Entrevista

Joanna Pardos, directora del documental Se acabó: “Jenni nos hizo un favor a todos”

El documental, que está nominado a los premios Emmy que se entregan el próximo 24 de noviembre en Nueva York, contó en voz de las capitanas su lucha por ser escuchadas

Joanna Pardos dirigió un documental tan necesario como codiciado. `#Se acabó: Diario de las campeonas´ (YouFirst, 2024) cumple un año desde su lanzamiento con la mejor de las noticias, su nominación a los premios Emmy que se entregan el próximo 24 de noviembre. Se recogen los frutos después de haber reunido las principales voces tras el Mundial de Australia y Nueva Zelanda y todo lo que se desencadenó a partir del mismo. “Era el tema del año. Cuando fuimos a Netflix nos dijeron que hasta veinte productoras que han venido con este proyecto“, pero ella y su equipo tenían algo que el resto no, la relación de confianza establecida con Alexia Putellas, artífice primera del movimiento `Se acabó´.

Pardos ya había dirigido el largometraje dedicado a la estrella del Barça, y de hecho, toda la vorágine del beso no consentido de Rubiales a Jenni ocurrió durante el rodaje del `Alexia Labor Omnia Vincit´, también producido por YouFirst. “Ella acababa de ganar el segundo Balón de Oro y ella me contaba todo lo que cuenta en el documental y yo le decía , Alexia tenéis que contarlo, tenéis que denunciar este ninguneo, tienes que ser valiente. Lo que no sabíamos es que Rubiales nos lo iba a poner en bandeja”, recuerda la directora .

“El beso nos daba la oportunidad e contar todo el iceberg debajo de más de una década de desigualdades”, asume una Joanna Pardos que se caracteriza por plasmar en sus documentales una denuncia social.

La Selección Absoluta femenina decidió plantarse en agosto de 2023 para tratar de conseguir un trato justo que llevaban demasiados años echando de menos. No eran las primeras, de hecho, generaciones anteriores como la de Vero Boquete lo habían intentando cuando Ignacio Quereda era el seleccionador. Para Pardos la diferencia con la respuesta social del Caso Rubiales estaba en la madurez de quien recibía el mensaje. “A veces estas luchas necesitan una sociedad preparada. Ni el mismo Rubiales esperaba que la gente se echara a la calle para defender a unas jugadoras de fútbol, pero hubo un antes y un después en el que todos dijeron Se acabó”.

A la hora de trabajar en un documental tan coral, a nivel de contenido ¿Cuál ha sido el mayor reto?

Para mí ha sido uno de los trabajos más complejos por el hecho de que la historia tenía muchas ramificaciones. Hubiese podido hacer una película solo del conflicto de las 15, hubiese podido hacer una película sin el mundial, hubiese podido hacer una película que empezara solo con el beso hacia delante. Tienes que hacer un esfuerzo de priorizar que es lo esencial para conseguir transmitir aquello que sea más útil para lo que queremos también que genere este documental.

Hay mucha renuncia de momentos, de historias, cada una ha vivido su propio drama particular. Por ejemplo el caso de Sandra Paños, que merecía sólo ella un spin off.

¿Hubo jugadoras que declinaron estar?

El fútbol femenino tiene un problema y es que casi toda la representación son hombres y en algunos casos hombres machistas. A veces los propios agentes creyeron que sería un problema que sus jugadoras diese su opinión cuando fue todo lo contrario. Las empodera y las ayuda a conseguir más recursos.

Eso le hace un flaco favor al futuro del deporte femenino, el hecho de que no haya una feminización y cuando hablo de feminización no me refiero solo a que haya mujeres, sino una una mentalidad.

¿Qué Jennifer Hermoso os encontrasteis?

Cuando grabamos con ella todavía no había sido el juicio y como periodista te limita, éramos conscientes. Pero el nivel de honestidad, de cómo se mostró de abierta, en carne viva, sin poner filtros.

Hasta para hacer reproches. Eso es lo que más me sorprendió, en esa cena en la que Jenni le dice a Alexia yo estaba llorando y tú no hiciste nada. Eso fue muy honesto.

Estaban en el día más especial de sus carreras y ellos aprovecharon el momento de que estaban embriagadas.

Esa secuencia de la cena de la que hablas. ¿Cómo se forjó?

Recuerdo uno de los cámaras, que además está muy acostumbrado a hacer temas sociales duros, cuando cortamos la secuencia me dijo: “Tengo la sensación de haber vivido algo histórico”. Y era verdad. Yo recuerdo que llevaba el guion en la mano, y lo tiré porque lo que estaba pasando era mucho más genuino y honesto que lo que yo había preparado.

Era una cena de tres amibas que habían vivido el mejor y peor momento de sus vidas y haciendo balance de ese episodio. Ellas sentaron a hablar de lo que había pasado pero también de cómo se habían sentido, fue muy de verdad.

De todo el feedback que habéis recibido con `Se acabó: diario de las campeonas”, ¿Qué era lo que más valorabas?

A mi lo que me preocupaba era que las jugadoras sintieran que su historia estuviese bien reflejada, sus mensajes me transmitieron que habíamos hecho un trabajo coherente. Eso me dio mucha tranquilidad y mucha paz.

También hubo quien nos preguntó porque no estaba Rubiales o Jorge Vilda. Por supuesto tuvieron su derecho a réplica, pero declinaron estar.

Siempre he sido muy clara de que este no es el documental de lo que pasó, ni tampoco el del Mundial. Es el de cómo las jugadoras lo vivieron. Es su visión de la historia. A mí, si la Federación quiere poner líneas, no ponerlas, si les gusta o no, la verdad, ni me lo he preguntado.

¿Crees que España es más feminista después de este documental?

Creo que España es más es más consciente de lo que ya no vamos a permitir. Quizás sí, en ese sentido es  más feminista. Nos hizo pensar en esos límites que es importante que pongamos y en ese aspecto creo que la manera en la que Jenni reaccionó ha marcado un antes y un después, que nos hace un favor a todos.

Nos despedimos deseándole suerte en Nueva York. “No me he preparado nada” asume con humildad sobre un posible discurso de agradecimiento. “Pero lo mejor de estar allí es conseguir que la lucha de estas jugadoras llegue a esta ceremonia, y si encima ganáramos, pues el escenario también sería un buen lugar para volver a poner voz a su lucha”.