EE UU

Por qué la violencia política en EE UU (de momento) está perpetrada sólo por hombres

Los que intentaron asesinar a Trump, los trece que conspiraron para secuestrar a la gobernadora de Michigan o el intruso que atacó con un martillo al marido de Pelosi, comparten no solo la intención violenta sino también el género

Violencia política
Los últimos actos de violencia política han estado perpetrados por Vance Luther Boelter, David DePape, Thomas Matthew Crooks, el chamán de Qanon
KiloyCuarto

En Estados Unidos, los actos de violencia política se han convertido en una característica sombría de la vida pública, desde tiroteos multitudinarios hasta intentos de asesinato y complots extremistas. Sin embargo, en medio de las divisiones ideológicas y las diferentes motivaciones, destaca un rasgo común sorprendente: los autores son hombres.

“Manhunt” (persecución, en castellano), se podía leer en los informativos y los titulares de los medios estadounidenses. Hasta la palabra en inglés denota que la caza, la búsqueda, siempre será de un hombre. Y es que el último ejemplo de violencia política ha terminado con la muerte del polémico influencer ultraconservador Charlie Kirk en Utah. Desde las 12:02 (hora local) hasta el cierre de esta edición, las autoridades estadounidenses seguían tras la pista del perpetrador del atroz asesinato.

“Le encontraremos”, indicó el presidente Donald Trump, después de que el FBI pidiera ayuda a la población para localizarle. Lo cierto es que el propio magnate republicano ha sufrido al menos tres intentos de asesinato. Todos orquestados por hombres.

Ataque
Thomas Crooks mató a dos personas e hirió a tres, entre ellas Donald Trump

Asimismo, los trece que conspiraron para secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, David DePape, el intruso que atacó con un martillo al marido de Nancy Pelosi, o Vance Luther Boelter, el tirador que asesinó a la presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, Melissa Hortman, y su marido, comparten no solo la intención violenta sino también el género.

Los expertos en criminología y extremismo político afirman que este patrón no es casual. La violencia política en Estados Unidos -ya sea impulsada por el extremismo de derechas, el sentimiento antigubernamental, las teorías de la conspiración o la radicalización de lobos solitarios- se origina abrumadoramente en los hombres. Las mujeres suelen participar en movimientos extremistas, como ya se vio en el asalto al Capitolio, pero su implicación rara vez se traduce en agresiones físicas.

Agentes de Policía en el edificio desde el que se disparó a Charlie Kirk en la Universidad de Utah Valley en Orem, Utah

“Todas las sociedades creen que es más aceptable que los hombres utilicen la violencia que las mujeres; a nivel mundial, la inmensa mayoría de los miembros del ejército y la policía son hombres. Además, en la mayoría de las sociedades se considera que los hombres son actores políticos más legítimos. Ambos factores se combinan para hacer más probable que la violencia política sea perpetrada por hombres“, explica a Artículo14 la doctora Jessica Trisko Darden, profesora adjunta del Departamento de Ciencias Políticas de la Virginia Commonwealth University y directora de la Iniciativa de Política Exterior y Seguridad en el Instituto de Investigación Global de William & Mary.

FBI
Las imágenes que ha distribuido el FBI del atacante de Kirk
FBI

“En Estados Unidos, concretamente, los movimientos extremistas, así como la cultura general en torno a las armas, se han centrado en gran medida en los hombres hasta hace muy poco. Si bien existe una cultura de las armas centrada en las mujeres, se trata principalmente de autodefensa, más que de preparación general“, añade la experta.

Para Trisko Darden, “este fenómeno no se debe a que las mujeres sean menos violentas en general, sino al tipo de violencia que la sociedad fomenta, acepta o incluso permite“. Así, ahonda la experta, “la sociedad estadounidense sigue condicionando a las niñas y las mujeres para que sean cariñosas y empáticas, y tengan rasgos que se oponen al uso de la violencia. Lo contrario ocurre con los niños y los hombres, a quienes se anima a ser fuertes y defender sus creencias“.

Estados Unidos
“La violencia nunca es la respuesta”, se puede leer en una bandera estadounidense en la Universidad del Valle de Utah, en Orem, un día después del asesinato de Charlie Kirk
Efe

Ya en junio, Robert A. Pape, del Proyecto de Chicago sobre Seguridad y Amenazas, advirtió en un artículo publicado en el New York Times que Estados Unidos podría estar “al borde de una era extremadamente violenta en la política estadounidense”. Al preguntarle a la profesora si se sumarán las mujeres a esta peligrosa tendencia y se verán afectadas por ella, responde que está de acuerdo con el Dr. Pape: “Creo que ya nos encontramos en una era extremadamente violenta en la política estadounidense, y que lo estamos desde hace bastante tiempo”.  Es más, “las mujeres políticas ya se han visto directamente afectadas (por ejemplo, a través del complot contra la gobernadora Whitmer en Míchigan, el reciente asesinato del presidente de la Cámara de Representantes de Minnesota, el ataque al marido de la congresista Pelosi o el tiroteo contra la entonces congresista Giffords, ocurrido en 2011)”.

Del ecoterrorismo a los asesinatos selectivos

Con todo, para Trisko Darden la cuestión de si las mujeres participarán activamente en la perpetración de actos de violencia política es complicada. “Es más probable que las mujeres participen directamente en actos de violencia asociados con causas de izquierda. Ya vemos niveles más altos de participación de las mujeres en el terrorismo medioambiental (también llamado ecoterrorismo) en Estados Unidos, por ejemplo. Es menos probable que las mujeres desempeñen un papel directo en asesinatos selectivos motivados por ideologías de izquierda o de derecha, aunque es posible que veamos a mujeres involucradas en esos esfuerzos a través del apoyo logístico”.

Flores depositadas después del tiroteo de Charlie Kirk.

La experta señala que la violencia armada en Estados Unidos es un fenómeno extremadamente complejo. “Básicamente, nos enfrentamos a tres problemas diferentes: 1) la violencia armada en las calles (normalmente relacionada con las bandas y las drogas); 2) los tiroteos masivos (que suelen producirse en colegios, conciertos y otros lugares públicos) y 3) la violencia política selectiva (contra figuras políticas)”. Precisamente, de estos tres tipos de violencia, “creo que es más probable que las niñas y las mujeres se vean involucradas en la violencia política selectiva“, augura Trisko Darden.