A pesar de que la tendencia mundial es hacia la abolición de la pena de muerte aún quedan países que continúan aplicándola o que la tiene todavía como una posibilidad legal. De hecho, en los últimos años, se han registrado repuntes en el número de ejecuciones y sentencias, lo que pone de nuevo el foco sobre una práctica que sigue generando controversia a nivel internacional.
Tanto que según el informe anual de Amnistía Internacional, un total de 55 países mantenían en vigor la pena de muerte. De ellos, 23 no la han aplicado en al menos una década, pero la mantienen en sus códigos penales. Mientras otros nueve países reservaban este castigo únicamente para delitos considerados extremadamente graves, como asesinatos múltiples o crímenes de guerra.
En contraste, 112 países han abolido la pena capital por completo, lo que representa una mayoría en el panorama internacional actual. Para ponerlo en perspectiva, en 1991 solo 48 países la habían eliminado. Entre las naciones que más han avanzado en este ámbito se encuentran Kazajistán, Sierra Leona, Papúa Nueva Guinea y la República Centroafricana, que la suprimieron por completo en 2022. Otros, como Guinea Ecuatorial y Zambia, han restringido su aplicación a los delitos más graves. En 2023, Ghana también dio el paso hacia su abolición total.
Las ejecuciones aumentan, pese al retroceso global de la pena capital
Aunque el número total de países que aplican la pena de muerte ha disminuido con el tiempo, el número de ejecuciones registradas aumentó considerablemente. Amnistía Internacional documentó 883 ejecuciones en todo el mundo (excluyendo a China), un 53 % más que el año anterior y la cifra más alta desde 2017.
La falta de transparencia impide tener datos exactos en algunos países. China, por ejemplo, no publica cifras oficiales, pero se cree que encabeza la lista con miles de ejecuciones cada año. Irán, Arabia Saudita, Egipto y Estados Unidos completan el grupo de los países con más ejecuciones confirmadas. En 2022, un total de 20 países llevaron a cabo ejecuciones, dos más que en 2021. Otros, como Corea del Norte y Vietnam, también se sospecha que aplican regularmente este castigo, aunque no existen datos verificables sobre ello.
Los delitos que pueden llevar a la ejecución
Aunque en muchos países la pena capital se reserva para casos de asesinato o traición, otros la aplican por delitos no violentos, como el tráfico de drogas. En 2022, se contabilizaron 325 ejecuciones por este motivo, con Irán (255), Arabia Saudita (57) y Singapur (11) como principales ejecutores.
El caso más llamativo fue el de Singapur, que ejecutó a una mujer —la primera en casi dos décadas— por un delito relacionado con heroína. Este tipo de sanciones ha sido duramente criticado por organismos internacionales por considerar que no cumple con los estándares de proporcionalidad y derechos humanos.
Cómo se ejecuta la pena de muerte hoy
Los métodos empleados para llevar a cabo las ejecuciones varían de un país a otro. Arabia Saudí sigue siendo el único estado que practica decapitaciones. Otros gobiernos optan por la horca, la inyección letal, el fusilamiento o incluso métodos más controvertidos y recientes.

Uno de los casos más mediáticos de 2024 fue el de Kenneth Smith, un preso en Alabama (Estados Unidos), que se convirtió en la primera persona en ser ejecutada con gas nitrógeno. El método, aprobado en algunos estados norteamericanos como alternativa a la inyección letal —cada vez más difícil de aplicar por la escasez de fármacos—, generó una ola de críticas por su falta de garantías médicas y su posible carácter cruel e inhumano.