El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, rechazó la existencia de discriminación por sesgo de género en la concesión de condecoraciones dentro de los cuerpos de seguridad del Estado. Esto, tras la denuncia de una agente de la Policía Nacional de Cuenca que alega haber sido excluida de un reconocimiento oficial pese a participar en un operativo junto a dos compañeros que sí fueron distinguidos.
La polémica surgió a raíz de una intervención policial realizada en octubre de 2024 en una vivienda del centro de Cuenca. En la actuación participaron un inspector y dos agentes —una mujer y un hombre— que rescataron a un hombre inconsciente en medio del humo y el riesgo. Meses después, únicamente los dos agentes varones recibieron la Medalla al Mérito Policial con distintivo rojo, lo que llevó a la agente afectada a acudir a la vía contencioso-administrativa por presunta discriminación de género.
Grande-Marlaska se pronunció sobre el asunto el 5 de octubre, tras la parada militar de la Guardia Civil celebrada con motivo de la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar. A preguntas de los medios, el ministro aseguró que el Gobierno mantiene “una preocupación máxima para evitar cualquier sesgo de género en cualquiera de sus políticas, también en materia de condecoraciones”. Subrayó que esta voluntad “se extiende al Ministerio, a la Guardia Civil y a la Policía Nacional”.
Para reforzar su posición, el ministro recordó que en los últimos días se han concedido importantes distinciones a mujeres con trayectorias destacadas, como la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil a Montserrat Torija. Aunque evitó pronunciarse sobre el expediente concreto, insistió en que las condecoraciones se conceden sin sesgos y en base a méritos objetivos