Brecha de género

Radiografía del ahorro femenino en España: casi 1 de cada 5 mujeres no consigue ahorrar nunca

Solo dos de cada diez españoles consigue apartar el 20 % del salario. La vuelta al cole y los gastos fijos estrechan aún más el presupuesto familiar

Ahorrar es la primera recomendación de cualquier manual de finanzas. Contar con un colchón es clave para afrontar imprevistos o simplemente para tener margen en los meses más duros. Pero la teoría suele chocar con la realidad: en un contexto de alquileres disparados, cesta de la compra más cara y salarios que apenas suben, cada vez resulta más difícil apartar parte de la nómina. Y en septiembre, a esa presión se suma los gastos de la vuelta al cole, que obliga a muchas familias a ajustar todavía más el presupuesto.

En este escenario, Triodos Bank ha publicado un estudio sobre los hábitos de ahorro en España que deja una conclusión clara: la disciplina existe en ambos géneros, pero las mujeres tienen menos margen para guardar dinero.

La frecuencia de ahorro mensual es muy similar entre mujeres y hombres. Un 43,6 % de las españolas asegura que consigue ahorrar todos o casi todos los meses, frente al 43,3 % de los hombres. También se parecen los datos de quienes lo logran de forma intermitente. Sin embargo, las diferencias aparecen en los extremos. Un 19,6 % de mujeres declara que nunca o casi nunca puede ahorrar de forma mensual, frente a un 18,2 % de hombres.

Menos del 10%

Si nos fijamos en el porcentaje del sueldo que ahorran, entre las mujeres, el 33,5 % aparta menos del 10 %, frente al 29,9 % en el caso de los hombres. En el rango intermedio —entre un 10 % y un 20 % de la nómina— las cifras son casi idénticas: 31,4 % en mujeres y 34,2 % en hombres. Y en los niveles más altos, las diferencias también son pequeñas: solo un 15,5 % de mujeres logra destinar más del 20 % de su salario al ahorro, frente al 17,7 % de hombres.

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Un hombre contando el dinero.
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El informe también desglosa las preferencias según el tipo de producto para ahorrar. La cuenta corriente es la opción favorita: la eligen un 37,4 % de mujeres y un 37,6 % de hombres. Le sigue la cuenta de ahorro tradicional, con un 22,8 % de mujeres frente a un 22,2 % de hombres. En los depósitos a plazo fijo se aprecia algo más de presencia masculina: 14,5 % de ellos frente al 11,2 % de ellas. Y aunque guardar efectivo en casa es una opción minoritaria, sigue teniendo peso simbólico: un 9 % de mujeres recurre a esta fórmula, frente al 7,6 % de hombres.

Pero, ¿por qué cuesta tanto ahorrar? El estudio identifica varias barreras comunes. La principal son los gastos fijos, que afectan al 41,2 % de los encuestados. Le siguen los ingresos insuficientes o la inestabilidad laboral, un 33,8 %, y las deudas, señaladas por un 10,7 %. Además, un 4,4 % admite que no sabe cómo ahorrar, lo que refleja las carencias de la sociedad española en educación financiera.

En España

Si se analizan las cifras globales, el panorama no es demasiado alentador: el 80,6 % de la población española ahorra con alguna frecuencia, pero solo el 20 % alcanza el nivel recomendado por los expertos, es decir, apartar al menos un 20 % de la nómina.

La edad también marca diferencias. Las personas de 26 a 40 años son las que más logran mantener el hábito: un 56,3 % ahorra todos o casi todos los meses. Entre los jóvenes de 18 a 25 años, el 47,3 % dice ahorrar siempre y un 35,4 % lo hace solo a veces. Sin embargo, la mayoría se queda en cantidades muy reducidas: casi un 34 % admite que no llega a apartar ni un 10 % de su sueldo. Aunque los jóvenes están cada vez más concienciados con la importancia de la estabilidad financiera, sus salarios y la precariedad laboral les impiden dar el salto a niveles de ahorro más sólidos.

Más allá de las cantidades, el estudio también refleja la gestión cotidiana del dinero. El 85 % de la población se considera organizada con sus finanzas. En cuanto a la frecuencia, el 31,3 % revisa sus cuentas a diario, el 43,6 % lo hace semanalmente, el 18,9 % mensualmente y solo un 6,2 % rara vez o nunca.

Al final, la fotografía es común para todos: se quiere ahorrar más, pero el margen real es limitado. Solo dos de cada diez españoles logran alcanzar el objetivo mínimo recomendado por los expertos. La intención es buena pero la precariedad de los salarios no permite meter el dinero en la hucha como nos gustaría.