Hay quienes reinan en internet con bailes virales, quienes lo hacen con rutinas de maquillaje, y luego está Emma Chamberlain, la joven californiana que con apenas 22 años pasó de ser la chica graciosa de YouTube a convertirse en la reina indiscutible del café. Hoy, está influencer convertida en empresaria, es propietaria de un emporio de café y una cafetería en Los Ángeles que amenaza con convertirse en lugar de peregrinación para toda una generación.
Su historia no es la de una empresaria tradicional formada en Harvard Business School. Emma lo construyó todo desde cero, con una cámara de YouTube en su habitación y una taza de café siempre a mano. Jamás ha dado tutoriales sofisticados, al contrario, lo suyo era el paraíso del caos pero tal vez por eso triunfó. “Lo que me gustaba era hablarle a mi audiencia como si estuviéramos al teléfono“, confiesa. Esa cercanía fue lo que le ganó millones de seguidores y la catapultó más allá de la pantalla.
Hoy, a sus 22 años, ha pasado de los vlogs caseros a dirigir su propia marca, Chamberlain Coffee, que en 2025 facturó cerca de 50 millones de dólares. “YouTube es un proyecto de largo plazo. Incluso Chamberlain Coffee lo es. Para mí sigue siendo un proyecto de pasión”, reconoce.

De adolescente de YouTube a icono generacional
Chamberlain empezó en YouTube en 2016, cuando tenía apenas 15 años. En una década, se ha convertido en símbolo del estilo de vida de la Gen Z. Es casi natural encontrarla desfilando de invitada por las grandes firmas de moda en alfombras rojas, ha sido anfitriona de entrevistas en el Met Gala, y su podcast ‘Anything Goes’ -algo así como ‘todo vale’- se ha convertido en un espacio íntimo donde habla con sus seguidores como si fueran amigos. Pero detrás de cada video siempre ha existido en las apariciones de Chamberlain el elemento común del café. “Queríamos comprobar que mi audiencia estaba interesada en esto y que había un mercado Gen Z para el café”, admite. Para el lanzamiento, se asoció con la tostadora Bixby Coffee y lanzó un blend de edición limitada. En 24 horas, el lote se agotó. Más de un millón de personas visitaron la web.
Su camino empresarial comenzó en el 2019, con apenas 18 años, cuando decidió transformar su obsesión en el proyecto empresarial ‘Chamberlain Coffee’. Con la ayuda de un equipo de expertos en la industria del café, lanzó su primera edición. Hoy la marca ofrece más de cien productos entre cafés en grano, matcha, lattes enlatados y accesorios. Está disponible en 8,500 tiendas de Estados Unidos, desde Whole Foods hasta Target y Walmart.
Pero lo que distingue a la marca es el amor por la leche vegetal. “Muchos de los productos de café del mercado en los últimos diez años han estado centrados en la leche de vaca, y nosotros estábamos deseando desviar ese enfoque y centrarnos en la leche vegetal. Para nuestra generación, el café con leche de avena es casi un icono”, explica Emma. Lo que empezó como una marca online se convirtió rápidamente en un fenómeno cultural que, según la revista Forbes, factura cerca de 50 millones de dólares al año.

Un don para las colaboraciones
Después de años de pop-ups temporales y colaboraciones con marcas como Warby Parker, dio el gran salto al abrir el primer café físico de Chamberlain Coffee en el centro comercial Westfield Century City de Los Ángeles. Justo detrás del restaurante de Dani García ‘Casa Dani’. Con un talento especial para las colaboraciones. Una de las más recientes fue con Dove, con quienes lanzó un latte inspirado en la nueva línea de body wash de la marca Oat Milk Berry Brulee Latte. “Creo que Dove fue mi primer desodorante, el de pepino. Eso ya era una conexión, pero además tanto la marca como yo somos conocidos por nuestro amor a la leche vegetal. Era algo natural trabajar juntos”.
Uno de los aspectos más fascinantes de Emma es que no tiene estudios universitarios, ni experiencia en grandes corporaciones. Su Máster lo obtuvo en la práctica, aprendiendo a rodearse de personas con experiencia y confiando en su instinto. Para ella, la clave ha sido mantener el mismo tono que la hizo famosa en internet y hablamos de una personalidad que transmite cercanía y autenticidad. Chamberlain Coffee se distingue porque representa la filosofía de su creadora. “Yo no me presiono en crecer de una forma rápida y artificial. Quiero seguir siendo yo misma. En el podcast me di cuenta que no necesito hacerlo cada vez más grande. Lo que quiero es establecer una relación sana con mi audiencia”, reflexiona.