Francia

París se convierte en el epicentro de la diplomacia feminista

Francia acoge la IV Conferencia Ministerial sobre Política Exterior Feminista, decidida a blindar los derechos de las mujeres frente a la ola reaccionaria que se avecina

Francia
La cuarta conferencia de Diplomacia Feminista se ha organizada en Francia
KiloyCuarto

Desde este miércoles 22 hasta el jueves 23, París se convierte en la capital mundial del feminismo diplomático. Francia acoge la IV Conferencia Ministerial sobre Política Exterior Feminista, un encuentro que reunirá a gobiernos, organizaciones internacionales, redes feministas y representantes de la sociedad civil con un objetivo común: defender los derechos de las mujeres y la igualdad de género sin dar un paso atrás.

En las instituciones francesas saben que se avecinan tiempos difíciles. Cuanto más firmes sean los derechos, más costará desmontarlos, repiten en los pasillos de las instituciones francesas, conscientes de la ola reaccionaria que recorre Europa y otras partes del mundo.

Un imperativo que no puede esperar

Treinta años después de la Declaración de Pekín (1995) y veinticinco tras la Resolución 1325 de la ONU, que consagró el papel de las mujeres en la paz y la seguridad, los avances siguen siendo desesperantemente lentos. Según ONU Mujeres, al ritmo actual harán falta tres siglos para alcanzar la igualdad real.

Las desigualdades siguen siendo estructurales y sistémicas, agravadas por las crisis sucesivas: guerras, desastres climáticos y un creciente retroceso democrático. A ello se suma la ofensiva de los movimientos antiderechos, que amenazan décadas de conquistas jurídicas y políticas.

Pero los derechos de las mujeres -recuerda el Gobierno francés- son universales, indivisibles e inalienables. Defenderlos no es una opción moral, sino una condición de justicia, libertad y sostenibilidad global.

Francia, pionera y anfitriona

Francia fue uno de los primeros países en adoptar una política exterior feminista, en 2019. En la actualidad, una quincena de Estados -entre ellos España, México, Colombia o Canadá- comparten ese enfoque. La cita de París busca consolidar esa alianza y sumar nuevas voces.

No todas estarán presentes: Estados Unidos, bajo la Administración de Donald Trump, no estará representada. Según ha podido saber Artículo14, directamente no fueron invitados.

Una diplomacia feminista implica colocar la igualdad de género en el centro de todas las decisiones internacionales: desde la paz y el desarrollo hasta la educación, la acción humanitaria o el comercio.

Francia acaba de actualizar su Estrategia Internacional para una Diplomacia Feminista, presentada en marzo de 2025. En ella refuerza prioridades clásicas -educación, lucha contra la violencia, igualdad en el trabajo- y añade nuevos desafíos: la transformación digital y la crisis climática. La defensa de los derechos sexuales y reproductivos sigue siendo su piedra angular. Tras blindar el aborto en la Constitución en 2024, Francia espera que otros países sigan su ejemplo.

“Resistir, unir, actuar”

Bajo ese lema, la conferencia de París busca ensanchar las alianzas internacionales para salvaguardar los derechos de las mujeres. Se trata del único foro multilateral sobre diplomacia feminista fuera del marco de Naciones Unidas: nació en Alemania (2022), pasó por Países Bajos (2023) y México (2024), y ahora llega a París con vocación de permanencia.

Durante dos días, ministros, embajadores, activistas, investigadoras y representantes de la sociedad civil compartirán estrategias y compromisos. Habrá sesiones plenarias y mesas redondas centradas en los grandes temas del presente: los derechos reproductivos, el cambio climático, la brecha digital y la violencia en línea. España estará representada a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

La amenaza de la “manosfera”

Una de las novedades del encuentro será la atención a los movimientos masculinistas y la llamada “manosfera”, ese espacio virtual donde crecen la radicalización y el discurso de odio contra las mujeres. La diplomacia feminista también busca entender y contrarrestar esas nuevas formas de violencia y desinformación.

En un mundo cada vez más polarizado, París quiere enviar un mensaje político claro: la diplomacia feminista no es una utopía minoritaria, sino una herramienta geopolítica para construir paz, justicia y sostenibilidad. Porque si algo demuestra la historia reciente es que los derechos pueden retroceder en un instante.