La madrugada del 23 de mayo la sevillana Melody pulsó el “publicar” y –sin pretenderlo– cerró un círculo dramático: su nuevo single, El Apagón, se escribió meses antes de Eurovisión, pero hoy parece un parte médico de su caída en Basilea. El tema, producido por Juanjo Martín y David Parejo y coescrito junto a Juanjo Martín, Kasem y Yoby Zúñiga, mezcla sintetizadores bailables con versos lacerantes como “No, no lo vi venir” o “He tocado fondo y me toca salir”, letras que, tras el festival, suenan a crónica en carne viva. La canción encabeza las tendencias musicales de X y suma en 24 horas más de 1,6 millones de reproducciones en plataformas, según datos de su sello, mientras los foros eurofans la rebautizan como Melodystradamus por su carácter premonitorio.
El lanzamiento llega apenas una semana después de que Esa Diva obtuviera la 24ª posición (antepenúltima) en la final de Eurovisión 2025. En la green room, un vídeo viral mostró el rictus de la cantante cuando el marcador dejaba a España con solo 36 puntos, muy lejos de las predicciones que la situaban en el top 10.
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Las redes ardieron de inmediato: #JusticiaParaMelody se mantuvo diez horas entre los temas más comentados y diversos analistas cuestionaron la discrepancia entre el voto del jurado y el televoto, un debate que la propia UER promete revisar.
La decepción española se cocinó en un festival dominado por la polémica presencia de Israel, representada por Yuval Raphael. La artista hebrea, superviviente del ataque de Hamás de 2023, llegó a ensayar “acostumbrándose a los abucheos”, según confesó a la BBC, mientras en la calle miles de manifestantes reclamaban su exclusión. La tensión estalló durante la primera semifinal cuando dos activistas intentaron irrumpir en el escenario y rociaron de pintura a un técnico.
RTVE, por su parte, desafió la advertencia de la organización y emitió un mensaje de apoyo al pueblo palestino que podría costarle una multa de hasta 200.000 euros.
Entre la controversia, Austria se alzó con el micrófono de cristal gracias a Wasted Love de JJ, mientras Israel fue segunda y España se hundía pese a una actuación sin fallos técnicos, reforzada con coristas remotos y visuales en realidad aumentada.
La delegación española regresó al aeropuerto de Barajas sin su abanderada: Melody viajó directa a Dos Hermanas, guardó silencio y canceló entrevistas pactadas con La Revuelta y Late Xou. Solo a las puertas de su domicilio rompió el mutismo: “Estoy muy bien, disfrutando de mi familia. No hay drama. Solo necesitaba estar con mi niño”, declaró a un corrillo de cámaras.
Ese repliegue terminará el lunes 26 de mayo. A las 16:00 h., en la Torre de España de Prado del Rey, la artista ofrecerá su primera rueda de prensa tras el certamen. Fuentes de su entorno confirman que explicará la ruptura “amistosa pero definitiva” con RTVE y detallará los próximos pasos de su carrera, entre ellos un álbum previsto para otoño y una gira de teatros que se anunciará en junio.
Un título que se volvió literal
La carga simbólica de El Apagón se disparó el 29 de abril, cuando un fallo en cascada dejó sin luz ni telecomunicaciones a la Península durante casi ocho horas. Melody quedó atrapada en un tren detenido en Campo de Criptana y subió a TikTok un vídeo donde, entre risas, se preguntaba si el destino “le estaba saboteando la promo”. El clip alcanzó dos millones de visualizaciones y el apodo Melodystradamus nació ahí. El Gobierno investiga aún las causas del apagón, que Red Eléctrica atribuye a la desconexión súbita de varios parques fotovoltaicos y no a un ciberataque.
Con este single, la sevillana de 34 años —que a los diez arrasó con El baile del gorila— ensaya un relato de aprendizaje que contrasta con la autoconfianza de Esa Diva. Durante la campaña de promoción del Benidorm Fest, Melody reivindicaba la figura de la mujer “valiente y desafiante”. Ahora, en cambio, canta: “Me creí especialista y era aprendiz de lo que es la vida”, frase que su equipo confirma que se escribió en enero, mucho antes de conocer el resultado eurovisivo.
La producción, firmada entre Sevilla y Miami, combina bases de house latino con un puente orquestal grabado por la Sinfónica de Bratislava. Entre los detalles sonoros destaca un apagón brusco en el minuto 2:05, seguido de siete segundos de silencio absoluto: un recurso que los fans ya interpretan como alusión subliminal al corrimiento de cables que dejó su micrófono sin señal en el ensayo general de Basilea, incidente nunca confirmado por RTVE.
Más allá de la catarsis, Melody prepara una edición de lujo de El Apagón con remixes de Juanjo Martin y la DJ Innmir, y no descarta presentarse de nuevo al Benidorm Fest “cuando tenga algo que aportar”. Entretanto, su equipo legal estudia reclamar a la UER la publicación íntegra de los votos jurado a jurado para despejar dudas sobre la posición española. La comparecencia del lunes servirá para despejar incógnitas y, quizá, para demostrar que los apocalipsis también se bailan.