El terremoto en Rusia registrado este miércoles frente a la península de Kamchatka ha encendido todas las alarmas en Japón. Un país especialmente vulnerable a los tsunamis por su ubicación geográfica en el Anillo de Fuego del Pacífico. Con una magnitud de 8.8, el seísmo no solo ha provocado una serie de réplicas en suelo ruso, sino que ha generado una alerta inmediata de tsunami para toda la costa japonesa, desde el norte de Hokkaido hasta Okinawa, en el extremo sur.
Las primeras olas provocadas por el terremoto en Rusia comenzaron a azotar las costas japonesas apenas unas horas después del seísmo. Se detectaron alturas de entre 30 y 60 centímetros en la isla de Hokkaido. Pero los expertos advierten que podrían producirse oleadas secundarias de hasta tres metros, especialmente en las prefecturas de Iwate y Miyagi. Dos regiones con una memoria dolorosa: fueron de las más castigadas por el tsunami de 2011.
Las zonas más expuestas: del norte al sur del archipiélago
El impacto del terremoto en Rusia se ha dejado sentir con fuerza en el norte del archipiélago nipón. En Hokkaido, miles de personas fueron evacuadas con urgencia tras sonar las alarmas. Las imágenes difundidas por medios como NHK muestran a los residentes subiendo a las azoteas y a las autoridades cortando carreteras y suspendiendo el transporte ferroviario.
Las prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima, que aún viven bajo la sombra del desastre de hace más de una década, han vuelto a activar sus planes de evacuación. El miedo a una nueva tragedia ha empujado a la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres a emitir órdenes de evacuación para cerca de dos millones de personas en 133 municipios.

La experiencia previa hace que Japón no subestime ninguna señal de alerta cuando se trata de tsunamis. Especialmente, si está vinculado a un evento sísmico como el terremoto en Rusia.
La energía del seísmo y su impacto en las costas japonesas
Una de las razones por las que el terremoto en Rusia representa una amenaza tan directa para Japón es su localización. El epicentro está situado en el extremo nororiental del Pacífico, en una zona donde las placas tectónicas convergen de forma activa. Cuando un seísmo de tal magnitud ocurre en el mar, la energía liberada se transmite en forma de olas sísmicas que pueden recorrer miles de kilómetros a gran velocidad.
At least 4 whales have washed up along the coast of Japan, hours after 8.8 earthquake
Civilians seen on top of building in Hokkaido, Japan amid tsunami warning.
Tsunami Warning ⚠️ Russia, Alaska, Hawaii, Japan #earthquake #tsunami #Russia #Japan #Hawaii #Alaska pic.twitter.com/3BhfkszQjz
— Sumit (@SumitHansd) July 30, 2025
El terremoto en Rusia liberó una cantidad de energía comparable a decenas de bombas atómicas, desplazando grandes volúmenes de agua en el océano. Debido a la forma en que está orientada la costa japonesa, muchas de sus bahías actúan como embudos, amplificando las olas cuando estas llegan. Ciudades portuarias y localidades pesqueras están especialmente expuestas a este fenómeno.
Fukushima y el riesgo nuclear asociado al terremoto en Rusia
Otro de los elementos que refuerzan la preocupación por el terremoto en Rusia es el estado de las instalaciones nucleares en Japón, especialmente en Fukushima. Tras las alertas de tsunami, los trabajadores de la central fueron evacuados de manera preventiva. Aunque por el momento no se ha informado de daños estructurales ni fugas radiactivas, el temor a una repetición del accidente nuclear de 2011 permanece vivo en la memoria colectiva del país.
El gobierno japonés ha declarado que los sistemas de contención están activos y que se monitoriza de forma constante cualquier variación anómala en las instalaciones. Aun así, la combinación entre un terremoto lejano, un posible tsunami y una planta nuclear vulnerable mantiene en vilo a las autoridades y a la población.