Reto demográfico

Las mujeres españolas viven más que nadie en Europa con 86,7 años de media

La AIReF estima que España alcanzará los 52 millones de habitantes en 2050 y advierte de que la tasa de dependencia escalará hasta el 70,5% por la jubilación de la generación del 'baby boom'

El tiempo no se detiene, pero hay países que parecen haber aprendido a estirarlo. En las calles soleadas, en las sobremesas interminables o en el cuidado constante, España ha convertido la vida en un bien prolongado. La estadística lo confirma: los españoles viven más que nadie en la Unión Europea (UE). La cifra encierra un triunfo colectivo de generaciones que han sabido alargar su paso por el mundo. En 2023, la esperanza de vida al nacer en España alcanzó los 84 años, la más alta de los Veintisiete, según recoge el último informe publicado por Funcas, ‘Focus on Spanish Society’. El dato sitúa al país a la cabeza de la longevidad, seguido de cerca por Italia, Suecia y Francia, y bastante por encima de la media comunitaria, que se sitúa en 81,7 años.

En este caso, las mujeres cuentan con cierta ventaja. La variable de género sigue siendo clave. En Europa, ellas viven de media 84,4 años frente a los 79,2 de los hombres. España repite el patrón, pero con una diferencia más acentuada. Las españolas alcanzan los 86,7 años, uno más que sus vecinas francesas, situándose como las más longevas del continente. Los hombres, en cambio, registran 81,3 años de esperanza de vida y ocupan el quinto lugar, apenas a cinco meses por detrás de Luxemburgo y Suecia, que lideran la clasificación. En el contexto nacional, los datos revelan que existe una disparidad de casi cinco años y medio entre ambos sexos.

¿Por qué ellas viven más?

Diversos estudios recientes han arrojado luz sobre las razones por las cuales las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, identificando factores biológicos, conductuales y sociales que contribuyen a esta diferencia. El sexo femenino presenta ciertas ventajas biológicas que favorecen su longevidad. Según el estudio ‘Explicando la brecha de esperanza de vida entre hombres y mujeres’, de la Universidad de Florida, las mujeres poseen dos cromosomas X, lo que les proporciona una “copia de seguridad” genética frente a posibles defectos en uno de ellos, mientras que los hombres solo disponen de uno.

Abuela y nieta - Sociedad
Dos generaciones: abuela y nieta
Shutterstock

Además, el estrógeno, hormona predominante en las mujeres, tiene efectos protectores sobre el sistema cardiovascular, lo que puede retrasar la aparición de enfermedades cardíacas en comparación con los hombres, tal y como refleja el informe. Por otro lado, ellos tienden a adoptar comportamientos de mayor riesgo, como el consumo excesivo de alcohol y tabaco, así como una mayor exposición a accidentes. También acuden con menos frecuencia a controles médicos preventivos que las mujeres.

El aumento progresivo de la esperanza de vida, junto a los flujos migratorios, llevará a España a alcanzar una población total de 52 millones de habitantes en 2050, según estima la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Sin embargo, la cifra de personas en edad laboral, es decir, entre los 16 y los 66 años, disminuirá hasta los 30,6 millones, lo que supone un descenso de más de 2,2 millones respecto a 2024. La caída se hace aún más evidente al comparar los datos con la población actual. En 2024, España contaba con unos 48,6 millones de habitantes, casi 3,5 millones menos que la cifra proyectada para mediados de siglo. Esto refleja un claro envejecimiento de la población y una reducción relativa de quienes forman la fuerza laboral.

70,5% de tasa de dependencia

A la espera de la jubilación de los trabajadores nacidos durante el baby boom, las estimaciones no son optimistas. La AIReF advierte que, aunque la población extranjera sigue creciendo, la tasa de dependencia -porcentaje de personas menores de 16 años y mayores de 66 respecto a la población en edad laboral- se disparará hasta casi duplicar su valor actual hacia 2050.

El informe señala que la población joven, de 0 a 15 años, se mantendrá prácticamente estable, en torno a los niveles actuales. Mientras, el grupo de mayores de 66 años aumentará significativamente, pasando de representar el 26,6 % de la tasa de dependencia en 2024 al 47,8 % hacia mediados de siglo. Este cambio demográfico empujará la ratio hasta un máximo del 70,5%, frente al 48% registrado el año pasado. 

Dependienta de tienda en su jornada laboral
Una trabajadora en su jornada laboral

En términos prácticos, este escenario plantea desafíos importantes para la seguridad social, la financiación de pensiones y los servicios sanitarios y sociales. Cada vez habrá menos personas en edad laboral para sostener a un número creciente de jubilados, mientras la natalidad permanece en niveles históricamente bajos. En 2023, el número de hijos por mujer en España cayó a 1,12, según un informe de Funcas. Además, según datos de Eurostat, de los 19,5 millones de hogares existentes en el país, solo el 25% tenía al menos un hijo menor de 18 años en 2024.

Trabajar más años

En consecuencia, la AIReF estima que la tasa de actividad -porcentaje de la población en edad de trabajar que participa en el mercado laboral- se mantendrá estable en torno al 67% si no se adoptan cambios relevantes. Para compensar el aumento de la dependencia, los mayores de 60 años están prolongando su vida laboral. Entre el primer trimestre de 2019 y el de 2025, la tasa de actividad de quienes tienen entre 60 y 64 años ha subido 12,2 puntos, alcanzando cerca del 60%, similar a la media europea. En el tramo de 65 a 69 años, el incremento es aún más marcado. Y pasó del 6,5% en 2019 al 13% en 2025, duplicando la cifra de seis años antes. Sin embargo, aún hay mucho margen hasta alcanzar la media del 20% del conjunto del bloque comunitario.

España es el país de la Unión Europea donde más se vive, un logro que refleja mejoras en salud, alimentación y atención sanitaria. Pero vivir más también plantea preguntas: ¿Cómo queremos que sea esa vida prolongada? La tendencia a alargar la vida laboral con personas trabajando hasta los 70 años muestra un camino. Aunque no es una idea extendida entre los mayores. Ahora, el Gobierno tendrá que tomar decisiones claras para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y los servicios sociales. Será necesario definir hasta qué edad se espera que los ciudadanos permanezcan activos. Así como, promover políticas que incentiven la natalidad o favorezcan la llegada de migrantes para mantener la fuerza laboral.

TAGS DE ESTA NOTICIA