Estados Unidos

Legalmente muerta, pero obligada a gestar

Adriana Morales-Smith fue declarada con muerte cerebral a los 30 años, pero su cuerpo permanece conectado a soporte vital por una ley en Georgia que impide interrumpir embarazos con latido fetal

Adriana Lisseth Morales-Smith junto a su hijo.
GoFundMe

Adriana Lisseth Morales-Smith, enfermera de 30 años, madre de un niño de siete, fue declarada con muerte cerebral el pasado 19 de febrero. Sin embargo, su cuerpo permanece conectado a soporte vital en un hospital de Georgia, Estados Unidos. La razón: estaba embarazada de apenas dos meses, y la ley estatal prohíbe interrumpir el embarazo si se detecta actividad cardíaca en el feto.

La situación comenzó a deteriorarse el 9 de febrero. Según relata su madre, Adriana se quejó de un fuerte dolor de cabeza y visitó dos hospitales en busca de ayuda. En ambos casos fue medicada sin que se le realizaran estudios diagnósticos. Pocos días después, fue encontrada inconsciente en su casa por su pareja.

Fue ingresada en el Hospital Universitario Emory, donde los médicos descubrieron múltiples coágulos sanguíneos en su cerebro. Diez días después, el 19 de febrero, fue declarada con muerte cerebral. En circunstancias normales, habría sido desconectada del soporte vital. Pero su embarazo —y las leyes del estado— impidieron esa decisión.

Adriana Lisseth Morales-Smith junto a su hijo. Fuente: GoFundMe

Ley del “latido”

Georgia cuenta con una de las leyes antiaborto más restrictivas del país. Conocida como la ley del “latido”, prohíbe interrumpir embarazos una vez que se detecta actividad cardíaca en el embrión, lo cual ocurre alrededor de las seis semanas de gestación. Aunque Morales-Smith ya estaba legalmente muerta, el latido del feto impidió que el hospital desconectara el soporte vital.

La familia expresó su impotencia frente a esta realidad. En palabras de su madre en la página de GoFundMe: “Este viaje ha sido profundamente triste y desgarrador desde el 9 de febrero… Adriana fue declarada con muerte cerebral el 19 de febrero, pero debido a que está embarazada, se mantendrá con soporte vital gracias a la ley de latidos cardíacos en Georgia. Sin embargo, nos entristece saber que no tuvimos voz ni voto en lo que respecta a su cuerpo sin vida y su hijo nonato”.

Foto de Adriana Lisseth Morales-Smith compartida por su madre a través de GoFundMe
GoFundMe

Los médicos han informado que el feto presenta líquido en el cerebro, una condición conocida como hidrocefalia, lo que podría dar lugar a complicaciones graves y discapacidades significativas en caso de llegar a término.

“Tiene un hijo de 7 años y una familia destrozada”

La madre de Adriana expresó la frustración de tener que esperar durante meses sin certeza sobre la viabilidad del embarazo ni posibilidad de intervenir: “No nos dieron otra opción que esperar meses para descubrir que el bebé sufriría una enfermedad que le provocaría graves discapacidades”.

“Adriana tiene un hijo de 7 años y una familia que quedó destrozada y estamos pidiendo oraciones y apoyo durante este momento”, continúa el mensaje en GoFundMe.

Han lanzado una campaña para recaudar fondos con el objetivo de cubrir gastos médicos, atención legal y el bienestar del hijo de Adriana. La página puede encontrarse en este enlace. Ya se han recaudado más de 48 mil dólares, pero el objetivo son 250 mil.

Foto de Adriana Lisseth Morales-Smith compartida por su madre a través de GoFundMe
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¿Cuánto tiempo estará conectada?

Adriana está en la semana 21 de gestación. Hasta ahora, el hospital no ha determinado cuánto tiempo más mantendrá el soporte vital, que solo se sostiene debido a que el embarazo continúa.

Este tipo de situación no está explicitamente recogida en la legislación vigente en Georgia. La ley estatal prohíbe interrumpir embarazos desde el momento en que se detecta un latido cardíaco fetal, lo que puede ocurrir incluso antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas. A diferencia de otros estados que permiten excepciones claras en casos de inviabilidad fetal o muerte cerebral materna, la norma georgiana no contempla escenarios tan complejos como el de Adriana. Aunque existen excepciones limitadas, como en casos de violación o cuando la vida de la madre corre peligro, no hay lineamientos explícitos para cuando la mujer ya ha sido clínicamente declarada muerta.

Los especialistas en neonatología coinciden en que la viabilidad fetal —es decir, la capacidad del bebé de sobrevivir fuera del útero con ayuda médica— comienza generalmente a partir de la semana 24. Lo que posibilitaría que Adriana continuara conectada solo por 3 semanas más en vez de esperar las 40.

Aunque en el caso de Adriana, el pronóstico del feto es incierto, y su cuerpo seguirá conectado a las máquinas hasta que el embarazo llegue a un punto donde los médicos puedan actuar con el menor riesgo posible.

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