Segregación

Las nuevas plazas de parking en León: ¿Seguridad o machismo?

León se ha sumado a la idea de las plazas de parking solo para mujeres que existen en otras partes del mundo, y a pesar de hacerlo en nombre de la seguridad, recuerdan clichés machistas

LEÓN, 17/07/2025.- Vista de las plazas de aparcamientos para mujeres diseñadas por el Ayuntamiento de León en la explanada de los Pendones Leoneses, que han aparecido este jueves vandalizadas tras apenas una semana desde que se pintaron. EFE/ J.Casares
EFE/ J.Casares

El parking de la Esplanada de los Pendones, en León, saltó hace unos días al debate nacional al poner en marcha una iniciativa que ya está en vigor en varios países europeos: plazas reservadas para mujeres. Estos espacios están más cercanos a las aceras y mejor iluminadas para dar más seguridad ante posibles agresiones.

Al día siguiente de inaugurarse estas plazas aparecieron obscenamente vandalizadas dando prueba del descontento que ha causado entre algunos usuarios que se sienten discriminados. Desde Artículo 14 analizamos sus pros y las lagunas legales que plantean.

¿Qué ofrecen estas plazas?

A pesar de la denominación popular de “plazas para mujeres“, no existe una base legal que obligue su uso a mujeres o lo prohíba a los hombres.

Están basadas en estudios del espacio urbano de los 90, que responden al miedo de las mujeres a encontrarse solas en parkings cerrados.  Tópicos como el del “agresor tras la columna”, añadidos a la oscuridad y falta de seguridad en estos espacios llevaron a la creación de estas plazas.

Nacieron en Alemania y parece una iniciativa novedosa, pero el Parking del Tubo de Zaragoza ya las implementó en 2005.  Habilitaron siete plazas cercanas a la garita de seguridad, activa durante las 24 horas del día, y en la primera planta de las cinco que tiene el parking.

Estas plazas en León, a pesar de encontrarse en un espacio abierto, siguen los pasos de su predecesora en el país.  Son plazas próximas a las farolas y a la acera, facilitando una posible huida o ser vista por transeúntes en caso de agresión o acoso.

Sin embargo, la medida no está exenta de críticas por diferentes motivos, pues se tilda la medida como sexista por varias razones.

Diversas críticas

Algunas personas, principalmente hombres, dicen sentirse discriminados. “Si yo quiero aparcar ahí no puedo”, declaraba un vecino. Legalmente, una persona no puede ser multada únicamente por su género, y las mujeres no han de aparcar obligatoriamente en esas plazas, su fin es señalar los lugares más seguros para ellas de cara a agresiones.

Pero también hay mujeres mostrando su descontento ante la ejecución de esta iniciativa.  Apoyan la ubicación en lugares iluminados y cercanos a la acera, pero no están de acuerdo con otros aspectos.  Además, para las que se piensan para las madres con hijos, también hay críticas: ¿Tengo que ir yo con los hijos, si va mi marido no puede aparcar?

El color de la silueta en el suelo, que refuerza tópicos que asocian el color rosa a la feminidad, o su parecido a la de personas de movilidad reducida no han sentado bien.  También algunas mujeres han tomado la propuesta como un refuerzo del cliché “las mujeres no saben conducir“, al estar en zonas más iluminadas.

Una propuesta nacida en el extranjero

Esta propuesta nació en Alemania en la década de los 90, y a pesar de no estar obligados por ley, muchos propietarios de parkings han adoptado esta medida.  Algunos estados si que exigen el uso de estas plazas, que han de estar cerca de las vías de escape, vigiladas y equipadas con detectores de alarma.  

En otros países, como Austria, también está implementado.  Un estudio de 2007 mostró como el 49% de las mujeres encuestadas declaró sentirse insegura en parkings subterráneos, por lo que se creyó necesario siguiendo el mismo diseño.

En Italia, sin embargo, las “parcheggi rosa” permite a los municipios establecer características particulares.  Existen concesiones para que los ayuntamientos amplían estas plazas de forma voluntaria, hasta 3,2 metros.  La ampliación se hace para facilitar el acceso y salida del vehículo, especialmente con carritos de bebé o durante el embarazo.

Las plazas en China son, sin duda, las que más polémica han levantado. Su ubicación, tamaño y, en ocasiones, simbología, son claramente discriminatorios. Pan Tietong, el mánager de un área de servicio en Hangzhou, China, declaró que esas plazas eran para las mujeres sin grandes capacidades de conducción.  

Plazas de parking exclusivas para mujeres en Zhejiang (China)

No responden a ningún protocolo para prevenir el acoso o las agresiones, sino a meras cuestiones de género. Se alude a la seguridad en términos de conducción, reforzando el cliché que previamente mencionamos, siendo las plazas un 50% más grande.  

Las críticas aleccionan a las autoridades: “Si es una cuestión de habilidad, ¿por qué no hay plazas para noveles?  Es una cuestión de machismo, nada más” defendían grupos feministas en China.

Entonces, ¿es exclusión o consideración?

Si bien la ejecución deja mucho que desear, dados sus elementos discriminatorios y la falta de claridad sobre la obligatoriedad y función de estas plazas, la idea puede acabar mejorando la sensación de seguridad. Una encuesta en Alemania reveló que el 56% de las mujeres se sentía más segura en parkings con estas plazas.  

Si bien casos como el de China dejan mucho que desear y solo refuerzan la violencia simbólica contra las mujeres, su denuncia también mejorará su diseño en el futuro. La lucha contra la violencia machista abarca mucho más, pero las medidas de seguridad nunca serán pocas, y mejorarlas ha de ser una prioridad.

 

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