María Segura Pallerés (Barcelona, 1992) hace una pequeña pausa en su viaje por Malasia con su familia para atender a Artículo14. La pillamos en Kuala Lumpur días antes de poner rumbo a Borneo en el colofón al anuncio de su retirada, “es mi viaje de jubilación”, comenta entre risas sobre un adiós soñado. “La verdad es que si me hubiesen dicho que escribiese en una hoja en blanco como quería retirarme hubiese sido así” admite.
Y es que, como casi todo en la vida de María Segura, su retirada estaba pensada. Pudo haber colgado las rodilleras en 2024, pero decidió postponerlo para que coincidiese en el mejor escenario posible. España en Tailandia disputaba después de 43 años un Mundial. “Se dice pronto, pero se tarda toda una carrera en conseguirlo”, comentaba María en sus redes antes de viajar hasta el país asiático.
Su último rugido con las leonas se fraguaba con un registro inédito, con la victoria por 1-3 ante Bulgaria, la Selección ganado su primer partido mundialista en el que su capitana era la máxima anotadora. María vestía por última vez la camiseta con el dorsal 33 justo cuando le coincide con los años que acaba de cumplir. “Nunca me imaginé que me retiraría haciendo historia, así que creo que soy una privilegiada porque esto no lo puede vivir todo el mundo“, reconoce la catalana.
María Segura: “La suerte te la buscas tú”
El privilegio por “dedicarme a lo que me gusta” no es fruto de la casualidad. “Hace muchos años mi padre me dijo una frase que me dejó marcada. Me deseó suerte antes de un viaje pero me avisó que la suerte te la buscas tú“, y a partir de ese momento, buscó la manera de unir suerte y voleibol.

“Para mí ha consistido en ir trabajando bien, siempre con una sonrisa en la boca, siempre dando corazón para el club donde estaba y siendo muy consciente de dónde estaba y de que, si quería llegar arriba, tenía que trabajar. Cuando ya estaba arriba, quise asumirlo y dejar una buena reseña para que las otras jugadoras españolas puedan llegar“, explica de una oleada cada vez más común entre las nuestras. “Ahora mismo en Alemania hay bastantes más, en Italia también. Al igual que yo, hay otras chicas que también salimos muy jóvenes y hemos abierto el camino a muchas”, explica.
La petición a Broncano
Con el humor que le caracteriza quiso además hacerle una petición muy directa a David Broncano, ser invitada junto al resto de España al programa La Revuelta. Un tuit que fue apoyado por muchos seguidores que animaban al presentador a llevar a las jugadoras.
“Si no se ve vóley por televisión, no hay manera de que las niñas crean que se puede ser profesional”
El apoyo de la afición es algo que también le ha acompañado en sus últimos pasos como deportista de élite “había gente que vino a vernos al Tailandia, yo alucinaba”, recuerda con cariño.
Referente e inspiración
Igual que Carolina Marín lo es en el bádminton, María Segura es la figura española de un deporte que a pesar de ser muy practicado en nuestro país, deja mucho que desear a la hora de profesionalizarse. “Es muy difícil que con 600 u 800 euros que se cobran en los clubes españoles las chicas puedan dedicarse a ello. Llegas a juvenil y ves que no hay salidas para ser profesional”, eso en nuestras fronteras, porque fuera de ellas María Segura consiguió ser profesional.
“En Alemania eres una trabajadora más, como si fueses enfermera o periodista” no explica. “Allí te pagan el alquiler, el coche, los viajes, más un buen sueldo que te da la posibilidad de ahorrar y de estudiar. Yo voy a tener que trabajar pero habiendo generado un colchón que me permite estar más tranquila”. Gracias a ser emigrante del deporte que la enamoró desde niña, Segura ahora tiene un plan de futuro.
“Yo por eso a las jugadoras jóvenes les digo que se tienen que marchar fuera” asegura. “Para la Selección también viene muy bien que la jugadora juegue fuera”, continúa, aunque sabe que el escenario ideal sería el de poder retener el talento.
España aún lejos de la élite
Y es que, cuando María reflexiona sobre por qué España está tan lejos de potencias como Alemania o Italia, lo tiene claro “el fútbol se lleva casi todo el interés”, comenta sobre la falta de visibilidad que tiene el vóley a pesar de ser la quinta federación de España con mayor número de licencias federativas. Según los últimos datos de mayo de 2025, el voleibol tiene 121.711 adeptos en nuestro país.
El problema, por tanto, no es falta de interés. “Si no se ve vóley por televisión, no hay una manera de que las niñas crean que se puede ser profesional”, expone la capitana. “A mi de hecho me ocurrió también, yo crecí viendo fútbol. Cuando me dijeron que me podía dedicar a esto, no me lo creía”, recuerda de sus inicios.
“Es necesario que, igual que ocurrió con el fútbol femenino hace unos años, se invierta en el voleibol“, sentencia.
Una nueva vida
Tras veinte años ligada a un deporte que le exigía unas cinco horas diarias de entreno, planificar bien su nueva vida era indispensable para hacer una buena transición. Preparar la retirada ayudada por profesionales, “con Obdulia (Tejón, psicóloga deportiva del CAR) lo trabajé durante dos años, para poder retirarme tranquila“, relata de una aventura en la que se embarcará próximamente. “Voy a abrir una nueva etapa dedicada a la representación de jugadoras” explica con ilusión.
La suerte que María Segura Pallerés buscó es la que hoy recoge tras un gran trabajo hecho.