Tiene apellido vasco, pero es la mujer más rica de México. Se llama María Asunción Aramburuzabala Larregui y es una de las empresarias más influyentes de América Latina. Según el ranking de Forbes, su patrimonio ronda los 6.300 millones de dólares, una cifra que la sitúa entre las cinco mayores fortunas mexicanas y en torno al puesto 450 del mundo. Un lugar reservado, tradicionalmente, a grandes magnates industriales y financieros, casi siempre hombres.
Su riqueza tiene origen familiar, tras heredar una gran participación del Grupo Modelo, la histórica cervecera mexicana conocida en todo el mundo por bebidas como la ‘Coronita’. La relación de la familia Aramburuzabala con la compañía se remonta tres generaciones atrás. Su abuelo, Félix Aramburuzabala, emigró desde el País Vasco a México y se convirtió en una figura clave en la expansión del grupo durante el siglo XX, llegando a ocupar la vicepresidencia. Posteriormente, su padre, Pablo Aramburuzabala, continuó esa vinculación empresarial hasta su fallecimiento.
Paso al frente
La muerte de su progenitor marcó un punto de inflexión personal y profesional. María Asunción se encontró en ese difícil momento con un escenario especialmente hostil, marcado por las presiones de banqueros, socios y conocidos que intentaban hacerse con el control de las participaciones familiares. Todo ello en un momento delicado para su madre, que atravesaba el duelo por la pérdida de su marido y su hermana, que estaba embarazada. Fue entonces cuando decidió asumir la responsabilidad de tomar las riendas del negocio. El objetivo: proteger los intereses familiares y evitar que otros se aprovecharan de un evidente vacío de poder.

María Asunción optó por dar un paso al frente y aprender sobre la marcha, apoyándose tanto en su formación financiera como en la promesa que había hecho a su padre antes de morir: cuidar de la familia. En menos de un mes tuvo que enfrentarse a personas cercanas que aseguraban haber sido designadas por él para gestionar la empresa., Esta presión constante marcaría sus primeros años al frente del legado familiar.
Un referente de liderazgo
Una vez logró encauzar la herencia, su papel dentro de Grupo Modelo se consolidó. En 1996 pasó a ocupar posiciones de máxima relevancia en el consejo de administración de la cervecera, en un sector tradicionalmente dominado por hombres y en una época en la que la presencia femenina en las grandes empresas mexicanas era todavía excepcional. Aquel paso la situó como una de las pocas mujeres con verdadero poder de decisión en el sector.
Con 62 años, Mariasun -como la conocen en su entorno- es una empresaria con una sólida preparación técnica. Estudió Contaduría Pública en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una de las universidades más prestigiosas del país en formación económica y financiera.
Perfil inversor
El gran punto de inflexión en su trayectoria llegó en 2013, cuando el gigante cervecero AB InBev, el mayor productor de cerveza del mundo, adquirió Grupo Modelo por más de 20.000 millones de dólares. La operación supuso la integración definitiva de la cervecera mexicana en un conglomerado global. Pero también permitió a accionistas históricos como Aramburuzabala transformar una participación industrial en fuerte capital financiero. Ese movimiento marcó el inicio de una nueva etapa: la de gran inversora.
Desde entonces, María Asunción Aramburuzabala ha canalizado su patrimonio a través de su firma de inversión privada, con presencia en sectores clave de la economía mexicana y global. Entre sus apuestas destacan el sector financiero, el inmobiliario -a través de la desarrolladora Abilia- y el educativo, con participaciones en universidades privadas de distintos estados de México. También ha invertido en tecnología y telecomunicaciones, con posiciones en empresas como KIO Networks y América Móvil, así como en medios de comunicación como Televisa.
Imperio financiero
Además de su faceta inversora, ha ocupado puestos en algunos de los órganos más relevantes del sistema económico mexicano, como el Consejo de Administración de la Bolsa Mexicana de Valores, donde fue la primera mujer en formar parte del órgano, o el consejo de Televisa. Estos cargos la han situado durante décadas en el núcleo donde se toman las grandes decisiones empresariales del país.
Hoy, Aramburuzabala es la mujer más rica y la quinta persona con mayor fortuna de México, solo por detrás de Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota Velasco, Ricardo Salinas Pliego y Alejandro Baillères Gual. Pese a ello, mantiene un perfil público discreto: concede pocas entrevistas y evita la exposición mediática. Su fortuna simboliza una combinación poco habitual de herencia, formación financiera y estrategia inversora. La cervecera fue solo el punto de partida. Ahora, dirige un imperio financiero diversificado que la ha consolidado como una de las mujeres más poderosas del país.


