La carrera de María Segura dio por cerrado su capítulo deportivo en el pasado mundial celebrado en Tailandia el pasado mes de agosto. Lo hacía escribiendo en los libros de historia del deporte capitaneando a la selección española de vóley a su primera victoria mundialista.
Su retirada deportiva estaba asociada a nuevos proyectos en mente para arrancar. Ser madre, uno de ellos. Y gracias a haber sido “muy previsora y planificar mi retirada con cabeza” el famoso reloj biológico ya no corre en su contra.

“Desde siempre he tenido bastante claro que quiero ser ser madre. Cuando tienes 22, 23, 24 piensas que es algo lejano, pero cuando llegas a los 27, 28, la gente de tu alrededor empieza a tener hijos, ves que se acerca más el momento”, reconoce. Fue en el seno familiar donde conoció la posibilidad de la congelación de óvulos como medida para poder retrasar el momento de ser madre. “Mi padre es ginecólogo y fue un tema que me propuso él, sabiendo que yo quería seguir jugando algunos años más”.
El Dr. Ignasi Segura, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital CIMA de Barcelona y padre de María explica lo determinante que es el momento en el que la mujer decida ser madre. “La fertilidad ya sea hombre o mujer desciende con la edad, en la mujer a partir de los 35 años hace una caída muy muy rápida”, explica.
El momento idóneo
“Empecé planearlo para encontrar un momento donde entre club y Selección podrían hacerlo”, recuerda María. En el septiembre siguiente comenzó el tratamiento, pero a la hora de la extracción el resultado no fue el esperado.
“No se obtuvieron los óvulos suficientes”, explica María a lo que su padre nos apunta “el número óptimo son en torno a 12 óvulos, ya que hay que pensar que no todos los óvulos extraídos luego llegan a término”. “La razón podría ser el estrés continuado a la que se ven sometidas las deportistas”. Al año siguiente quiso repetirse la extracción.
Para ella tener esa garantía es una “posibilidad que no sé si voy a usar en el futuro pero ya sé que tengo una reserva por si no pudiese ser madre de forma natural”, mantiene. “Es la solución que te permite tener la seguridad de que podrás tener un hijo”, apunta el Dr.Segura.
“Yo ahora soy como portavoz entre las compañeras de la Selección”
María es consciente de que su suerte no es la de todas, por eso, una vez retirada quiere hacer una labor de divulgación. “Yo ahora soy como más portavoz entre las compañeras de Selección, lo he hablado con ellas de un poco de sen sensibilizar a a las chicas”, nos comenta, “igual que estudian para poder tener un plan B en el futuro, que también piensen en esto como una opción para después de la retirada. Es muy importante que se conciencien”, añade.
Procedimiento
El Dr. Segura nos plantea cada paso de un proceso que María reconoce que fue “más sencillo de lo que creía“. “Únicamente es hacer un estudio hormonal, concretamente de la hormona antimoleriana y es que nos nos indica en qué situación se encuentran los ovarios y la fertilidad y es un un análisis simple, junto a una ecografía y luego ya se puede programar el ciclo de preservación”, nos explica.
De cara a poder agendar con el calendario deportivo, Ignasi Segura mantiene que “se puede hacer cuando la deportista lo desee ya que podemos provocar la menstruación cuando queramos“.
El desconocimiento de cómo se realiza la congelación de óvulos y cuanto de invasivo es el tratamiento, es otro de los temores que en ocasiones hacen declinar o postponer esta opción. “El tratamiento consiste en diez o doce días de estimulación y a los dos días se extraen los óvulos, es decir que la deportista deja de hacer actividad fuerte durante dos semanas”, explica el ginecólogo.
Para María otro de los temores era el de poder coger mucho peso y no sentirse igual a la hora de competir. “Uno de mis miedos es que fuese a cambiarme el cuerpo o engordar de repente cinco kilos, pero la verdad que no fue así“, recuerda.
¿Cuánto cuesta congelar óvulos?
Otro de los aspectos que ahuyenta a mujeres a decidirse es el económico. La extracción de óvulos en España ronda los dos mil quinientos euros aproximadamente y normalmente el tiempo que se incluye son tres años. Eso si, a ese precio hay que añadir la medicación que son unos 800″, explica el Dr. Segura. Una cantidad que hace que no sea accesible para muchas deportistas que no estén becadas o dentro de planes de becas para deportes olímpicos como ADO. “En la sanidad pública no está contemplada la extracción como si lo está la fecundación in vitro”, nos comenta el doctor.
La reflexión pasa por el servicio que María y muchas deportistas de élite hacen por nuestro país. La pregunta que nuestro medio se hace es, si dedican parte de su vida (la que coincide con sus años fértiles) a representar nuestros colores, ¿no sería lo más justo devolverles una garantía de poder ser madres cuando acaba su etapa deportiva?