El intento de Pedro Sánchez de mantener a flote su frágil relación con Junts no ha tenido éxito, ya que la ejecutiva del partido independentista ha decidido durante su reunión de esta mañana en Perpiñán romper con el PSOE y trasladar a su militancia una consulta telemática esta misma semana para rubricar esta decisión.
Los movimientos de Carles Puigdemont para dejar en vía muerta el pacto de investidura con Sánchez se activaron con toda determinación la pasada semana y, desde entonces, el PSOE ha reaccionado a gran velocidad para impedirlos. Pese a estas maniobras, Puigdemont, que ha abierto la reunión de la ejecutiva, ha defendido con toda claridad ante la cúpula de Junts la necesidad de poner fin a la colaboración con el PSOE. La reunión de la dirección ha acabado sobre las 13.30h, los integrantes de la cúpula de Junts han respaldado de manera unánime la conveniencia de la ruptura con el PSOE y será a las 17.00h cuando Puigdemont comunique su decisión.
Fuentes consultadas por Artículo14 confirmaron que, horas antes de la ejecutiva de Junts, los contactos con el PSOE se produjeron a todos los niveles y desde todos los planos institucionales, es decir, desde el Gobierno, desde las direcciones de los partidos y desde los grupos parlamentarios.
En esta operación in extremis, los socialistas trataban de impedir que Junts dejara en manos de la militancia la voladura final del pacto de investidura y también se involucró en ella el entorno de Salvador Illa. Los socialistas buscaron con denuedo a las figuras de Junts más proclives a mantener el hilo de la legislatura, pero hallaron enormes dificultades para que se abriera camino la tesis de que “no tiene sentido interrumpir los avances”.
Está al caer
Los de Puigdemont han perdido la confianza en el PSOE después de innumerables advertencias porque ni ven cumplida con eficacia la amnistía, ni la oficialidad del catalán en la UE, ni la entrega de competencias a Cataluña en materia de inmigración. El Gobierno insiste en que sí, en que está al caer el reconocimiento del catalán en Europa (de ahí el compromiso arrancado a Alemania de buscar una respuesta institucional en este sentido), en que se pueden reabrir las conversaciones con Podemos (verdugo de la transferencia de la competencia migratoria) y en que la amnistía solo es cuestión de calendario jurídico (y no hay obstáculo político).

Y lo cierto es que tanto se han intensificado los contactos entre el PSC-PSOE y Junts en las últimas horas que, por momentos, hubo conversaciones que introdujeron desorientación en algunos cuadros, pero nunca en Puigdemont. La dirigencia independentista llegó ayer, domingo, a Perpiñán para poner en común la estrategia que debe tomar Junts en un momento delicado para los de Puigdemont, ya que la pujanza incontenible de Aliança Catalana en las encuestas amenaza sus posiciones institucionales.
Ejecutiva maratoniana en Perpiñán
Se prevé que la ejecutiva de hoy en Perpiñán se alargue durante toda la mañana antes de rubricar una decisión que bien podría dejar sin recorrido la legislatura. Si los contactos in extremis orquestados por el PSOE no surgen efecto y las bases de Junts validan la ruptura con el PSOE esta misma semana, Sánchez se quedará sin suma posible para articular una mayoría operativa en el Congreso.
De hecho, Junts retiró en la práctica los votos de sus siete diputados al PSOE al estallar el caso Cerdán el pasado mes de junio. Pero, al menos hasta ahora, no daba oficialidad a la ruptura del pacto de investidura. En el caso de hacerlo, Sánchez deberá afrontar una insólita circunstancia política: la de un gobierno condenado a la minoría parlamentaria y, por tanto, la de verse sometido a la inactividad legislativa en un contexto judicial desfavorable (debido, sobre todo, a la investigación del caso Koldo / caso Cerdán por corrupción).
“Si quieren continuar con el Gobierno en marcha hasta que haya penas de cárcel es su problema”, han llegado a deslizar en Junts para desentenderse de volver a ser el salvavidas del PSOE.


