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¿Por qué no hay una sola mujer en la carrera para presidir la Fed?

Todos los candidatos para relevar a Jerome Powell al frente de la Fed son hombres. Y eso, a pesar de que los estudios demuestran que, en puestos de relevancia, las economistas son percibidas como más creíbles y competentes que ellos

Jerome Powell y Janet Yellen
Kiloycuarto

El máximo responsable de la política monetaria en Estados Unidos es un hombre. Jerome Powell finaliza su mandato en mayo de 2026 y Donald Trump ya le está buscando sustituto. Otro hombre. En realidad, se manejan varios candidatos masculinos como Scott Bessent, secretario del Tesoro desde enero de este 2025, Kevin Hassett, director del Consejo Nacional de Economía del presidente y Kevin Warsh, exmiembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal.

Nadie cuestiona que todos ellos tienen méritos suficientes para ostentar ese nuevo cargo, pero sí sorprende que no haya una sola mujer, una economista de relevancia, que pueda también estar en la carrera por ser presidenta de la Fed.

Más competentes

Kirstalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Kiloycuarto.

Un artículo de Financial Times que recoge un estudio de la Universidad de Chicago asegura que la percepción de la sociedad cuando una mujer alcanza un puesto relevante en su entorno profesional es mejor considerada que un hombre precisamente por la discriminación de género a la que estamos acostumbrados. Los ciudadanos asumen que si una mujer ha llegado a un alto nivel en su profesión, como una gran economista, en un mundo además dominado por hombres, es porque ha tenido que ser especialmente competente.

El experimento que han realizado desde la universidad estadounidense es el siguiente: los economistas Hans Henrik Sievertsen y Sarah Smith plantearon a 3.000 estadounidenses varias afirmaciones económicas sobre impuestos, regulación financiera o inteligencia artificial. Todas estas cuestiones estaban respaldadas por las opiniones de varios expertos académicos, algunos hombres y algunas mujeres. Las opiniones presentadas por las economistas influyeron un 20 % más en las respuestas del público que las mismas opiniones expresadas por hombres.

Las personas consultadas consideraban que si una mujer ha alcanzado ese puesto prestigioso es porque es especialmente competente.

Paradójica discriminación

Es la consecuencia paradójica de la discriminación: en lugar de disminuir la autoridad percibida de las mujeres, en ciertos contextos puede incluso aumentarla, si sus logros son visibles y contrastables.
Ese mismo artículo cita otros estudios, uno de ellos realizado en Etiopía, en el que los investigadores querían entender si las personas siguen o no las recomendaciones de un líder en función de si es un hombre o una mujer en las mismas circunstancias.

Se realizaron juegos en los que se simulaban decisiones cooperativas o estratégicas. A cada grupo de participantes se les asignó al azar un líder hombre o mujer. Estos líderes daban consejos o directrices dentro del juego. Todos ellos eran idénticos menos el género y el resultado fue revelador: las personas eran menos propensas a seguir a una líder mujer que a un hombre si no tenían información adicional. Sin embargo, cuando se les informó que esos líderes tenían altas capacidades, entonces la credibilidad femenina aumentó. De hecho, los participantes confiaban más y seguían más a la líder mujer de alta capacidad que al líder hombre.

Entorno hostil

Las mujeres se enfrentan a un entorno hostil en el entorno económico.

Un tercer estudio, realizado en la Universidad de Amberes, analizaron grabaciones de más de 1.700 seminarios económicos. Una serie de presentaciones de economistas como profesores e investigadores que realizan frente a otros expertos.

Utilizaron técnicas de aprendizaje automático (machine learning), para identificar en esos audios quién interrumpe a quién con qué frecuencia, en qué momento… Y los hallazgos fueron sorprendentes. Las mujeres ponentes eran interrumpidas con más frecuencia y eran otras mujeres las que hacían las preguntas. En el caso de los hombres, interrumpían pero para realizar más comentarios, siguiendo un patrón de comportamiento más afirmativo y evaluador hacia las ponentes.

Estas diferencias, aparentemente menores, crean un entorno más hostil y exigente para las mujeres en el entorno académico. Interrumpir antes y con más frecuencia mina la autoridad y el ritmo de quien presenta. Las mujeres pueden verse obligadas a defenderse o probar su competencia más activamente, lo que genera fatiga, ansiedad o desincentiva su participación.

Banco de España

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá
Artículo14

En el Banco de España, también ha habido nuevos nombramientos de economistas este 2025. Como David López Salido como director del servicio de Estudios. De nuevo, más hombres al frente de puestos de responsabilidad en el mundo de la economía. Cuando las mujeres pueden ser percibidas como más creíbles y más influyentes si se visibiliza sus méritos y se combaten los sesgos estructurales. La economía no necesita mujeres solo como símbolo, sino como protagonistas reales del poder. ¿Quién se atreverá a cambiar las reglas?

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