Durante la Semana de la Moda de Nueva York 2025, un evento en particular acaparó miradas y titulares. No se trató de un desfile convencional de pasarelas glamorosas ni de nuevas tendencias, sino de una propuesta con un mensaje contundente: transformar la pregunta más dolorosa que suelen escuchar las víctimas de violencia sexual en un acto de reivindicación y empoderamiento.
El espectáculo, organizado por la organización sin fines de lucro Rise Now, llevó por título “What Were You Wearing?” (“¿Qué llevabas puesto?”). En él, 36 modelos —entre los que se encontraban astronautas, activistas, atletas olímpicos, abogados de derechos humanos de la ONU y, por supuesto, sobrevivientes— caminaron la pasarela para visibilizar la realidad de millones de personas afectadas por agresiones sexuales en todo el mundo.
La iniciativa fue impulsada por Amanda Nguyen, astronauta, activista y fundadora de Rise Now. Nguyen invitó al colectivo @FEMINIST a participar en la pasarela, que este año se centró en los derechos de las supervivientes. La activista recordó que “cada paso en esa pasarela reescribía la narrativa. Cuando caminamos juntos, cambiamos la historia”.
“Lo que llevábamos puesto es irrelevante”
La pregunta “¿Qué llevabas puesto?” suele aparecer en los interrogatorios a víctimas de violencia sexual, como si la ropa pudiera justificar la agresión. El desfile desafió esta idea de raíz. Según Rise, “lo que llevábamos puesto en el momento de nuestro ataque no fue una invitación a la violencia. Lo que llevábamos puesto no causó el ataque; solo nuestros agresores lo causaron. Lo que llevábamos puesto es irrelevante”.
La propuesta visualizó esa realidad a través de atuendos que, lejos de ser provocativos, resultaban cotidianos: ropa deportiva, uniformes, prendas de trabajo o vestidos de diario. La diversidad de estilos reflejó lo que ocurre en la vida real: la violencia sexual no discrimina edad, género, cultura ni ocasión.
El desfile toma inspiración en la instalación “What Were You Wearing?”, una muestra que se expuso en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Allí se presentaron 103 conjuntos, cada uno representando a más de 10 millones de sobrevivientes, en un total de 1.300 millones de personas en todo el mundo. La exposición busca demostrar que no existe un perfil único de víctima ni un tipo específico de vestimenta que pueda explicar la violencia.
Moda con propósito social
Este tipo de propuestas no son nuevas para Rise. En 2021 y 2022, la organización ya había presentado desfiles similares en el Museo de Arte Moderno (MoMA) durante la Semana de la Moda. La iniciativa ha recibido respaldo de varias marcas, así como de celebridades y personalidades influyentes que prestaron su voz a la causa.
La edición de 2025 continuó con esa tradición, integrando a la industria de la moda en una conversación global sobre la erradicación de la violencia de género. Tal como señalaron desde Rise, la pasarela buscó “abrir mentes y cambiar actitudes sobre lo que significa la agresión sexual”, al tiempo que celebró la fortaleza de quienes han sobrevivido.
El “Survivor’s Rights Fashion Show” no solo es un espacio de catarsis para quienes han vivido experiencias traumáticas. También es un llamado colectivo a reconocer que la culpa nunca debe recaer sobre la víctima. El desfile convirtió la moda en una plataforma para la justicia social, con la convicción de que la visibilidad puede transformar percepciones y contribuir a un futuro en el que ninguna persona sea responsabilizada por la violencia que sufrió.
La pregunta “¿Qué llevabas puesto?” ha sido utilizada históricamente para invalidar testimonios. Sin embargo, en esta pasarela de Nueva York, esa misma frase se resignificó como una declaración de poder: una manera de recordar al mundo que el único responsable de una agresión es el agresor, y que la ropa nunca será excusa.