Música

‘West End Girl’: Lily Allen se sincera sobre su separación de David Harbour en su nuevo disco

Siete años después de su último trabajo, la cantautora inglesa vuelve con un disco tan directo como irónico, en el que se abre para relatar lo que han sido los últimos meses de su vida

Lily Allen en el visualizer de "Pussy Palace"
Lily Allen

Lily Allen estrena West End Girl, su primer disco en siete años. Desde que publicara No Shame en 2018, la vida de la cantautora británica ha cambiado tremendamente. Desde un viraje profesional hacia el mundo del teatro y las artes escénicas hasta la participación habitual en un popular podcast, Miss Me?, que conducía junto a Miquita Oliver. Y, por supuesto, su mudanza a la ciudad de Nueva York y su matrimonio con el actor de Stranger Things David Harbour han marcado los último años de su vida. El pasado enero, sin embargo, la cantante había anunciado que se tomaría un descanso profesional por salud mental tras haber entrado en una “espiral de tristeza y apatía”. Al siguiente mes, Allen y Harbour anunciaron su separación.

Esa fue la última noticia que habíamos tenido de la artista inglesa, hasta la semana pasada. Con solo una semana de antelación previa a su estreno, Lily Allen reveló que lanzaría West End Girl el 24 de octubre. Acompañado por un un buen surtido de visualizers (uno de los cuales la incluye vestida como una monja, coincidiendo con el anuncio de lo nuevo de Rosalía), el trabajo de 14 canciones vio la luz.

Portada de West End Girl
Lily Allen

Un proyecto personal, directo e irónico

Para la cantante ha supuesto un proyecto tremendamente personal e importante. “Estoy nerviosa. El disco es vulnerable de una manera que mi música quizás no ha sido antes, y mucho menos a lo largo de un álbum completo», compartió Allen en un comunicado. Como si cada canción fuera el seguimiento de un rápido pensamiento en esta etapa de dudas y confrontación, el álbum se gestó rápidamente. La cantautora escribió y grabó el proyecto en 10 días en Los Ángeles a finales del año pasado, antes de terminarlo entre Londres y Nueva York.

Precisamente la ciudad de la costa este estadounidense juega un papel importante en el disco. Allen refleja el tiempo que pasó viviendo en la ciudad después de mudarse allí en 2020 y todo lo que ha traído en su vida. “He intentado documentar mi vida en una nueva ciudad y los acontecimientos que me han llevado a donde estoy ahora”, afirma la artista. “Al mismo tiempo, he utilizado experiencias compartidas como base para canciones que tratan de profundizar en por qué los seres humanos nos comportamos como lo hacemos, por lo que el disco es una mezcla de realidad y ficción que espero que sirva como recordatorio de lo estoicos, pero también de lo frágiles que podemos ser los seres humanos. En ese sentido, creo que es un álbum que trata en gran medida sobre la complejidad de las relaciones y cómo todos las gestionamos”.

Lily Allen estrena “West End Girl”
Charlie Denis

La claridad de las letras y los mensajes de la cantautora, que casi llegan a incomodar al oyente, contrastan con el sonido brillante de la producción de Blue May, Seb Chew y Kito. Desde el pop, la cantante bascula para dar ritmos y tonalidades que juegan con géneros como el reggae de Nonmonogamummy o el scratcheo hip hop de Dallas Major, mientras recorre en orden cronológico una relación que se va deteriorando, desde los primeros avisos (West End Girl) hasta la inseguridad (Tennis) o los peores descubrimientos (Madeleine).

El disco esconde una clara rabia, pero también hay mucho de su particular humor e ironía. Pese a toda la tensión y el dolor, Lily Allen no pierde los papeles y da lugar a un disco que parece una radiografía del desengaño moderno, donde la intimidad se mezcla con la imagen pública y las emociones no pueden procesarse sin verse publicadas. La sinceridad de Allen en West End Girl no requiere de grandes gestos, sino que muestra que la artista entiende la música como espacio para ordenar y comprender la propia vida.

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