14, 16, 17 años… Esas son las edades que las víctimas de Jeffrey Epstein están obligando al mundo a recordar. La mayoría de las supervivientes del abuso perpetrado por el difunto delincuente sexual eran apenas adolescentes vulnerables cuando fueron reclutadas y abusadas. Hoy, están alzando la voz con más intensidad, exigiendo que los archivos completos relacionados con él salgan de las sombras de una vez por todas.
En una poderosa campaña de servicio público (PSA) lanzada recientemente, varias supervivientes se enfrentan al mundo sosteniendo fotografías de sí mismas como adolescentes. La frase que resuena en este vídeo, producido por la coalición contra el tráfico de personas World Without Exploitation, es un demoledor “esta era yo cuando conocí a Jeffrey Epstein”. Es un recordatorio palpable de la edad y la inocencia que les fueron arrebatadas.
“Es hora de sacar los secretos de las sombras”
La emisión del PSA ocurre en un momento crucial, justo antes de una votación clave en la Cámara de Representantes de EE UU sobre un proyecto de ley que obligaría al Departamento de Justicia a liberar todos los documentos relacionados con Epstein.
“Es hora de sacar los secretos de las sombras. Es hora de iluminar la oscuridad”, declaran las mujeres en el vídeo, subrayando la urgencia de su demanda después de cinco administraciones en las que, según ellas, “seguimos en la oscuridad”. Las supervivientes están impulsando la Ley de Transparencia de Archivos de Epstein, que exige la divulgación de todos los registros no clasificados.
La lucha por la verdad, según las víctimas, está por encima de las divisiones políticas. Annie Farmer, una de las mujeres que aparece en el PSA y cuya hermana fue la primera en presentar una denuncia penal contra Epstein en 1996, ha insistido en que esta presión para desclasificar los documentos “no es un tema político”. “Recuerden que estos son crímenes que se cometieron contra seres humanos reales, individuos reales”, afirmó Farmer para NBC News, instando a que el foco se mantenga en la justicia y no en las agendas partidistas.

“Todavía queda mucho por descubrir”
Otra de las participantes es Lisa Phillips, defensora de los derechos de las supervivientes y ella misma víctima de abuso por parte de Jeffrey Epstein a la edad de 21 años, se ha convertido en una voz crucial que insta al Congreso a aprobar la divulgación total de los archivos del caso. Phillips argumenta que, a pesar de las recientes entregas parciales de documentos (como los más de 20.000 correos electrónicos publicados), la verdad completa sigue oculta. “Todavía queda mucho por descubrir… hay muchos otros además de Trump que deben ser considerados responsables”, declaró a MS NOW.
No obstante, se mantiene optimista: “A medida que nos unimos, estamos obteniendo una mayor comprensión de lo que realmente está sucediendo”, dijo, creyendo que “nos estamos acercando” a la verdad, aunque el proceso sea lento, con archivos que se liberan “poco a poco”. Phillips también fue una de las firmantes de una emotiva carta dirigida a los legisladores, pidiéndoles que reflexionaran sobre la explotación de sus propios seres queridos antes de emitir su voto sobre la transparencia de los archivos.

“Cambió mi vida para siempre”
En el movimiento por la total liberación de los archivos y la rendición de cuentas, también se encuentran mujeres como Ashley Rubbrite y Jenna Lisa Jones. Junto a otras supervivientes como Anouska De Georgiou, ellas han participado activamente en eventos y vídeos, mostrando sus rostros de adolescentes para exponer la magnitud y la duración del abuso.

En el caso de Jenna Lisa Jones, cuyo encuentro con Jeffrey Epstein ocurrió cuando tenía solo 14 años, la constante aparición del caso en las noticias representa un recordatorio ineludible de su trauma. Jones ha compartido públicamente la devastadora realidad de que Epstein fue su primera experiencia sexual, un evento que, según ella, la “cambió para siempre”. Ella subraya el ambiente de coacción financiera y la explotación de la vulnerabilidad, describiendo la situación con amargura: “Es un gran tema de manipulación cuando tienes 14 años y estás en la ruina“.

“No más”
La batalla por la transparencia se ha visto empañada por la controversia política, especialmente en torno a la figura del presidente Donald Trump. El nombre de Trump, quien fue amigo de Epstein desde la década de 1980 hasta principios de los 2000, ha aparecido repetidamente en correos electrónicos filtrados. En ellos, Epstein sugiere que Trump “sabía de las chicas” y había “pasado horas” con una “víctima” —identificada por los republicanos de la Cámara como Virginia Giuffre— en su casa.
Independientemente de la retórica política, el mensaje de las supervivientes es claro y unificado: “Los días de barrer esto debajo de la alfombra han terminado. Las supervivientes decimos ‘no más'”, como afirmó Anouska De Georgiou. La liberación de los archivos de Epstein no es solo una cuestión de responsabilidad legal, sino un paso fundamental para que las víctimas, que eran apenas unas niñas cuando su vida se vio truncada, puedan finalmente encontrar un camino hacia la curación.


