Conoce a tu jefa

“El sector inmobiliario estaba muy masculinizado, y ahora vivimos un cambio en el que la capacitación y la empatía ganan espacio”

Noelia Rosón, Chief Operating Officer de Testa Homes, comparte con Artículo14 su trayectoria en el sector inmobiliario, conciliación y su visión sobre un liderazgo

Noelia Rosón es Chief Operating Officer de Testa Homes, plataforma multifamily en alquiler residencial de larga duración. Desde su incorporación en 2020, lidera la estrategia operativa y de transformación del negocio, impulsando la digitalización y la eficiencia en la gestión de un porfolio de 14.000 viviendas.

Con más de 20 años de experiencia en el sector inmobiliario, su estilo de liderazgo se caracteriza por la orientación a resultados, la innovación y el empoderamiento de equipos de alto rendimiento, fomentando una cultura corporativa basada en la responsabilidad, la colaboración, la mejora continua. Rosón representa a una nueva generación de directivas que impulsan la transformación del sector inmobiliario español desde la eficiencia, la sostenibilidad y la tecnología.

Rosón cuenta a Artículo14 su experiencia en el sector y la toma de decisiones que ha tenido que enfrentar a lo largo de su carrera.

¿Cuál ha sido la decisión más difícil en su carrera profesional?

La más difícil fue decidir “desescalar”, dar un paso atrás para cuidar a mis hijos. En ese momento, liderazgo femenino y conciliación no eran conceptos que convivieran bien en el sector inmobiliario. Sentí frustración porque parecía tener que elegir entre ser madre o profesional. Con el tiempo entendí que fue la mejor decisión: me permitió redefinir mis prioridades, fortalecerme emocionalmente y volver con una visión más equilibrada del éxito.

¿Cuál es el consejo que más ignoró al inicio de su carrera y cuál fue la consecuencia? ¿Y cuál fue el más útil?

Ignoré el consejo de no ser tan exigente conmigo misma. Soy inconformista y me costó aceptar que equivocarse no es fracasar. Esa autoexigencia me llevó a agotarme en más de una etapa. En cambio, el mejor consejo fue “haz lo que disfrutes de verdad”. Parece simple, pero es fundamental. Cuando trabajas con pasión, la exigencia se convierte en energía positiva y no en presión. Es lo que me guía todavía hoy.

¿Cuándo dejó de sentir que tenía algo que demostrar y empezó a disfrutar del éxito profesional?

Creo que nunca se deja del todo de querer demostrar, pero cambia el enfoque. Ya no siento la necesidad de demostrar a los demás, sino a mí misma. Ahora disfruto viendo cómo las decisiones que tomamos como equipo generan impacto real. El éxito dejó de ser un destino para convertirse en un proceso. Me motiva más la evolución que los reconocimientos. Eso es lo que realmente disfruto hoy.

¿Qué mito sobre el liderazgo femenino le gustaría desterrar para siempre?

El de que existe un liderazgo “masculino” o “femenino”. Hay buenos y malos líderes, con independencia del género. Durante años el sector inmobiliario fue muy masculinizado, y ahora vivimos un cambio en el que la capacitación y la empatía ganan espacio. Las mujeres no tenemos que imitar modelos masculinos para liderar. Liderar es influir, inspirar y construir, y eso no tiene género. Me gustaría que dejáramos de medirnos desde esa comparación.

¿Qué hábito o ritual sigue para mantener la creatividad y la claridad mental en su día a día?

Mis trayectos en coche son mi momento de silencio. No escucho radio ni música; los uso para pensar, organizar el día o cerrar mentalmente la jornada. Ese espacio sin interrupciones me ayuda a centrarme, a conectar ideas y a soltar el ruido. El resto del día suele ser un torbellino, así que esos minutos son mi pequeña rutina de claridad mental. Es mi manera de recargar energía.

¿Cuál es su fórmula para conciliar la vida profesional con la familiar?

No hay una fórmula mágica, y durante mucho tiempo viví con culpa por no llegar a todo. Hoy entiendo que conciliar no es dividir el tiempo, sino estar presente donde decides estar. Cuando estoy con mi familia, intento ofrecer mi mejor versión, sin distracciones ni remordimientos. Y cuando trabajo, me concentro plenamente. Es un aprendizaje continuo, pero he aprendido que la perfección no es el objetivo: la coherencia sí.

Un error profesional del que aprendió una lección valiosa

Subestimé el poder de los datos. Durante años confié demasiado en la intuición y la experiencia, pero aprendí que sin métricas y procesos sólidos, las decisiones se vuelven vulnerables. Hoy los datos son mi punto de partida, no mi destino. Me permiten contrastar intuiciones y sostener decisiones estratégicas con evidencia. La lección fue clara: la intuición lidera, pero los datos validan.

Si el éxito profesional fuera un deporte, ¿qué tipo de entrenamiento recomendaría para jugarlo bien?

Para mí sería un triatlón. Hay que combinar resistencia para los proyectos a largo plazo, velocidad para las decisiones clave y flexibilidad para adaptarse a los cambios. No siempre se gana por ser el más rápido, sino por saber dosificar, recuperarte de los errores y mantener el foco. El éxito requiere preparación, constancia y equilibrio. Y, sobre todo, disfrutar del recorrido.

Un imprescindible en el bolso

Siempre llevo una libreta y un bolígrafo. Puede sonar clásico, pero me gusta escribir ideas, frases o reflexiones. En un mundo tan digital, anotar a mano me ayuda a recordar mejor y conectar ideas de forma más creativa. Además, nunca sabes cuándo aparecerá una buena idea… y prefiero atraparla antes de que se pierda.

Su cita o frase vital

“No esperes el momento perfecto, toma el momento y hazlo perfecto”. Creo profundamente en la acción: en avanzar, decidir, crear. El trabajo constante vence al talento cuando el talento no se esfuerza. Esa es mi filosofía: trabajar con pasión y propósito, sin esperar que las condiciones sean ideales. El éxito se construye mientras se anda.

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