¿Cuántas ‘fumata negra’ puede haber en un Cónclave?

Con la primera fumata negra en el Cónclave de 2025, muchos se preguntan ahora cuántas votaciones puede haber hasta tener un Papa

Una columna de humo negro sale por la chimenea de la Capilla Sixtina en la Plaza de San Pedro del Vaticano en una imagen de 2005
Efe

En cada Cónclave, mientras los ojos del mundo se posan sobre la chimenea de la Capilla Sixtina, la fumata negra se convierte en símbolo de incertidumbre. Esa columna de humo oscuro que emerge para anunciar que aún no hay Papa es mucho más que un simple ritual. Es el eco visible de los desacuerdos, las alianzas y las reflexiones que bullen entre los muros del Vaticano.

Pero, ¿cuántas fumata negra puede haber antes de que se alcance el consenso en un Cónclave? La respuesta no es sencilla. Depende de múltiples factores, desde el número de cardenales hasta la situación política de la Iglesia en ese momento.

El origen de la fumata negra y su función simbólica

La práctica de emitir humo tras cada ronda de votación comenzó en el siglo XIX. Sin embargo, no fue hasta el Cónclave de 1903 que la fumata negra se instituyó como una señal clara para indicar que no se había alcanzado el número requerido de votos. Desde entonces, cada vez que los cardenales rompen papeletas sin lograr los dos tercios necesarios, el humo oscuro sube como una señal de espera.

Este símbolo ha calado hondo en la cultura popular. La fumata negra no solo comunica una falta de acuerdo. Traduce en un lenguaje visual la tensión interna del Cónclave, el peso del discernimiento y la dificultad inherente a elegir al sucesor de Pedro. En algunos procesos, han sido necesarias más de diez fumata negra antes de alcanzar una fumata blanca.

¿Cuántas 'fumata negra' puede haber en un Cónclave?
El Cónclave de 2013, en el que fue elegido el Papa Francisco
EFE

A nivel formal, no hay un número máximo establecido de fumata negra en un Cónclave. El proceso puede durar días o incluso semanas, con un máximo de cuatro votaciones diarias —dos por la mañana y dos por la tarde—. Eso significa que en tres días podrían acumularse hasta doce fumata negra sin que se vislumbre un acuerdo.

Sin embargo, si tras varias jornadas el Cónclave permanece estancado, se permite una pausa: un día de reflexión y oración. Luego, el proceso se reanuda. La historia demuestra que, cuando la Iglesia ha estado más dividida, el número de fumata negra ha crecido exponencialmente. En 1830, por ejemplo, fueron necesarias 83 votaciones. Cada una de ellas produjo una fumata negra.

¿Y si el Cónclave se prolonga demasiado?

En teoría, un Cónclave podría continuar indefinidamente si no se alcanzara el consenso necesario. Sin embargo, desde el siglo XIII, la Iglesia ha implementado mecanismos para evitar estancamientos crónicos. En particular, la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996, establece que si tras 33 o 34 votaciones aún no hay Papa, se podrá optar entre dos únicos candidatos, y bastará entonces una mayoría simple.

¿Cuántas 'fumata negra' puede haber en un Cónclave?
Un cardenal se ajusta la mitra
EFE/MICHAEL KAPPELER

Esto significa que, si se llegara a ese punto, podríamos ver más de treinta fumata negra antes de una elección. Aunque poco frecuente, este escenario es jurídicamente posible. En el Cónclave de 1740, sin normas tan claras, se necesitaron 50 días de deliberación y más de 100 votaciones. Imaginemos cuántas fumata negra oscurecieron el cielo de Roma durante ese tiempo.

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