Las mujeres, jubiladas o en activo, seguirán trabajando más años que los hombres

El Gobierno impulsa la jubilación reversible, pero las mujeres, con carreras más fragmentadas, seguirán trabajando más años para alcanzar una pensión suficiente

Solo una de cada cinco personas jubiladas activas son mujeres. A pesar de que muchas han tenido trayectorias laborales marcadas por interrupciones, reducciones de jornada o tareas de cuidados no remuneradas, ellas acaban alargando más su vida laboral. Acceden más tarde a la jubilación y, en muchos casos, deben seguir trabajando más años para alcanzar el mínimo de cotización exigido o para complementar pensiones insuficientes.

Para corregir parcialmente esta desigualdad, el Gobierno ha presentado la denominada ‘jubilación reversible’, una fórmula que permite a personas ya jubiladas reincorporarse al mercado laboral de forma parcial o gradual, compatibilizando empleo y pensión. El objetivo es facilitar una transición más flexible entre la vida activa y el retiro. Con esta medida, el Ejecutivo busca eliminar barreras para volver al empleo una vez alcanzada la edad de jubilación, y contempla introducir incentivos económicos —aún por concretar— que hagan más atractiva esta opción.

Según los datos aportados por el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, el 75 % de quienes han solicitado esta modalidad son trabajadores autónomos, de los cuales el 81 % son hombres. Las mujeres continúan siendo minoría en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), lo que también condiciona su acceso a este nuevo modelo de jubilación.

Según explicó, el objetivo del Ejecutivo es incentivar este retorno al trabajo mediante mejoras económicas aún por concretar, y ampliar el acceso tanto por cuenta ajena como por cuenta propia. Sin embargo, las mujeres han seguido sufriendo hasta ahora las dificultades de acceder a la jubilación al no contar con la carrera de cotización completa.

Menos mujeres jubiladas

Los muestran las cifras de junio la media de edad entre jubilados tiene una brecha de género. El número de hombres es de 3.849.702 y de mujeres 2.734.027. La retribución también refleja una diferencia llamativa: ellos reciben 1.722,56 euros de media frente a los 1200.86 euros para ellas. Una diferencia de casi 522 euros, representando el 69,71% de la cuantía que reciben los hombres.

En el caso de la edad, la de los hombres es de 75 años y el de las mujeres 76: un año de diferencia a la hora de acceder a la jubilación. Respecto al número de jubilaciones, la franja de edad entre los 60 y 64 años es muy llamativa: la cifra de hombres refleja 151.461 y de mujeres 56.583. En la de 70 a 74 años hay 910.536 en el caso de ellos y 670.803 en el de ellas.

Novedades en la regulación de abril

Una de las principales novedades del nuevo marco que entró en vigor en abril para mejorar la compatibilidad de la pensión con el trabajo es la eliminación del requisito de contar con una carrera de cotización completa para poder acceder a la jubilación activa. Precisamente, el Gobierno afirma que esta modificación tendrá un impacto positivo desde la perspectiva de género, al beneficiar a personas con trayectorias laborales más irregulares o interrumpidas.

“El nuevo conjunto de medidas aprobado en el RDL 11/2024 busca complementar las medidas de la reforma de pensiones y responder a los cambios estructurales que se dan en nuestra sociedad, al tiempo que corregimos una anomalía de nuestro mercado de trabajo en el que pasamos de una situación laboral plena a la jubilación de forma abrupta, de un día para otro, por falta de opciones a la hora de alcanzar la edad de jubilación”, afirmó Suárez.

Esta jubilación activa hace posible que, cada año que se compatibilice trabajo y pensión, se incremente el porcentaje a aplicar en el percibo de la prestación, según una escala. Así, si la demora es de un año, el porcentaje correspondiente de la pensión será del 45%; si es de dos, 55%, si de 3, 65%, si de 4, 80% y, si la demora es de cinco o más años, podrá percibirse hasta el 100% de la prestación.

Además, cada 12 meses de actividad profesional ininterrumpida en esta jubilación activa, el porcentaje de la pensión se irá incrementando 5 puntos porcentuales, sin que, en ningún caso, se supere el 100% de la pensión.

Complemento por brecha de género

Asimismo, las cifras evidencian el impacto negativo del trabajo de los cuidados sobre la trayectoria laboral de las mujeres. Según datos del ministerio, en 2024 se tramitaron 53.471 excedencias, de las cuales 45.118 fueron solicitadas por mujeres (el 84,4 %) y solo 8.353 por hombres (15,6 %). Esta carga desigual sigue afectando de forma directa a las cotizaciones, las carreras laborales y, por tanto, a las pensiones futuras.

Por ello la desigualdad estructural en las cuantías de las pensiones contributivas persiste. En junio, el Ministerio de Inclusión informó de que 1.042.384 pensiones incluían el complemento para la reducción de la brecha de género, del cual el 88,4 % corresponde a mujeres. En 2025, este complemento asciende a 35,90 euros mensuales por cada hijo o hija, con un máximo de cuatro veces ese importe.

El acceso a este complemento, vigente desde febrero de 2021, sustituye al antiguo plus por maternidad y busca compensar el impacto negativo que tiene sobre las pensiones la asunción desigual de las tareas de cuidado. Se concede a personas beneficiarias de pensiones contributivas de jubilación, incapacidad permanente o viudedad que hayan tenido uno o más hijos.

Independientemente de si ya están jubiladas o aún siguen en activo, muchas mujeres no paran. Las que ya reciben una pensión pueden recurrir a la jubilación reversible para complementar ingresos insuficientes. Y las que siguen en activo deben alargar su carrera laboral para alcanzar el mínimo exigido. En ambos escenarios, el desenlace es el mismo: las mujeres acaban trabajando más.

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