Maternidad

Beatriz Caro de la Barrera: “Tengo que asumir que voy a facturar menos tras ser madre”

Artículo14 repasa con una trabajadora autónoma los problemas a la hora de conciliar su trabajo con su reciente maternidad

Este es el tiempo del que dispones para solicitar la baja por maternidad.

Beatriz ha sido madre recientemente. El 20 de julio dio a luz a Carla, su primera hija. También es autónoma desde 2010 y dirige su propia agencia de eventos y publicidad en Córdoba, Ipro organizaciones s.l., con dos trabajadoras a su cargo y clientes en varias comunidades autónomas. Ella es una de las primeras mujeres en disfrutar del permiso de maternidad tras la reciente ampliación aprobada por el Gobierno, pero, como ella misma admite, la noticia no ha cambiado mucho su realidad.

“A mí ese aumento de los permisos me dio bastante igual. Porque los autónomos vivimos al margen de estas cosas. Y aunque yo dentro de la agencia no trabajo sola, tengo compañeras de mucha confianza que me ayuda en la gestión diaria, siempre tienes que estar”.

Ha podido cogerse 16 semanas de baja, pero no porque las medidas la amparen especialmente, sino porque el calendario le ha beneficiado:

“He cogido completas esas semanas porque el pico de trabajo llega en octubre. La suerte que he tenido es que la niña ha nacido justo cuando tenemos menos eventos”.

Desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (UATAE) explican que muchos autónomos no se cogen la baja por varios motivos: por desconocimiento de sus derechos, por bases de cotización demasiado bajas —que reducen las prestaciones— o por miedo a frenar su actividad. En su caso, Beatriz era consciente del derecho, pero chocó con la burocracia.

“Sí sabía que tenía derecho a estas bajas pero no tenía conocimiento de lo complicado que era solicitarlo. Es un trámite muy complejo y yo sola no podría haberlo hecho o me hubiera llevado dos semanas de mi tiempo porque es una burocracia nada intuitiva”.

Aunque ha contado con el respaldo de su equipo, la maternidad la ha obligado a replantearse su forma de emprender. Ya lo anticipó hace cinco años, cuando comenzó a pensar en tener hijos.

Ya no iba a poder dedicarme en cuerpo y alma al trabajo, pensé en hacer una ampliación del negocio y la descarté porque no podría atenderlo más adelante y tuve que apostar por mayor tranquilidad. Podíamos haber crecido pero con un hijo no se podía”.

Para prepararse, modificó su base de cotización de forma anticipada y asumió un coste mayor para protegerse durante la baja: “Lo que hice fue subirme los últimos años la base de cotización porque la mayoría cotiza por el mínimo y luego no tiene suficiente dinero durante la baja así que lo hice con previsión y hablé con la asesoría para no quedarme desamparada. Ahora pago casi 700 euros al mes, pero me lo puedo permitir y me compensa. Tengo mucha suerte pero esa no es la realidad habitual de un autónomo, por ejemplo el que tenga una tienda. Esa persona tiene que cerrar cuando es madre”.
Aun así, desvincularse por completo es casi imposible. El teléfono sigue siendo parte del día a día:
“En las últimas semanas del embarazo, compraba pañales y hacía gestiones, no he tenido una semana de tranquilidad absoluta. También tengo asumido que estas semanas de baja por maternidad seguiré atendiendo al móvil, es inevitable que te llamen los clientes”.

Lleva 15 años al frente de su negocio y no se imagina haciendo otra cosa, aunque a veces le tienta la estabilidad del trabajador por cuenta ajena:

“Siempre he tenido alma de empresaria, elegí ser empresaria con 24 años, y he tenido la suerte de que he podido mantener el negocio durante 15 años. Pero he pensado varias veces: ¡ojalá trabajar en una oficina!”. Ahora, piensa ya en el regreso. En los eventos, en los viajes, en el equilibrio que debe encontrar entre su hija y la empresa.

“Viajo mucho y ahora, seguramente, me tenga que llevar a la niña. El tema de la guardería, tampoco me cubre las horas que trabajo. En el caso de las autónomas, trabajamos muchas más horas de lo habitual y es muy complicado porque siempre hay gestiones por hacer, no es viable. Tienes que tener a alguien en casa o facturar menos. Y es la posición que yo he adquirido. Lo que voy a hacer es asumir que voy a facturar menos tras ser madre”.

Una renuncia temporal a los beneficios para poder sostener todo lo demás.

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