La Selección Española cambia de ciclo, pero no de forma limpia ni indolora. La RFEF decidió este lunes no renovar a Montse Tomé como seleccionadora. Así, se cerró abruptamente una etapa de dos años marcada por la tensión, algunos logros deportivos y la ausencia de Jenni Hermoso en las convocatorias.
Lo que podría haber sido una transición discreta terminó dejando un reguero de declaraciones, silencios incómodos y una sensación de traición que resuena.
Una destitución mal comunicada
La decisión se hizo oficial el 11 de agosto. La junta directiva de la RFEF votó no prolongar el contrato de Tomé. Y la entrenadora asturiana supo de su salida a través de sus representantes, sin una conversación directa con la federación.
Ella misma se sorprendió al reconocer públicamente su perplejidad por el cese: “No tengo la más mínima intuición de por qué me voy“, confesó en “El Larguero“, donde recordó que antes de la Eurocopa recibió señales claras de continuidad por parte de Rafael Louzán. La exseleccionadora lamentó que “ha faltado a la palabra que él especialmente le había dado”.
Silencio en el vestuario y una despedida fría
Más allá de la cúpula federativa, lo que más ha sorprendido en los últimos días es el silencio del vestuario. Ninguna de las jugadoras que fueron subcampeonas de Europa ha hecho una despedida pública a la que fue su seleccionadora durante dos años. Esta ausencia de mensajes no ha pasado desapercibida en redes sociales ni en los medios.
Algunos la interpretan como un reflejo del desgaste relacional que dejó su gestión. Tomé, intentando desdramatizar, aseguró que ha recibido mensajes privados de afecto. Sin embargo, también dejó entrever que esperaba algo más. “Me he sentido querida, aunque no me duele que no se hayan despedido públicamente“, dijo en tono ambiguo, quizá más revelador de lo que pretendía.
Un palmarés notable que no fue suficiente
Durante su mandato, Tomé consiguió logros importantes: ganó la Liga de Naciones, clasificó a España para los JJOO de París y llegó a la final de la Eurocopa 2025. A nivel deportivo, los números la respaldan. No obstante, su figura nunca logró consolidarse como un liderazgo firme y consensuado dentro del grupo.

La gestión del caso Jenni Hermoso, su silencio inicial tras el escándalo Rubiales y algunas decisiones tácticas polémicas en momentos clave, minaron su credibilidad ante parte del vestuario y del entorno mediático.
Declaraciones que reabren heridas
Uno de los momentos más comentados en la entrevista con “El Larguero” fue en el que Montse Tomé se refirió a su comparecencia en el juicio de Rubiales. “He tenido que ir a un juicio a defender por qué no venía una jugadora” declaró. Sus palabras han generado malestar ente parte de la afición, que cuestiona la oportunidad y el tono elegido.

En lugar de posicionarse claramente sobre lo ocurrido con Jenni Hermoso, Tomé optó por mostrarse sorprendida por haber tenido que justificar decisiones técnicas en un ámbito judicial. La ambigüedad del mensaje ha reactivado tensiones que se creían superadas y ha sido interpretada por muchos como una falta de autocrítica y empatía. A ello se une también la famosa imagen en el acto donde el expresidente anunció su no dimisión.
El juicio de la opinión pública
El impacto de sus declaraciones fue demoledor en la opinión pública. Muchos creen que Tomé ha intentado matizar su papel en aquel episodio, quizá para limpiar su imagen al final de su etapa. Pero lejos de generar empatía, sus palabras se interpretaron como una falta de coherencia y sensibilidad.
La figura de Jenni Hermoso, símbolo de resistencia y víctima en el caso Luis Rubiales, sigue siendo un eje ético en el que la afición mide comportamientos. Y en ese juicio social, muchos consideraron imperdonables las declaraciones de Tomé.
Renovación o ajuste de cuentas
Fuentes internas afirman que la llegada de Reyes Bellver como nueva directora de fútbol femenino, el pasado febrero, aceleró esta transición. La voluntad de renovar estructuras, ofrecer una imagen de modernización y cerrar heridas abiertas tras el caso Rubiales habrían pesado más que los méritos de Tomé.
💥 ¿Si fueses Louzán o Bellver habrías renovado a Montse Tomé?
🗣️ SÍ
💥 ¿Qué es lo que más te ha jodido?
🗣️ "Que había engañado porque no he engañado a nadie"
🗨️‼️MONTSE TOMÉ responde a @lussonia en #ElLarguero
🔴 Directo: https://t.co/ojMOCvwPFP pic.twitter.com/PGddLUutRg
— El Larguero (@ellarguero) August 12, 2025
En este contexto, Sonia Bermúdez aparece como una figura de confianza para la nueva línea federativa. Pero también como un posible instrumento de control más que de ruptura.
Un adiós sin aplausos ni honores
Montse Tomé se marcha sin medalla olímpica, sin despedidas públicas y con la amargura de quien siente que no se le reconocen los méritos. Su legado queda en suspenso: celebrada por sus logros, discutida por su gestión interna. El nuevo futuro de la Roja empieza con interrogantes y más con Sonia Bermúdez en el banquillo, donde la afición ya muestra su desencanto con que es más de lo mismo.