María Laura Márquez recuerda con precisión aquel mediodía del 20 de marzo de 2024. Su tía, Dignora Hernández -“mi madre de crianza”, como la llama-, acababa de salir hacia el dentista. Vivían juntas en Caracas. Minutos antes, le había dicho simplemente: “Voy al dentista y vuelvo”. Era un día más.
No tardó mucho en llegar un mensaje con malas noticias: “No quiero que te asustes, pero creo que se llevaron a tu tía presa“. Lo envió el dentista, que estaba a una cuadra del edificio. Desde su consulta escuchó gritos, salió y vio cómo unos hombres la subían a una camioneta. “Me dicen que se están llevando a una señora que trabaja en la política, que es cercana a María Corina Machado“, le escribió.
María Laura, incrédula, acababa de hablar con ella. Pero minutos después el vídeo apareció en redes sociales: “Ella pidiendo ayuda en la calle, en toda la avenida… la están metiendo a la fuerza en una camioneta, donde también se evidencia un poco de violencia, gritos y que nadie intervenía por miedo”. Era la confirmación brutal de lo que ya se intuía. Dignora Hernández, diputada, opositora, figura cercana al movimiento de María Corina Machado, había sido arrestada sin notificación previa y en plena calle.
ÚLTIMA HORA EXTRAOFICIAL | Denuncian detención de Henry Alviarez Alviarez (@HenryAlviarez) y Dignora Hernández (@DignoraHernandz) miembros de @VenteVenezuela y el @ConVzlaComando de la candidata unitaria @MariaCorinaYA – #20Marzo
📌En el video se observa la detención de Dignora… pic.twitter.com/R5GORxiMWC
— Enler García (@EnlerGarciaTV) March 20, 2024
“Todos pasamos a ser un objetivo para que ellos hagan daño”
El siguiente paso de las fuerzas del gobierno tras la detención sería entrar a su domicilio, así le informó Perkins Rocha -asesor jurídico de la oposición que más adelante también fue arrestado- a María Laura, quien salió rápidamente a esconderse en casa de sus vecinos. Escuchó todo, escuchó como entraban a registrar su casa. “Fue un momento aterrador. De mucha rabia, mucha impotencia por no poder defender tus derechos. En ese momento nadie tiene derechos, todos pasamos a ser un objetivo para que ellos hagan daño”.
Durante días no supieron nada de ella. “Hasta ese momento, seguía estando en desaparición forzosa“. Además del miedo de no saber dónde podría estar su tía, temían por su estado de salud. Dignora sufre de una fuerte alergia para la que requiere de medicinas, que por supuesto no pudo llevarse de casa antes de la detención. Fue solo tras una comparecencia del fiscal general en televisión que el Estado reconoció que Dignora estaba bajo custodia. Mucho más tarde supieron que estaba en El Helicoide, una de las cárceles más temidas de Venezuela. Desde entonces, no ha salido.

Hernández formaba parte del comando de campaña de la oposición, y en particular de la estructura organizativa que acompañaba a Machado. Su sobrina lo dice sin rodeos: “Este movimiento del oficialismo lo que buscaba era no solamente reprimir sino también neutralizar a todos aquellos que fueran del grupo directo de María Corina”. Esa mañana no solo fue arrestada ella, sino también Henry Alviarez, su compañero de tareas en el movimiento. A otros miembros del círculo cercano les dictaron órdenes de captura; muchos lograron refugiarse en la embajada de Argentina, donde pasaron más de 400 días bajo vigilancia y acoso, incluso con cortes de agua y electricidad. “La embajada se convirtió en una cárcel”, resume.
“Sigan, no se rindan, sí va a venir el cambio”
La sobrina se convirtió en portavoz. “Tomamos una decisión que cambió por lo menos mi vida por completo y fue la de hablar ante los medios“, dice. Exigió públicamente conocer su paradero y el respeto a su derecho a la salud. “Yo fui la persona que se dirigió a los medios y habló en nombre de nuestra familia”.
Alerta Mundial
Mi amiga y compañera Dignora Hernández presenta graves riesgos a su salud en este momento.
Hoy cumple 198 días secuestrada en El Helicoide.
Dignora es diputada, secretaria político de Vente Venezuela y miembro del Comando de Campaña Con Vzla.
Ella es… pic.twitter.com/dWFMrYtinV
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) October 4, 2024
Ese acto de valentía tuvo consecuencias. María Laura comenzó a recibir amenazas y la familia decidió que debía salir del país. Lleva aproximadamente nueve meses en España. “Aunque yo no esté en Venezuela, tengo ahora una plataforma desde donde puedo denunciar”.
“Lo que más me duele es que mi tía todavía continúe presa”. María Laura no ha podido hablar con ella desde entonces. “Los pocos mensajes que podemos recibir es: ‘Sigan, no se rindan, sí va a venir el cambio‘“.

“¿Por qué lloran si ganamos?”
La esperanza en el cambio tuvo su momento álgido el 28 de julio de 2024, día de las elecciones presidenciales. “Fue un día muy emocionante… parecía un día de fiesta, de verdad”, recuerda. Toda su familia salió a votar, incluso con el dolor reciente de la detención. “Salimos a decirle a la gente: vota para que Dignora pueda salir, para que otras familias puedan pronto recibir a su familiar en casa”.
El entusiasmo fue tan genuino como breve. Las sospechas de fraude se confirmaron aquella noche. Ella estaba en el comando, rodeada de jóvenes y miembros de la oposición. María Corina Machado, ante la desolación general, les dijo: “¿Por qué lloran si ganamos?”. Y repitió: “¿Ustedes estaban en la calle? ¿Ustedes fueron a votar? ¿Y quién ganó? Edmundo“. El fraude estaba consumado, pero la convicción de la victoria moral se mantuvo.

Describe a María Corina como una gran líder: “Es muy cercana, es muy cálida. No te va a decir lo que quieres escuchar, ella te va a decir lo que es”. Para María Laura, más allá de su carácter incansable, lo más destacable es su energía. “Lo que te transmite es: ‘estoy del lado correcto, y estoy haciéndolo bien’“.
“No decir nada también es un mensaje”
Un año después, la represión no ha cesado. “Al momento en el que se llevan a Dignora había aproximadamente 300 presos políticos. Hoy en día son mil“. A pesar de las excarcelaciones esporádicas, el miedo sigue marcando la vida diaria de los venezolanos. “La gente no está resignada, la gente tiene miedo“. Incluso las redes sociales son terreno de vigilancia: “Ahora te pueden meter preso por una historia en Instagram”.
Sobre España, María Laura no oculta su decepción: “España no se ha pronunciado sobre qué pasó en las elecciones”. Para ella, el silencio también es complicidad. “No decir nada también es un mensaje”. Su petición para la comunidad internacional es clara: “Para ayudar deben reconocer el fraude y reconocer que ganó Edmundo“.
María Laura recuerda que “esto no es una cuestión de ideología: es totalitarismo o libertad”.

“Se necesita de todo el mundo”
Hoy, su lucha sigue desde lejos. No sabe qué ocurrirá mañana, ni cuál será el siguiente paso de la oposición, pero sí sabe lo que toca a cada ciudadano: “La organización de las familias, la organización de la sociedad civil va a ser la que saque adelante Venezuela“. Y si mañana hubiera un cambio, dice, haría falta de todos: “Se necesita de todo el mundo para recuperar el país que hoy en día está tan abandonado”.
Lo dice alguien que ha perdido mucho —su casa, su país, su tía—, pero no la esperanza por la liberación de Venezuela.