Sin discriminación en la corona

La princesa Amalia será reina incluso si fuera lesbiana

Países Bajos fue el primer país de la Unión Europea en permitir que las mujeres heredaran el trono y reinaran

La princesa Amalia
Catalina-Amalia, princesa de Países Bajos Royal House of Orange

España sigue siendo la única monarquía de la Unión Europea que da preferencia a los varones sobre las mujeres en su ley de sucesión al trono. Las demás ya han reformado sus constituciones para eliminar esta clara discriminación. Solo los microestados de Mónaco y Liechtenstein mantienen un sistema similar, y además en Liechtenstein una princesa nunca podrá reinar.

En el otro extremo del espectro se encuentran Países Bajos, que los reyes de España visitarán el próximo martes. Este país fue el primero del bloque en derogar la Ley Sálica, que estaba en vigencia cuando se estableció la nación en 1813 y continuó a través de varios cambios constitucionales. Esa primera ley no desafiaba las normas de sucesión que favorecían a los herederos varones.

Por eso, en 1890, cuando su rey Guillermo III murió sin un heredero masculino, la aplicación de la Ley Sálica llevó a la separación de Luxemburgo de la unión personal con los Países Bajos porque todavía se adhería al principio sálico, que requería un heredero masculino.

Pero en 1983, los Países Bajos experimentaron una enmienda constitucional significativa que eliminó esta preferencia masculina en la línea de sucesión real. Esta enmienda estipuló que el trono pasaría al primer hijo del monarca, independientemente de su género. El cambio marcó un cambio clave hacia la igualdad de género en las leyes de sucesión real de los Países Bajos, y en el resto de Europa. 

Tras la enmienda de 1983, y después de la abdicación de la reina Beatriz en 2013, su hijo Guillermo Alejandro ascendió al trono. Su hija mayor, Catalina-Amalia, se convirtió en la heredera aparente bajo las reglas de sucesión actualizadas, que ya no distinguen entre géneros. 

Una reina homosexual

Países Bajos ha dado un paso más allá en cuanto a la igualdad en la monarquía. Desde 2021, la princesa Catalina-Amalia tiene derecho a casarse con una persona de cualquier género sin renunciar a su derecho al trono, según afirmó su primer ministro Mark Rutte. Anteriormente, las reglas del país excluían la posibilidad de una pareja real del mismo sexo.

Pero el primer ministro Mark Rutte comentó que los tiempos han cambiado desde que uno de sus predecesores abordó la cuestión en el año 2000. “El gobierno cree que el heredero también puede casarse con una persona del mismo sexo“, escribió Rutte en una carta al parlamento. “El gabinete, por lo tanto, no ve que un heredero al trono o el Rey deba abdicar si desea casarse con un compañero del mismo sexo”. El matrimonio gay se legalizó en los Países Bajos en 2001.

Rutte si destacó que queda un asunto sin resolver: cómo un matrimonio gay afectaría la sucesión posterior de los hijos de la pareja real. Pero no tiene sentido tratar de decidir eso ahora, explicó. “Es simplemente muy dependiente de los hechos y circunstancias del caso específico, como se puede ver al observar cómo el derecho de familia puede cambiar con el tiempo”, escribió. A diferencia de los matrimonios regulares, los matrimonios reales necesitan la aprobación del parlamento. Miembros de la casa real holandesa han renunciado en ocasiones a su lugar en la línea de sucesión para casarse con alguien sin permiso.

Simplemente “Amalia”

Nacida el 7 de diciembre de 2003 en La Haya, Amalia, (que es como se hace llamar) es la primera hija de Willem-Alexander, rey de Países Bajos, y su esposa, la reina Máxima, nacida en Argentina. Desde su nacimiento, quedó como segunda en la línea de sucesión al trono. Y tras la abdicación de su abuela, la reina Beatriz de los Países Bajos en 2013, su padre se convirtió en rey y ella en la heredera aparente a la edad de nueve años.

Amalia ha tratado de llevar una vida “normal” como joven real. Asistió a la Universidad de Ámsterdam, estudiando política, economía y derecho psicológico. 

Hizo historia en junio de 2021, seis meses antes de cumplir los 18, al rechazar su asignación anual de 2,5 millones de dólares. En una carta a Rutte, expresó que se sentía incómoda con el dinero y se comprometió a devolver los fondos utilizados para su educación, aproximadamente 500.000 dólares. 

“El 7 de diciembre de 2021, cumpliré 18 años y, según la ley, recibiré una asignación”, escribió. “Me parece incómodo recibirla sin hacer nada a cambio, y mientras otros estudiantes lo pasan mucho peor, particularmente en este período de coronavirus”.

En el punto de mira

Sin embargo, su estatus real le impidió vivir independientemente en la residencia universitaria. Por razones de seguridad, tuvo que mudarse de vuelta al palacio. Su equipo de seguridad buscaba  protegerla de posibles bandas criminales que podrían intentar atacarla o secuestrarla. 

Su padre describió la situación como “muy difícil” durante una visita de estado a Suecia, mencionando que su hija “apenas puede salir de casa”. Y la reina Máxima describió las difíciles circunstancias de Catalina-Amalia, señalando que no tiene una vida normal como otros estudiantes y que “no es agradable ver a tu hijo vivir así”.

Con la visita de los reyes de España a su reino, Amalia marcará un hito. Celebrará su debut asistiendo a su primer banquete de estado, junto a sus padres, y los reyes Felipe VI y Letizia.