Debate

El aire acondicionado, el nuevo tema de actualidad en Europa

La demanda ha aumentado con las temperaturas. Europa se divide entre partidarios del aire acondicionado y los preocupados por el costeambiental

Atenas (Grecia), 20/07/2025.- Los turistas llevan sombreros y utilizan abanicos y paraguas mientras pasean por el centro de la ciudad durante una ola de calor, en Atenas, Grecia, a 44º, el 20 de julio de 2025
EFE/EPA/ORESTIS PANAGIOTOU

Desde 1980, ningún continente del mundo se calienta tan rápido por año como Europa. Cada verano hay una mayor necesidad de contar con dispositivos de refrigeración o aire acondicionado dadas las temperaturas extremas. En esta última ola de calor en Europa Occidental hubo una gran demanda de aires acondicionados en las tiendas de electrodomésticos de toda la región.

Según recogen en el “Wall Street Journal”, desde los sectores más conservadores se criticó la deficiencia de los sistemas de aire acondicionado, instando a mejorarlos.  Marine Le Pen propuso una gran campaña para ello, al igual que sus homólogos británicos y españoles. “Los servicios públicos no pueden funcionar por falta de aire acondicionado, a diferencia de decenas de países en todo el mundo”, dijo Le Pen.

Ante esta afirmación, la ministra de Energía francesa, Agnès Pannier-Runacher afirmó que aumentar en gran escala el aire acondicionado calentaría las calles con los gases de escape de las máquinas. “Es una mala solución”, declaró, puesto que afirma que solo haría que agravar las olas de calor. El primer ministro Bayrou reafirmó a su ministra, afirmando que deberían de instalarse estos servicios para asegurar el descanso de las personas vulnerables, pero no para todo el mundo.

Desde Europa también se advierte del peligro que puede incurrir aumentar el uso de electricidad en estos dispositivos. Se cree que, de aumentar los sistemas en los edificios, también lo harían los gases de efecto invernadero.  

Ola de calor en Europa - Sociedad
El calor del verano en Junio de 2025, radiografiada
Shutterstock

La necesidad de aire acondicionado

Sin embargo, mantenerse fresco y combatir el calor está escalando puestos entre las prioridades de la población europea. El mes pasado fue el junio más caluroso registrado en Europa Occidental, y se quieren evitar tantas muertes por olas de calor. Se prevé que la demanda anual de aire acondicionado aumente considerablemente en el sur de Europa. Un estudio predijo un aumento del 10% en Italia para 2050.

No obstante, se está avisando también de los peligros del aumento del uso de estos dispositivos. Los medios de comunicación en Francia, recoge el “Wall Street Journal” avisan de distintos peligros en caso de usarlo en exceso o con temperaturas que sean excesivamente frías.

Una mujer come un helado en el Puente de Westminster en Londres, Gran Bretaña
EFE

Se advierte que enfriar una habitación más de diez grados por debajo de la temperatura exterior puede causar un “choque térmico”.  Este provoca náuseas, pérdida del conocimiento e incluso paro respiratorio, en el peor de los casos.  Este modelo es habitual en los Estados Unidos, que enfrentan ahora las advertencias sanitarias acostumbrados a una temperatura interior de 24º, incluso cuando la exterior ronda los 38º.

Las infecciones respiratorias son otro de los temores que causan los aires acondicionados.  El aire frío y seco durante repetidos momentos puede irritar las vías respiratorias, facilitando la entrada de virus y bacterias.  Además pueden acarrear otras dolencias musculares o en ojos y piel, causando picazón.

¿Qué alternativa sostenible proponen?

En el norte de Europa, se espera aprovechar la menor demanda de estos sistemas en verano, haciendo que la red eléctrica se vea sometida a nuevas tensiones.  Esto se debe a los planes gubernamentales de sustituir la calefacción de gas natural por bombas de calor eléctricas. 

Estos dispositivos pueden utilizarse tanto para calentar como para enfriar, y esta dinámica está presionando al continente para que garantice suficientes fuentes de electricidad renovables para satisfacer la creciente demanda.

La gente camina en el Jardín de las Tullerías durante un día caluroso en París, Francia
EFE

Algunos ambientalistas y científicos afirman que Europa puede mantenerse fresca sin depender del aire acondicionado a gran escala. La incorporación de un mayor volumen de vegetación en edificios y calles puede reducir las temperaturas extremas en las ciudades. También se propone la construcción de edificios que permitan la ventilación puede reducir la necesidad de aire acondicionado, al igual que instalar persianas que impidan la entrada de la luz solar.

Sin embargo, las regulaciones que exigen tales medidas se han convertido en un blanco del debate político actual. En Londres, las constructoras deben considerar las características de diseño de refrigeración antes de incluir el aire acondicionado en los edificios nuevos.  Esto también ha acarreado críticas conservadoras, que aluden a la riqueza energética europea y cuestionan la necesidad de tener que ahorrar tanto a la hora de la construcción.

Otra iniciativa de las autoridades francesas es la ampliación de los sistemas geotérmicos de calefacción y refrigeración para evitar la necesidad de usar aire acondicionado tradicional.

Estos sistemas hacen circular agua desde el subsuelo, tomando el calor de los edificios hacia el suelo en verano para devolverlo en invierno. La eficiencia es mayor que la del aire acondicionado convencional y evita la dispersión del calor.  Sin embargo, la inversión inicial es considerable y posiblemente prohibitiva para su instalación en edificios con más de un siglo de antigüedad, comunes en las capitales europeas del viejo mundo.

Por tanto, parece ser que la necesidad de combatir el calor pasa por combatir también el cambio climático.  Porque la demanda de aire acondicionado no dejará de subir si no lo hacen las temperaturas.  

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