual.
Mai Egurza, una joven talento del cómic nacional
Nacida en Irún en el año 1986, Mai Egurza estudió diseño e ilustración. Además de ilustradora y autora de cómics, fue colaboradora en prensa e ilustradora de literatura infantil.
Hizo su debut en el mundo del tebeo en el año 2010, en el álbum colectivo de Normal titulado Barcelona TM. En pleno auge de su carrera, tuvo su primera gran obra en 2014, publicada un año después en nuestro país: El paseo de los sueños, con el aclamado Zidrou.
Lamentablemente, tras realizar una publicación en Instagram donde anunciaba que le habían detectado una lesión cerebral grave, se dio a conocer su fallecimiento.
A Mai se le recordará por su trazo expresivo, el uso del color suave, con atención al detalle y un talento que no parecía de crecer.
Una buena manera de tenerla presente es leyendo la joya que regaló al mundo, hace ya más de 10 años, y que la propia Norma Editorial volvió a publicar hace un tiempo. Se trata, por supuesto, de El paseo de los sueños.
Por qué leer El paseo de los sueños

El cómic ilustrado por Mai Egurza y escrito por Zidrou, de apenas 70 páginas, es una de esas obras breves pero difíciles de olvidar.
La trama presenta a Napoleón Carvallo, un policía joven al que han suspendido de su cargo. Resulta que este tiene un sonambulismo extremo que le hace ir caminando por los tejados de las casas. Carvallo, entonces, empieza a entrar a la casa de Linh Yu y a dormir en su cama.
Linh fue adoptada desde Asia, pero ahora vive sola en la ciudad de Barcelona. Al principio se espanta, pone muchos impedimentos para que no entre el extraño a su habitación, pero este siempre consigue acceder y dormir en la cama.
Entre ambos, nace una amistad agradable, y juntos empiezan a buscar el origen y una posible solución a la curiosa condición de Napoleón. Una amistad que parece ir convirtiéndose, poco a poco, en romance.
A un bonito y conmovedor guion de Zidrou, lejos de tópicos, se le suma una dibujante en un estado espléndido, que brilla en cada página, y esta es Egurza. Historia y dibujo no podían complementarse y funcionar mejor.
Esta historia de amor, casi onírica y filosófica, guarda más de una sorpresa y viñetas con un dibujo sacado de cuento. Con una genial construcción narrativa, y unas ilustraciones sobresalientes, se hace difícil no devorar este cómic y querer releerlo cada cierto tiempo.
Una obra que nos hará querer soñar, o más bien, tratar de entender si los sueños nos hacen hacer las cosas que la realidad nos impide (o que no nos atrevemos a hacer).