Museo Guggenheim

No habrá Guggenheim en Urdaibai: el patronato pone fin al proyecto tras dos años de dudas y contestación social

Las instituciones vascas frenan definitivamente la ampliación del museo en la única reserva de la biosfera de Euskadi, después de haber defendido durante años un “sí o sí” hoy convertido en renuncia

La comarca de Busturialdea, en el País Vasco, es la única reserva de la biosfera del País Vasco, y es donde el Guggenheim proyectaba su ampliación
La comarca de Busturialdea, en el País Vasco, es la única reserva de la biosfera del País Vasco, y es donde el Guggenheim proyectaba su ampliación

Finalmente, no habrá Guggenheim en Urdaibai. El patronato de la Fundación Guggenheim ha decidido no seguir adelante con el proyecto de ampliación del museo en la única reserva de la biosfera del País Vasco, una iniciativa que llevaba años generando una fuerte contestación social, política y ecologista en la comarca de Busturialdea. “El patronato ha decidido no seguir adelante”, ha anunciado la directora del Guggenheim Bilbao, Miren Arzalluz, confirmando así el abandono definitivo de un plan que había sido impulsado con determinación por las principales instituciones gobernadas por el PNV.

El proyecto, en su última formulación presentada en 2021, planteaba una doble sede del museo en Guernica —en la antigua cubertera Dalia— y en Murueta, en los astilleros aún operativos, conectadas por una vía verde. La operación aspiraba a reproducir en la comarca el llamado “efecto Guggenheim” que transformó Bilbao a partir de 1997 con el edificio diseñado por Frank Gehry. No era la primera vez que se intentaba una expansión: ya en etapas anteriores se había planteado una ampliación “discontinua” en Pedernales (Sukarrieta), que tampoco prosperó.

Museo Guggenheim Bilbao.
EFE

La renuncia supone un giro político relevante. La diputada general de Vizcaya, Elixabete Etxanobe, llegó a asegurar durante la campaña electoral de 2023 que el Guggenheim en Urdaibai se haría “sí o sí”. En la misma línea se había expresado el actual lehendakari, Imanol Pradales, quien cuando formaba parte del Gobierno foral comprometió hasta 40 millones de euros de recursos públicos para el proyecto. “Es una reserva de la biosfera, no una reserva india”, llegó a defender ya como lehendakari. Hoy, ese discurso ha quedado atrás.

“Poner fin al proyecto es lo más responsable”

“El camino sería muy largo, complejo y, aun así, sin todas las garantías. Por eso, las instituciones hemos concluido que poner fin al proyecto es la mejor decisión, la más responsable”, explicó Etxanobe en una comparecencia en la que estuvo acompañada por la vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, y por Arzalluz. La diputada general reconoció que no se trataba de una decisión fácil y aseguró que la Diputación no renuncia a su compromiso de dinamizar la comarca por otras vías. Bengoetxea, por su parte, subrayó que no ha existido una única razón para el abandono, sino un cúmulo de dificultades, incertidumbres y una apelación final a la responsabilidad institucional.

El punto de inflexión llegó tras dos años de reflexión. A comienzos de 2024, el entonces lehendakari Iñigo Urkullu anunció la apertura de un periodo de análisis sobre la viabilidad del proyecto. Con ese plazo prácticamente agotado, el patronato —integrado por el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York, además de entidades como BBK, BBVA, Iberdrola, Metro Bilbao y varios grupos mediáticos— ha optado por cerrar definitivamente la carpeta.

El arquitecto Frank Gehry posa ante el Museo Guggenheim Bilbao para conmemorar el aniversario de la obra que creó hace 25 años
El arquitecto Frank Gehry posa ante el Museo Guggenheim Bilbao para conmemorar el aniversario de la obra que creó hace 25 años

La decisión se produce en un contexto adverso que amenazaba con prolongar el proyecto durante años sin garantías de ejecución. Desde el inicio, la ampliación del Guggenheim en Urdaibai ha estado rodeada de una intensa oposición social y ecologista, con manifestaciones periódicas en Guernica y Murueta y una creciente presión judicial. Diversos colectivos recurrieron ante la Audiencia Nacional la decisión de la Dirección de Costas de reducir la protección del litoral de 100 a 20 metros en la zona afectada, una medida considerada incompatible con el estatus de reserva de la biosfera.

A ello se sumaba el conflicto en torno a Astilleros Murueta, todavía en funcionamiento. Aunque el acuerdo entre la Diputación y el Gobierno central preveía ayudas públicas —incluidos 40 millones de euros— para la recuperación de los terrenos, la salida de la empresa implicaba un coste adicional y un proceso jurídico complejo. La concesión del suelo, vigente desde 1943, expiró en 2018, un argumento utilizado por las plataformas contrarias al proyecto para exigir el fin de la actividad industrial y la restauración ambiental del enclave.

374 investigadores, en contra del proyecto

El rechazo al Guggenheim de Urdaibai también se ha articulado desde el ámbito académico y científico. En el proceso de escucha impulsado a través del Agirre Lehendakaria Center han emergido más detractores que defensores, y un manifiesto firmado por 374 investigadores de 31 países alertó del impacto ambiental del proyecto. A estas críticas se sumaron llamamientos a organismos internacionales como la Unesco y Ramsar, aumentando la presión sobre la Fundación Guggenheim.

Demasiado ruido, demasiada incertidumbre y un riesgo creciente de quedar asociados a un proyecto percibido como contrario a la protección ambiental. Con la decisión adoptada, el “sí o sí” institucional al Guggenheim en Urdaibai se convierte definitivamente en un no.