Afganistán

Las afganas respiran por el restablecimiento de Internet tras el apagón impuesto por los talibán

El cierre repentino y sin precedentes había paralizado la vida cotidiana y provocado tanto furia como temor entre los afganos dentro y fuera del país

Afganistán
Los talibán cortaron internet y aislaron a las afganas (más aún) durante 48 horas
Efe

Este miércoles por la tarde se ha desatado la alegría en todo Afganistán cuando los servicios de Internet y telecomunicaciones volvieron a funcionar poco a poco tras un apagón de 48 horas impuesto por los talibán. El cierre repentino, sin precedentes en cuanto a su magnitud desde que el grupo volvió al poder en agosto de 2021, había paralizado la vida cotidiana y provocado tanto furia como temor entre los afganos dentro y fuera del país.

Durante dos días, las empresas se vieron interrumpidas, los vuelos suspendidos y las familias aisladas de los servicios de emergencia. Lo más doloroso para muchos fue que el apagón cortó uno de los últimos y frágiles vínculos entre las mujeres afganas y el mundo exterior, ya que las redes sociales y las redes en línea se han convertido en un salvavidas vital bajo las restricciones talibanes.

Una mujer afgana espera un taxi vestida con un burka (Afganistán)
EFE/EPA/QUDRATULLAH RAZWAN

El miércoles, sin embargo, los periodistas locales confirmaron que las comunicaciones se estaban reanudando gradualmente. El organismo de control independiente NetBlocks afirmó que los datos de la red mostraban una “restauración parcial” de la conectividad a Internet. Una fuente cercana al Gobierno dijo a la BBC Afgana que la orden de restablecer los servicios había venido directamente del primer ministro talibán, Mohammad Hassan Akhund.

De la ira a la celebración

El apagón había sido recibido con una inusual protesta pública. En Kabul, Herat y Mazar-i-Sharif, los afganos expresaron abiertamente su ira por la medida, calificándola de castigo que perjudicaba a la gente común mucho más de lo que servía a cualquier propósito de seguridad.

Pero cuando se restablecieron las señales, el estado de ánimo cambió drásticamente. Los vídeos compartidos por los residentes mostraban a jóvenes reunidos en las calles de la ciudad, levantando sus teléfonos al cielo y vitoreando mientras se reconectaban con sus seres queridos en el extranjero.

Una mujer afgana camina por una calle en Kandahar, Afganistán
EFE/EPA/QUDRATULLAH RAZWAN

Una advertencia para el futuro

Los talibanes no dieron ninguna explicación oficial sobre el apagón, aunque los analistas afirman que podría estar relacionado con el temor a los disturbios o con los intentos de controlar el flujo de información. Sea cual sea el motivo, el apagón puso de relieve la creciente vulnerabilidad de Afganistán al aislamiento informativo.

“Las medidas del talibán para cortar el acceso a Internet perjudican los medios de vida de millones de afganos y los privan de sus derechos básicos a la educación, la atención sanitaria y el acceso a la información“, indicó Fereshta Abbasi, investigadora de Human Rights Watch en Afganistán. “Los talibán deberían abandonar sus argumentos infundados y poner fin a estos cortes”, aseveró Abbasi.

Mujeres en Afganistán - Internacional
Mujeres afganas con hiyab en Kabul
Shutterstock

Los defensores de los derechos humanos advirtieron que el apagón había puesto de manifiesto la rapidez con la que los talibanes podían reforzar su control. Para las mujeres afganas, Internet no es solo comunicación, es educación, trabajo y comunidad. Cortar internet es como cortar la esperanza y su única vía escape.

Afganistán
Refugiadas afganas con burkas esperan para subir al autobús en Karachi de vuelta a Afganistán tras las deportaciones de Pakistán
Efe

Desde HRW también recuerdan que los estudiantes que acceden a la educación en línea, en particular las mujeres y las niñas que ya se ven excluidas de la educación secundaria y superior por la amplia prohibición de la educación impuesta por los talibanes, se encontraron con que no podían asistir a sus clases.

Según informa la agencia EFE, internet era su ventana al mundo y quedó bloqueada. Unas 120.000 afganas que dependían de trabajos digitales como redactoras, diseñadoras o vendedoras en línea, según datos citados por Forbes, quedaron fuera del mercado laboral con la fibra óptica inactiva.

Las plataformas en línea eran también la única vía para continuar con la educación a distancia y varias organizaciones educativas han informado de que cientos de alumnas han perdido el acceso a sus clases en los últimos días.

El apagón interrumpió también el envío de remesas desde el extranjero, una de las principales fuentes de ingresos para las familias más vulnerables, y dejó a miles de hogares sin acceso a fondos esenciales para cubrir alimentación, salud y gastos básicos en un país en plena emergencia humanitaria tras el terremoto y la expulsión masiva de migrantes desde Irán y Pakistán.

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